domingo, 20 de septiembre de 2015

LOS AMOS DEL MUNDO, entendiendo la realidad de hoy

Se llaman los Hombres Grises
Con la primera conquista de Napoleón nace lo que se llaman Los Hombres Grises.

La entidad que financió a Napoleón creó un maravilloso sistema para apoyar las conquistas. Resultó ser un negocio bastante lucrativo que producía un buen rendimiento; un negocio que está a punto de cambiar la faz del mundo como lo conocéis. El se dio cuenta de que para tener éxito, no podía jurar lealtad a ningún país. Su negocio empezó a difundirse y comenzó por financiar a todo el que quería jugar a la guerra.

Este primer Hombre Gris no tenía una mujer a quien amar o cuidar, pero tenía hijos. Eran un tesoro, pues significaban la continuidad de su herencia divina, es decir, que volvería a reencarnar en este plano. Este hombre vio en su ego falso una imagen de riqueza absoluta. Ahora, nadie desea dinero simplemente por tenerlo, sino por lo que se puede hacer con él. Para este Hombre Gris principiante, el obtener riqueza le daba la llave que abría las puertas del poder. No era dinero; era el poder lo que satisfacía esa necesidad, esa  imagen.

Después de una jugosa ganancia, este Hombre Gris se dio cuenta de que podía enfrentar a dos bandos contra el bando intermedio. Ayudó a un país llamado Austria y a otro llamado Polonia.

Pronto él y sus hijos estaban recibiendo un buen rendimiento de parte de todos los lados envueltos en el conflicto. Empezaron, entonces, a generar nuevos conflictos y a dar pábulo al ego falso de codiciosos reyes y conquistadores. Mientras más guerras creaban, más poderosos se hacían y mayor beneficio
alcanzaban.

Uno de los beneficios de este poder era la habilidad para colocar a sus hijos y a sus servidores en posiciones claves o de influencia. En otras palabras, si el rey decía: "Voy a colocar en ese puesto a mi primo tercero que ha sido removido dos veces", entonces el hombrecito Gris le decía: "Oh, qué lástima. La persona que recomiendo hubiera hecho un gran trabajo, pero ya que no es posible, me veo en la obligación de pedirle que me cancele la deudita que tenemos pendiente lo más pronto posible" .

Y, por supuesto, el rey retornaba a su castillo, se mordía las uñas, blasfemaba, hacía rechinar los dientes y regresaba diciendo: "Oh, me encantaría que esa persona ocupara el cargo".

Se echa la sombra
Desde la época de Napoleón, la influencia de los Hombres Grises ha crecido sin medida. Sin embargo, ellos han conservado el poder directamente a través de su estirpe. Empezaron a establecer bancos, a ejercer influencia sobre los gobiernos y sobre los reyes y jefes de esos gobiernos. Y los que no jugaban a la pelota con los Hombres Grises encontraban que su abastecimiento de oro era suprimido; los países con los cuales habían establecido relaciones ya no estaban de su lado. En la gran ramera llamada Europa, todo se dictaba tomando como base el poder del oro y del papel moneda.

Después de finalizar el siglo XIX, un gran hombre heredó de los primeros Hombres Grises un maravilloso plan de negocios con el cual él y su familia empezaron a controlar a Europa.

Toda guerra desde los tiempos de Napoleón ha sido manipulada, creada y financiada por los Hombres Grises y sus familias. Si no había motivo para una guerra, ellos lo tramaban, a cualquier precio. Recordad: estas familias no tenían compromisos ni pactos con ningún país, y, por lo tanto, las leyes y creencias religiosas de los países les importaban un bledo. Estaban completamente solos, lo que les permitía llevar a cabo sus planes sin ningún escollo. Creaban dictadores de en medio de la gente común, planeaban asesinatos, revoluciones y discordia. Todo para lograr poder.

El dinero jugaba un papel importante, claro, pero el dinero les proporcionaba poder; cada hombre tenía su precio y ciertamente cada reino también lo tenía. ¿Habéis visto este drama en escena antes?

El nombre de este hombre era Rothschild; ¿os suena conocido? Recordadlo, porque muy pronto comenzaréis a ver cómo esta familia orquestó el derrumbe de la igualdad de los seres humanos en todo el mundo.

En el año 1857, esta dinastía había colocado personas fieles a sus intereses en posiciones claves en Europa y otros lugares del mundo. Estaban empezando a colocarlas en América. En ese mismo año hubo una reunión en Londres. Allá fraguaron todas las guerras que ocurrirían en Europa y las Américas, incluyendo la Segunda Guerra Mundial.

Esta misma gente planeó la guerra entre el Norte y el Sur de los EE. UU. Estas familias, en alianza con los fabricantes de armas, que tampoco tienen compromisos con ningún país, crearon el levantamiento civil que ocurrió en Norteamérica. Todo fue manipulado; el Norte quería la riqueza del Sur. La esclavitud del ser humano no fue la razón del conflicto sino, más bien, un pretexto. Los esclavos ya estaban en proceso de recibir su libertad mucho antes de que estallara este choque. La guerra fue una maquinación para ganar control sobre la riqueza del Sur.

Lincoln fue un gran Presidente. No ha habido otro como él. Desde que tomó posesión de su cargo, hizo esfuerzos para dejar de comprar dinero de Europa. El también sabía que el conflicto estaba siendo creado, para enfrentar al hermano contra el hermano. Desesperadamente trató de promulgar un sistema que le permitiera a su pueblo tener su propio dinero en vez de comprarlo a Europa. Cuando había tomado la decisión para que su país imprimiera su propio papel moneda, sin interés, para la soberanía de su pueblo, se deshicieron de él. Simplemente era una amenaza para un sistema inventado en Europa; un sistema que ya estaba controlando las economías de todo el mundo y también la de esta nueva y verde nación. No fue un loco quien acabó con la vida de este maravilloso hombre; fue un asesino a sueldo. En consecuencia, el dinero continuó fluyendo hacia América, amparado por intereses foráneos.

Ahora, vayamos hasta la Primera Guerra Mundial. La llamaron La Gran Guerra. Un interesante nombre para una guerra: la gran guerra. Fue engendrada y financiada no solamente por los banqueros norteamericanos, sino también los banqueros de Inglaterra y Suiza. Esta guerra se planeó para dar origen a un sistema de gravámenes ya antes propuesto. Los Hombres Grises querían imponer cargas directamente sobre los hombros del pueblo norteamericano. La guerra se creó para implicar a los EE.UU., para someter a Europa y para introducir gradualmente un control sobre el dinero en los EE.UU. Todo sucedió como estaba planeado.

Recordad: los bancos en América e Inglaterra y ciertamente en otros países apoyaron esa guerra. Por esa época la gente en Norteamérica estaba descubriendo la libertad, la tierra y las oportunidades. Muchos emigraron de Europa en busca de la libertad. Podían tener las creencias que quisieran, vivir como escogieran; no estaban bajo el yugo de los tiranos en Europa.

Norteamérica no se formó de un grupo específico de gentes, era una fusión de razas; allí todos estaban disfrutando de una libertad inmensa.
Quiero que sepáis que los EE.UU. acababan de salir de una horrible guerra con Cuba.** ¿Habéis oído algo de Rough Riding Ted?*** Cuba fue una vez una gran isla, un gran pueblo. No eran revolucionarios, eran tranquilos campesinos y no tenían proyectos revolucionarios. En los EE.UU., a través de la propaganda, se enseñó al pueblo sobre el enemigo allá abajo y sobre la amenaza que esos campesinos representaban para la paz mundial. ¿Amenaza?

Los fabricantes de armas tuvieron mucho que ver. Fueron ellos los que crearon la guerra y luego importaron los agitadores y los revolucionarios. Así que este país se fue a la guerra para acabar con los insurgentes cubanos. ¿Sabéis a quienes masacraron? A campesinos que no sabían de qué se trataba, que nunca habían pensado en guerras. Ellos pensaban sólo en sus cosechas, sus hijos, su amor a Dios, su creencia religiosa. Nunca habían hecho daño a nadie, pero eran los insurgentes y había que aniquilarlos. Esta guerra fue también creada por los Hombres Grises.

Se necesitó mucho para implicar a los EE. UU. en la Primera Guerra Mundial; nadie quería comprometerse, pero los Hombres Grises poseen todos los medios de comunicación: los periódicos que leéis, la tv que miráis, las revistas que hojeáis, las ondas de radio que escucháis. Empezaron a hacer una campaña sobre el patriotismo de los norteamericanos y todo lo demás. Y todos los que no ondeaban la bandera de la libertad eran considerados traidores. El pueblo fue así manipulado muy fácilmente.

Para que el pueblo se inmiscuyera en la guerra, hubo una agitada campaña política en los EE.UU. ¿Recordáis qué metió a este país en el enredo? Exactamente, un barco que se hundió. ¿Sabíais que barcos de pasajeros estaban transportando contrabando desde las costas de los EE. UU.? Transportaban armamento aun antes de que los norteamericanos se involucraran en el conflicto. ¡Cuán valientes esos soldados que murieron en esa guerra! ¡Era una guerra que defendía la libertad y salvaba a Europa de la amenaza alemana! ¡Me da risa! No fue nada de eso; fue todo muy bien manipulado. Cuando todo terminó, los EE.UU. habían pedido prestado mucho dinero para sufragar los gastos de la guerra. Por lo tanto, de una forma muy sutil, se sugirió que para cancelar la deuda había que imponer un nuevo impuesto. Se aprobó el impuesto y el pueblo empezó a pagar a los Hombres Grises, quienes finalmente estaban recibiendo el rendimiento de la inversión. Estos hombres no estaban satisfechos; querían que el impuesto continuara, para que el pueblo de los EE. UU. quedara en la misma condición de endeudamiento en la que se encontraba Europa.

Por esta época sucedieron muchas cosas en la historia. Los medios de comunicación eran propiedad de los Hombres Grises; el pueblo norteamericano pagaba gravámenes por una guerra que nadie entendía; nadie sabía por qué se luchaba; la gente nunca comprendió la razón por la cual se reclutaba a sus hijos para que murieran en tierras extrañas. Nunca les contaron la verdadera historia.

 Vino entonces otro presidente, uno que "tuvo un accidente". El no quería jugar a la pelota; no quería implantar en los EE.UU. el sistema de control de la moneda conocido como Reserva Federal. Tuvo un pequeño, infortunado accidente. Los Hombres Grises realmente saben quién es el mejor hombre para la Oficina Oval; el hombre escogido debe estar dispuesto a jugar a la pelota con ellos. Durante las nominaciones y nombramientos de presidentes y otros políticos, muchos han tenido que renunciar a causa de escándalos. No ha habido un solo escándalo de este tipo que no haya sido planeado. ¿Sorprendidos?

Aquellos presidentes norteamericanos que han muerto violentamente no fueron asesinados por psicópatas, sino porque se decidió que tenían que irse; no estaban jugando a la pelota. Algunos de ellos encontraron que su Dios interior estaba despertando y diciendo: "Esto no es correcto; mi conciencia me dice que no lo puedo hacer".

Bueno, los Hombres Grises tienen oficinas en diversos lugares. Cuando uno de los políticos no está jugando a la pelota, se convoca una reunión y simplemente dicen: "Desháganse de él". Viene entonces el próximo en la línea y mantiene el status quo. ¿Están vuestros ojos abiertos? Estáis viendo escrito lo que unas cuantas entidades se han atrevido a compartir con vosotros. Supongo que soy bastante intrépido.

Para 1920, las familias de los Hombres Grises llegaban a doce. Eran dueños de los Bancos internacionales y, literalmente, eran dueños de la misma Suiza. Ellos decidieron que ya no era conveniente transportar el oro de un lugar a otro, así que crearon el papel moneda y el Banco de Londres. Son los dueños del Banco de Londres. En los países influyentes crearon una Reserva Federal en la cual imprimen el papel moneda de acuerdo con sus deseos y sus planes de poder.

Finalmente, después de algunos incidentes, se aprobó la Ley de la Reserva Federal en los EE.UU. Así, ésta podía imprimir papel moneda que no necesariamente estaba apoyado por reservas de oro. Los Hombres Grises crearon una economía basada en pedazos de papel sin valor. No hace muchos años en los EE.UU. era ilegal poseer oro; era obligación devolverlo al estado.

 Debéis entender que el oro ha sido el instrumento de trueque desde hace tres mil años. La idea de los Hombres Grises era despojar al ser humano de su sentido de valor para así poder controlarlo más fácilmente. La Reserva Federal norteamericana empezó, entonces, a imprimir papel y escribió "en Dios confiamos" en los billetes. Dicha Reserva es manejada por un director que es nombrado por un comité ejecutivo, que a su vez es nombrado por el presidente; y el presidente a menudo es nombrado por – la sombra, sí.

La Reserva Federal es un sistema bancario que le presta dinero al país, y sin embargo no le presta suficiente para cancelar el interés sobre la deuda. Sucede entonces que si os quedáis un poco cortos y vuestros productos no se están vendiendo bien en el exterior, nunca vais a poder cancelar esa deuda porque gana más y más interés y sólo contáis con el papel moneda que se imprimió. ¿Qué hacer entonces? Tenéis que empezar a hipotecar o vender el país por pedazos. ¡Este gran lugar de fusión de pueblos, este modelo de libertad, los EE.UU., se están vendiendo para poder cancelar la deuda pública! ¿No os parece extraño que un país esté en deuda con él mismo? Qué raro; yo siempre pensé que era muy extraño. ¿Quién es el acreedor?

Para asegurarse que se cancelaría la deuda, se incrementaron los impuestos un poquito más. Y luego, el Martes Negro, todo el mundo perdió lo que tenía con la caída del Mercado de Valores. El valor de las acciones se desplomó dramáticamente y la gente se lanzaba por las ventanas en Nueva York. Nada mejor para los Hombres Grises. Las familias que controlaban y las personas que tenían en posiciones claves obtuvieron el derecho legal para adquirir una inmensa y poderosa riqueza a precios de ocasión. La quiebra también fue planeada.

Ahora debéis pagar un impuesto despiadado controlado por los Hombres Grises. La Reserva Federal no es propiedad de ninguno de vosotros, ni de vuestro gobierno – es propiedad de ella misma.
Los países se estaban endeudando rápidamente, había una gran depresión y la naturaleza no estaba cooperando. Eso era lo que decían. La gente estaba pasando hambre, parados en fila para conseguir pan.

¿Recordáis aquellos días? El pueblo estaba tratando de salir de una economía floja y de la pobreza. De manera que se creó la Segunda Guerra Mundial.

El monstruo Hitler no habría llevado al cabo su cometido si no hubiera sido financiado por aquellos que costeaban a Alemania. Ellos jugaban con el deseo vehemente de poder absoluto que tenía Hitler; jugaban con su ego falso. Esta limitada entidad tenía una visión: ser el emperador del mundo. Soñaba con ser el número uno en el mundo y quienes lo apoyaban le dieron suficientes palmaditas en el hombro para convencerlo de que podía lograrlo. Hitler ciertamente había jurado lealtad a su país, pero necesitaba un pretexto para confiscar riquezas y esto lo logró destruyendo una valiosa raza.

Quiero que sepáis algo: un banco de Nueva York ayudó a financiar a Hitler. Los bancos ingleses lo financiaron aunque estaban en guerra con él. Los recursos naturales de los EE.UU. – carbón y níquel le fueron despachados ya que Alemania no los poseía. ¿De dónde sacó el metal para producir sus armas? De todos los países que eran propiedad de los Hombres Grises. Hitler estaba muy bien armado.

Poco después se escuchaba el siguiente comentario: "En Alemania está sucediendo algo atroz. Yo creo que deberíamos intervenir". Y los políticos gemían y proclamaban: "No podemos permitir que la grandeza de América mengüe mientras nuestros aliados son atacados por ese monstruo... y si no actuamos pronto, no podremos acabar con el comunismo y el marxismo y la amenaza de Stalin. Tenemos que ir a la guerra para preservar la libertad."

Todo fue un juego muy bien planeado. La gente sencilla envió a sus hijos a la guerra, a morir solos en frías y pantanosas trincheras empapadas de sangre, mientras en Norteamérica la economía florecía, la gente ganaba más dinero, el nivel de vida mejoraba y todo el mundo estaba feliz, con excepción de aquellos que morían en las trincheras, solos. Esta guerra fue financiada naturalmente desde los EE.UU. Cuando se necesitó más dinero para poner a funcionar la maquinaria de guerra norteamericana, se subieron los impuestos un poquito más y vuestra deuda pública aumentó de un modo escandaloso.

¿Quién ganó la guerra? Quizás leísteis en la prensa sobre la Victoria. ¿Lo habéis estudiado en los libros de historia? Los aliados no ganaron la guerra. Los Grises que promovieron la guerra todavía viven en su élite de riqueza y son los amos del mundo; los verdaderos conquistadores detrás de los jinetes escaparon de la escaramuza sin un rasguño. Ninguno de sus hijos fue a la guerra. Su riqueza aumentó de un modo descomunal después de esa acción.

Hay tanto que contar sobre esta danza. Qué decir y qué no decir... es mi dilema decidir qué es importante en este momento. No habrá otra marcha de esa magnitud, al menos en esta oscura edad de los tiranos.


Extractado dle libro "el último vals de los tiranos" Ramtha.

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