martes, 8 de septiembre de 2015

LA VERDAD Y LOS TRABAJADORES DE LA LUZ

Sabemos que “La Verdad es Una“ y ha sido ya amplia y muy sabiamente revelada, pero hay tres puntos principales a destacar en el Servicio hacia ella:

1. La VERDAD UNA debe tomar diferentes formas de expresión, según los tiempos, las circunstancias y las necesidades evolutivas, para facilitar su comprensión a los seres.

2. La verdad, por primera vez en la historia de esta Humanidad, está abierta a todos, como oportunidad de final de ciclo. Por lo tanto, ha de manifestarse ahora con sencillez, con simplicidad y ternura, para que la mayor cantidad posible de seres tengan acceso a ella.

3. Las informaciones, los datos, los Servicios, y sus formas están cambiando constantemente.

Los Servicios, en su forma y necesidad, cambian a cada momento; las informaciones, en consecuencia, también, y lo que es más importante es, que éstas cada vez serán más necesarias.

Por lo tanto, ante todo ello, el Servicio de los seres-canal de información se hace muy importante en éstos momentos, y sobre todo, en los que vendrán. ¿Por qué? porque es la única fuente de contacto que no necesita tecnología física, y que os mantiene conectados a los planos superiores de conciencia.

En todo momento, un ser preparado puede recibir información sobre planes, detalles o cambio de esos planes. Es de vital importancia tomar conciencia en éstos momentos, de la necesidad de la recepción de información y energías.

En realidad, todos los seres en Servicio, trabajan de una u otra manera en ésta tarea. Pero es muy importante, que los seres con facilidad para conectar y recibir información y energías, desarrollen y afinen estas capacidades que son muy necesarias ya, y que habrán de serlo todavía más, conforme se acerque el cambio de ciclo.

¡Qué hermoso es contemplar desde las altas esferas de Luz, el afán y el esmero de los seres en Servicio, por colaborar con el Plan del Padre y sus huestes estelares! 

Contemplamos con gran ternura vuestros esfuerzos, vuestro batallar y luchar entre tanta densidad y tanta dureza. Pero ésa es la misión de los seres de Luz: batallar en la oscuridad, llevar el Amor a los seres que están, como vosotros, en la oscuridad, pero que todavía no pueden ver por sí mismos, porque todavía no recuerdan que ellos mismos son Luz y Amor.

Vosotros sois nuestros mensajeros, sois nuestro corazón, nuestro Amor encarnado. Recibid pues, nuestro Amor, proclamadlo y llevadlo allí donde vayáis. Ese es vuestro Servicio, esa es la Nueva Humanidad, la nueva semilla que ya está impresa, no sólo en vuestros corazones, sino en todos vuestros cuerpos, incluido el cuerpo físico.

Sabed que los cambios en todos vuestros cuerpos están casi ultimados, incluido el cuerpo físico.

La energía sutil y veloz corre ya por vuestro cuerpo, por vuestra respiración, por vuestra sangre.

Todo ha cambiado. Vibráis a una velocidad mucho mayor, pero ese ajuste es el preciso y necesario, para estar en equilibrio con las nuevas energías.

Sabed también, que el nuevo código genético ha sido, o está siendo ya instalado, en gran cantidad de seres encarnados y por encarnar.

Muchos de los auto-convocados, llevan ya en sí el nuevo código genético. Los cambios mayores se encuentran todavía en el nivel etérico, y no pasarán al plano físico en aquellos aspectos en los que externamente pudieran llamar la atención. 


Pero a nivel celular, hormonal, cromosomático, sanguíneo y respiratorio, los cambios ya están hechos, y son perfectamente acordes a la nueva vibración, instalada sobre todo en Sudamérica, que es, a partir de ahora, un “arma de doble filo”:

1. Energía de gran avance para los seres en Servicio y entrega.

2. Energía de aceleración de los procesos devastadores, que al recibirse con rechazo o sin conciencia, producen un efecto involutivo en vez de evolutivo.

Todos los procesos están siendo acelerados y multiplicados, por lo que la precaución ha de ser extrema en todo momento. Precaución por lo inferior, por lo falso, por lo ilusorio.

Recordad que los mensajeros de la Luz y la Verdad, son imprescindibles, necesarios, en éstos momentos. Nadie mejor que un ser afín a otro ser, para compartir con él informaciones, experiencias, alegrías, tristezas y trabajos. La energía depositada en vosotros, se dirige fluida y libre hacia el plano en el que habitáis.

¡Benditos aquellos que recuerdan su Ser, que humildemente cumplen su Servicio, y que nos reconocen y nos aman!...


En verdad son dignos de bendición, aquellos que reconocen la Luz y trabajan para ella; porque recibirán la más grande recompensa, inefable, sin comparación con nada en la Tierra: el Amor, el reconocimiento propio y el recuerdo de la propia esencia y unidad cósmica. No hay mayor ni mejor regalo que éste.

Así pues, alegraos, sed felices, reconoceos y reconoced el privilegio y la gran oportunidad que estáis viviendo. ¡Tanto trabajo para llegar hasta aquí! Ahora podéis hacerlo, ahora podéis servir al Amor y a la vida, ahora podéis reconoceros y regocijaros en la alegría del Servicio y del trabajo duro, ¡pero tan agradecido!

Como veis, cuando el sentimiento se eleva y la conciencia acude al llamado de la verdad, la alegría, el anhelo por ser útil, por servir, por amar y por crecer, vuelven inmediatamente al Ser.

Eso sois vosotros, los trabajadores infatigables de la Luz y del Amor. ¿Cabe mayor privilegio que el poder ser conscientes de toda ésta realidad?

Vosotros sois nuestros amados hermanos. Unámonos todos en alabanza a Nuestro Padre, que tanta dicha y tanto Amor ofrece a todas sus criaturas.

¡Bendito sea Nuestro Padre Universal, Fuente de toda Vida!



 Ashtar.

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