martes, 26 de abril de 2016

EL COMPLEMENTO DIVINO

(No confundir llamas gemelas con almas afines o almas compañeras).

Por SANANDA.
Esta persona puede ser cualquiera que un tiempo dado el ser superior envía para reflejar la exacta imagen de ustedes. A menudo refleja sus vibraciones negativas, mientras que otras veces ustedes están en la gloria viendo la belleza que son. El rayo gemelo es lo máximo, la felicidad para la que nos hemos estado preparando por tanto tiempo; es abrumadora. Hoy memorias tristes desde esta partida de los dos corazones las cuales limpiaremos antes de movernos hacia el abrazo divino de nuestro rayo gemelo. Es realmente un regalo y una bendición, el que vengamos en armonía con la otra mitad de nosotros mismos. Después de trabajar en la re-conexión, el rayo gemelo es conocido como el consorte. Algunos de ustedes conectarán electro-magnéticamente con la pareja perfecta aquí en la Tierra. Una flama gemela o un alma gemela. Cualquiera que sea el nivel con el que quieran reconectar, habrá cambios en sus vidas y el espíritu no les dará nada que no puedan manejar.

Nuestro rayo gemelo sólo busca y quiere lo mejor y lo más elevado. Pregúntense si ustedes son unos de los que harán que la unión de las dimensiones con su rayo gemelo suceda.

El Amor de las mitades espirituales, solamente puede ser entendido desde su justa verdad, ya que su vínculo está hecho de amor verdadero, de la misma sustancia luz y es para toda la eternidad, por lo profundo e indisoluble de semejante unión en la que se puede reconocer al Amor Universal que todo lo une. Pertenecemos a un grupo almas gemelas con una frecuencia de vibración parecida y dentro de ese grupo está un alma con una frecuencia de vibración igual a la nuestra que es nuestro compañero de Dios de género opuesto, con nuestra misma esencia del alma y similar anatomía física. Sin embargo, podríamos sentirnos atraídos por las otras almas gemelas de género opuesto que no son la otra mitad de nuestra ser a nivel energético.

EL OBJETIVO DE LAS LLAMAS GEMELAS.
La llama gemela es hacer un viaje de partida y de retorno al Hogar. Desde el principio de los tiempos que se conocen en la Tierra, desde el continente de Lemuria y de la Atlántida, las llamas gemelas encarnaron por separado en cuerpos masculino y femenino según su polaridad, y esas fueron sus primeras encarnaciones, y a partir de ahí la mayoría seguirían vida tras vida para evolucionar, vivir la experiencia de alma en un cuerpo, con el fin de unirse sagradamente y físicamente de nuevo en la Tierra, evolucionando y experimentado vida tras vida hasta obtener la máxima evolución para poder unirse y regresar juntos en Amor Divino al Hogar, a la Fuente de Dios.

Pueden encarnar en varias vidas llamas gemelas en cuerpos opuestos o de ambos sexos, ya que son experiencias que tienen que vivir dentro de la evolución del alma. Pero hasta que no se fusionan correctamente en la Tierra, con su energía original de polaridad masculina encarnado en hombre y de polaridad femenina encarnada en mujer, no existe la verdadera consumación para el retorno al hogar, que son las últimas vidas de conciencia y servicio a la Luz y al Creador. Permanecen en esas vidas, ya sea para reencontrarse y reconocerse como Llamas o Rayos Gemelos, es decir, en esta vida actual las parejas llamas, son parejas de hombre y mujer, como fuimos creados desde el principio; polaridad femenina y polaridad masculina unidas que forman el complemento perfecto, y para que puedan llegar a unirse correctamente reconociéndose y amándose por igual; deben sanar sus propios karmas individuales y conjuntos. Todas aquellas personas que estén en el camino de la llama, tanto las que son conscientes como las que no han sufrido y siguen sufriendo desamor, sentimientos de abandono, pérdidas del ser amado, vacíos interiores de no encontrar el amor correspondido y un sinfín de situaciones conflictivas de pareja que es a lo que se le llama el karma de la llama gemela. Una vez que se está consciente de que se tiene llama gemela, ya se está listo para hacer el proceso de sanación y purificación del karma, y siempre se aconseja y se recomienda tomar este camino con la mayor alegría y disfrute posible despertando al máximo la Energía Femenina Divina, tanto en un hombre como en una mujer que son un sinfín de virtudes del corazón. Nuestro  corazón es femenino y, la mujer en especial, tiene una energía divina muy elevada y, por lo general, es pionera de rescatar el corazón de los hombres y transformar los egos masculinos permaneciendo en su centro y sanando su Energía Femenina mal experimentada. Para que se fusionen correctamente, tienen que estar elevados espiritualmente, sanados individualmente y conjuntamente (cierre de karmas importantes) para unirse en misión.

Reciben el nombre de llamas gemelas, todas aquellas chispas divinas de Dios, rayos luminosos que se desarrollaron como rayos de Luz, convirtiéndose después en Llamas Gemelas con polaridad masculina y femenina. Las primeras llamas gemelas de la creación de Dios, fueron Adán y Eva, siendo los principales rayos de luz gemelos, encarnados en un cuerpo femenino y en otro masculino. Y poco a poco, se fueron creando en el Universo más rayos gemelos, convirtiéndose en llamas gemelas que permanecieron unidas y entrelazadas hasta que decidieron por la máxima evolución de sus almas separarse y éstos se separaron en dos. Su verdadero hogar es la Fuente Divina, y su naturaleza es pura y espiritual.

Para que se fusionen correctamente, tienen que estar elevados espiritualmente, sanados individualmente y lograr conjuntamente el cierre de karmas importantes para unirse en misión de servicio. Una vez fusionados correctamente, ambos tienen la fuerza en rayos de luz y de amor, de aproximadamente 1.000 personas o más, conscientes juntas, ya que uniendo sus rayos divinos que tienen la característica de poseer las virtudes de Dios, y de los doce rayos universales. Esta máxima energía actuando doblemente, genera una luminosidad que abarca dimensionalmente en la Tierra muchísimo espacio de luz.

Una vez que las llamas gemelas se unan sagradamente en esta vida, ya no hay más separación entre ambas, aunque tengan que regresar para una misión o para acabar algún karma individual o conjunto en una próxima o más vidas. Se reconocerán y permanecerán juntos igual, es el regalo divino por todo el trabajo realizado en la actual vida y en el resto de vidas.

Todos hemos sido creados de los rayos cósmicos de Dios, y dependiendo de nuestra creación, somos de una energía o de otra, pero somos de la misma que nuestra llama gemela – nuestras almas son del mismo rayo. Las llamas gemelas arcoíris son aquellas de la Familia de Luz Crística y las más evolucionadas quedándoles una vida, o muy pocas vidas de trabajo en la Tierra o ninguna para regresar ya a la Fuente. Dependiendo de los rayos de cada llama, podrán unirse en esta Era de unión de las Llamas Gemelas, pero no necesariamente con el karma sanado completamente, dependiendo de los rayos que les falte por trabajar, la unión será distinta pero no por ello no sagrada, ya que les quedarían virtudes por adquirir y karmas juntos por sanar que lo sanarán en las siguientes vidas e incluso ha llegado a suceder que si les queda muy poquito karma, lo sanan en otros planos superiores de conciencia con el Rayo Violeta y otros, y no tienen que encarnar más, dependiendo del plan divino de ambos.

El objetivo es adquirir los Siete Rayos Universales en nuestra energía, con nuestra llama gemela hemos compartido vidas anteriores para tener la oportunidad de que nuestras almas evolucionen más, es por esta razón que vida tras vida, vamos creando lazos energéticos muy fuertes entre ambos, uniéndose por los centros energéticos (chakras) y que es a través de estos lazos cuando nos encontramos en las vidas en la Tierra, nos atraemos y nos reconocemos.

También, al estar destinados a evolucionar con el objetivo de la unión sagrada física en la Tierra, objetivo final de las Llamas, tenemos que pasar la rueda del karma, ya que vamos experimentando y creciendo poco a poco, y despertando nuestra conciencia desde vidas más primitivas hasta vidas más conscientes y hay todo un proceso de generación y deudas kármicas, que esos serían los lazos energéticos negativos que habría que cortar en el camino de la sanación por la luz.

Somos seres con naturaleza divina, y la forma de romper lazos negativos, es la de fomentar y desarrollar aún más los lazos de amor entre las llamas gemelas que son las que han de amarse verdaderamente. La sanación de los lazos negativos que los separan, pueden romperse haciendo un trabajo consciente de sanación energética, conectando con la Fuente Divina, los  Maestros y los Guías, poco a poco, convirtiéndonos nosotros en canales puros de luz. El karma ya sea entre llamas gemelas o entre almas compañeras o afines solo se puede sanar haciendo un trabajo consciente de amor y sanación, hacia nosotros mismos y hacia el prójimo. Si queremos sanar el karma desde la mente, las probabilidades de sanación son nulas ya que el karma entre personas; son lazos energéticos de baja vibración que aunque algunos residan en la mente, hay que ir limpiando capas y capas de memorias dolorosas para ir deshaciendo estos lazos con comprensión y trabajo consciente de sanación a través de la Luz. Si nuestro origen es la Luz, esta será nuestra resolución y convicción.

Otro objetivo importante de las Llamas Gemelas que debe ser consumida en la Tierra, según sea su grado espiritual más alto, o última vida; es la misión espiritual de trabajo de luz o servicio. Cada pareja de llamas con su misión determinada, puede ser más o menos elevada que otras misiones, pero todas son de igual importancia para Dios. El objetivo es unificar sus energías divinas y su fuerza, para realizar el propósito de sus almas y su plan divino, en esta Era en concreto, proporcionando ayudar en el proceso de la Ascensión del Planeta y de la expansión de la conciencia, y cuando ambos asciendan volverán a su origen, y seguirán haciendo sus labores arriba. El Plan Divino de las Llamas Gemelas está escrito que se realice en esta Era y es lo que va a ayudar en grados muy altos, a la sanación del Planeta Tierra.

"Jesús y María Magdalena son unas de las Llamas Gemelas más evolucionadas, residiendo en la novena dimensión de conciencia. Ellos han pasado también ciclos de reencarnaciones desde su separación como rayos gemelos, encarnando muchas vidas en la Tierra en las que no se encontraron y en otras sí. El Maestro Jesús era ya un ser muy evolucionado, un Avatar y una encarnación de Lord Krishna."



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