(No confundir llamas
gemelas con almas afines o almas compañeras).
Por SANANDA.
Esta persona puede
ser cualquiera que un tiempo dado el ser superior envía para reflejar la
exacta imagen de ustedes. A menudo refleja sus vibraciones negativas, mientras
que otras veces ustedes están en la gloria viendo la belleza que son. El rayo
gemelo es lo máximo, la felicidad para la que nos hemos estado preparando por
tanto tiempo; es abrumadora. Hoy memorias tristes desde esta partida de los dos
corazones las cuales limpiaremos antes de movernos hacia el abrazo divino de
nuestro rayo gemelo. Es realmente un regalo y una bendición, el que vengamos
en armonía con la otra mitad de nosotros mismos. Después de trabajar en la
re-conexión, el rayo gemelo es conocido como el consorte. Algunos de ustedes
conectarán electro-magnéticamente con la pareja perfecta aquí en la Tierra.
Una flama gemela o un alma gemela. Cualquiera que sea el nivel con el que
quieran reconectar, habrá cambios en sus vidas y el espíritu no les dará
nada que no puedan manejar.
Nuestro rayo gemelo
sólo busca y quiere lo mejor y lo más elevado. Pregúntense si ustedes son
unos de los que harán que la unión de las dimensiones con su rayo gemelo
suceda.
El Amor de las
mitades espirituales, solamente puede ser entendido desde su justa verdad, ya
que su vínculo está hecho de amor verdadero, de la misma sustancia luz y es
para toda la eternidad, por lo profundo e indisoluble de semejante unión en la
que se puede reconocer al Amor Universal que todo lo une. Pertenecemos a un
grupo almas gemelas con una frecuencia de vibración parecida y dentro de ese
grupo está un alma con una frecuencia de vibración igual a la nuestra que es
nuestro compañero de Dios de género opuesto, con nuestra misma esencia del
alma y similar anatomía física. Sin embargo, podríamos sentirnos atraídos
por las otras almas gemelas de género opuesto que no son la otra mitad de
nuestra ser a nivel energético.
EL OBJETIVO DE LAS
LLAMAS GEMELAS.
La llama gemela es
hacer un viaje de partida y de retorno al Hogar. Desde el principio de los
tiempos que se conocen en la Tierra, desde el continente de Lemuria y de la
Atlántida, las llamas gemelas encarnaron por separado en cuerpos masculino y
femenino según su polaridad, y esas fueron sus primeras encarnaciones, y a
partir de ahí la mayoría seguirían vida tras vida para evolucionar, vivir la
experiencia de alma en un cuerpo, con el fin de unirse sagradamente y
físicamente de nuevo en la Tierra, evolucionando y experimentado vida tras
vida hasta obtener la máxima evolución para poder unirse y regresar juntos en
Amor Divino al Hogar, a la Fuente de Dios.
Pueden encarnar en
varias vidas llamas gemelas en cuerpos opuestos o de ambos sexos, ya que son
experiencias que tienen que vivir dentro de la evolución del alma. Pero hasta
que no se fusionan correctamente en la Tierra, con su energía original de polaridad
masculina encarnado en hombre y de polaridad femenina encarnada en mujer, no
existe la verdadera consumación para el retorno al hogar, que son las últimas
vidas de conciencia y servicio a la Luz y al Creador. Permanecen en esas vidas,
ya sea para reencontrarse y reconocerse como Llamas o Rayos Gemelos, es decir,
en esta vida actual las parejas llamas, son parejas de hombre y mujer, como
fuimos creados desde el principio; polaridad femenina y polaridad masculina
unidas que forman el complemento perfecto, y para que puedan llegar a unirse
correctamente reconociéndose y amándose por igual; deben sanar sus propios
karmas individuales y conjuntos. Todas aquellas personas que estén en el
camino de la llama, tanto las que son conscientes como las que no han sufrido y
siguen sufriendo desamor, sentimientos de abandono, pérdidas del ser amado,
vacíos interiores de no encontrar el amor correspondido y un sinfín de
situaciones conflictivas de pareja que es a lo que se le llama el karma de la
llama gemela. Una vez que se está consciente de que se tiene llama gemela, ya
se está listo para hacer el proceso de sanación y purificación del karma, y
siempre se aconseja y se recomienda tomar este camino con la mayor alegría y
disfrute posible despertando al máximo la Energía Femenina Divina, tanto en
un hombre como en una mujer que son un sinfín de virtudes del corazón.
Nuestro corazón es femenino y, la mujer
en especial, tiene una energía divina muy elevada y, por lo general, es
pionera de rescatar el corazón de los hombres y transformar los egos
masculinos permaneciendo en su centro y sanando su Energía Femenina mal
experimentada. Para que se fusionen correctamente, tienen que estar elevados
espiritualmente, sanados individualmente y conjuntamente (cierre de karmas
importantes) para unirse en misión.
Reciben el nombre de
llamas gemelas, todas aquellas chispas divinas de Dios, rayos luminosos que se
desarrollaron como rayos de Luz, convirtiéndose después en Llamas Gemelas con
polaridad masculina y femenina. Las primeras llamas gemelas de la creación de
Dios, fueron Adán y Eva, siendo los principales rayos de luz gemelos,
encarnados en un cuerpo femenino y en otro masculino. Y poco a poco, se fueron
creando en el Universo más rayos gemelos, convirtiéndose en llamas gemelas
que permanecieron unidas y entrelazadas hasta que decidieron por la máxima
evolución de sus almas separarse y éstos se separaron en dos. Su verdadero
hogar es la Fuente Divina, y su naturaleza es pura y espiritual.
Para que se fusionen
correctamente, tienen que estar elevados espiritualmente, sanados
individualmente y lograr conjuntamente el cierre de karmas importantes para
unirse en misión de servicio. Una vez fusionados correctamente, ambos tienen
la fuerza en rayos de luz y de amor, de aproximadamente 1.000 personas o más,
conscientes juntas, ya que uniendo sus rayos divinos que tienen la
característica de poseer las virtudes de Dios, y de los doce rayos
universales. Esta máxima energía actuando doblemente, genera una luminosidad
que abarca dimensionalmente en la Tierra muchísimo espacio de luz.
Una vez que las
llamas gemelas se unan sagradamente en esta vida, ya no hay más separación
entre ambas, aunque tengan que regresar para una misión o para acabar algún
karma individual o conjunto en una próxima o más vidas. Se reconocerán y
permanecerán juntos igual, es el regalo divino por todo el trabajo realizado
en la actual vida y en el resto de vidas.
Todos
hemos sido creados de los rayos cósmicos de Dios, y dependiendo de nuestra
creación, somos de una energía o de otra, pero somos de la misma que nuestra
llama gemela – nuestras almas son del mismo rayo. Las
llamas gemelas arcoíris son aquellas de la Familia de Luz Crística y las más
evolucionadas quedándoles una vida, o muy pocas vidas de trabajo en la Tierra
o ninguna para regresar ya a la Fuente. Dependiendo de los rayos de cada llama,
podrán unirse en esta Era de unión de las Llamas Gemelas, pero no
necesariamente con el karma sanado completamente, dependiendo de los rayos que
les falte por trabajar, la unión será distinta pero no por ello no sagrada,
ya que les quedarían virtudes por adquirir y karmas juntos por sanar que lo
sanarán en las siguientes vidas e incluso ha llegado a suceder que si les
queda muy poquito karma, lo sanan en otros planos superiores de conciencia con
el Rayo Violeta y otros, y no tienen que encarnar más, dependiendo del plan
divino de ambos.
El objetivo es
adquirir los Siete Rayos Universales en nuestra energía, con nuestra llama
gemela hemos compartido vidas anteriores para tener la oportunidad de que
nuestras almas evolucionen más, es por esta razón que vida tras vida, vamos
creando lazos energéticos muy fuertes entre ambos, uniéndose por los centros
energéticos (chakras) y que es a través de estos lazos cuando nos encontramos
en las vidas en la Tierra, nos atraemos y nos reconocemos.
También, al estar
destinados a evolucionar con el objetivo de la unión sagrada física en la
Tierra, objetivo final de las Llamas, tenemos que pasar la rueda del karma, ya
que vamos experimentando y creciendo poco a poco, y despertando nuestra
conciencia desde vidas más primitivas hasta vidas más conscientes y hay todo
un proceso de generación y deudas kármicas, que esos serían los lazos
energéticos negativos que habría que cortar en el camino de la sanación por
la luz.
Somos seres con
naturaleza divina, y la forma de romper lazos negativos, es la de fomentar y
desarrollar aún más los lazos de amor entre las llamas gemelas que son las
que han de amarse verdaderamente. La sanación de los lazos negativos que los
separan, pueden romperse haciendo un trabajo consciente de sanación
energética, conectando con la Fuente Divina, los Maestros y los Guías, poco a poco,
convirtiéndonos nosotros en canales puros de luz. El karma ya sea entre llamas
gemelas o entre almas compañeras o afines solo se puede sanar haciendo un
trabajo consciente de amor y sanación, hacia nosotros mismos y hacia el
prójimo. Si queremos sanar el karma desde la mente, las probabilidades de
sanación son nulas ya que el karma entre personas; son lazos energéticos de
baja vibración que aunque algunos residan en la mente, hay que ir limpiando
capas y capas de memorias dolorosas para ir deshaciendo estos lazos con
comprensión y trabajo consciente de sanación a través de la Luz. Si nuestro
origen es la Luz, esta será nuestra resolución y convicción.
Otro objetivo
importante de las Llamas Gemelas que debe ser consumida en la Tierra, según
sea su grado espiritual más alto, o última vida; es la misión espiritual de
trabajo de luz o servicio. Cada pareja de llamas con su misión determinada,
puede ser más o menos elevada que otras misiones, pero todas son de igual
importancia para Dios. El objetivo es unificar sus energías divinas y su
fuerza, para realizar el propósito de sus almas y su plan divino, en esta Era
en concreto, proporcionando ayudar en el proceso de la Ascensión del Planeta y
de la expansión de la conciencia, y cuando ambos asciendan volverán a su
origen, y seguirán haciendo sus labores arriba. El Plan Divino de las Llamas
Gemelas está escrito que se realice en esta Era y es lo que va a ayudar en
grados muy altos, a la sanación del Planeta Tierra.
"Jesús y
María Magdalena son unas de las Llamas Gemelas más evolucionadas, residiendo
en la novena dimensión de conciencia. Ellos han pasado también ciclos de
reencarnaciones desde su separación como rayos gemelos, encarnando muchas
vidas en la Tierra en las que no se encontraron y en otras sí. El Maestro
Jesús era ya un ser muy evolucionado, un Avatar y una encarnación de Lord
Krishna."
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