La ira
espiritual significa que ustedes pueden ser inmensamente afectados por la
maldad del mundo, por el sufrimiento de gente inocente, por la destrucción de
la tierra, por los destrozos de las plantas, de los árboles y del mundo animal.
Todas estas cosas... inequidad política y social, la aparentemente innecesaria
muerte de diez mil niños, las guerras, la violencia… Estos son asuntos que los
afectan a ustedes profundamente y los cuales pueden fomentar ira dentro de
ustedes, como resultado de lo cual ustedes se sienten impotentes.
Es una
característica de los Trabajadores de la Luz el dejarse llevar por esta ira e
ir más allá de sus límites en esto. Ellos se pierden a ellos mismos en su deseo
de cambiar y mejorar el mundo. Esto puede ser pasión por cambiar las cosas en
un nivel político o social, o puede emerger como un deseo de ayudar a la gente
en un nivel personal, como una profesión o en su vida privada.
El deseo de ayudar y cambiar las cosas a menudo contiene una forma
de ira espiritual, aunque esto puede no ser perceptible. Después de todo,
ustedes parecen simplemente ‘querer lo mejor’ para alguien más o para la
sociedad. Pero seguramente, hay cólera dentro de ustedes cuando se sienten
inclinados a forzar a alguien - no importa cuán sutil – a cambiar su comportamiento o sus
emociones. Con frecuencia, ustedes no notan que el tiempo aún no está maduro
para eso.
Cada
vez que ustedes sienten una intensa indignación o una enorme pasión por cambiar
las cosas, o cuando tienen sentimientos de impotencia y enfado hacia las cosas
como son, están en la trampa de la ira espiritual. Ustedes quieren mucho al
mismo tiempo. Ustedes no están viendo la realidad como es, porque están
capturados por una emoción, la emoción de la ira. Sean conscientes de esto y
que lo suelten, porque esta clase de inspiración que en realidad está cargada
con ira los saca de su centro. No les va a brindar la verdadera inspiración, la
paz y la quietud en su cuerpo emocional, que los ayuda a encarnar su Luz en la
Tierra.
Ustedes logran encarnar verdaderamente su Luz en la Tierra estando
enteramente centrados en su propio ser, en un estado de la mente puro y calmo.
En este estado ustedes pueden sentir que están en el mundo pero no son de él. Ser del mundo significa que ustedes
atribuyen valores a todo lo que observan con sus sentidos: violencia, guerra,
enfermedad, destrucción. Si ustedes consideran esto solamente con sus sentidos
físicos, fácilmente pueden obtener ira.
Hay un
significado secreto en el sufrimiento. Cada alma, cada ser viviente que está
aquí sobre la Tierra está aquí para descubrirse, para expresarse y para
aprender más acerca de qué es ser humano y espíritu al mismo tiempo.
Cada
alma sigue su curso de acuerdo a su propio camino de desarrollo. Y a ustedes se
les pide que respeten esto, que den un paso atrás y que se concentren
enteramente en ustedes mismos, en su propia Luz.
La
energía, la verdad, la vibración que posteriormente ustedes irradian invita a
las personas (o a los animales o a las plantas) a entrar a su campo de energía
y a experimentar una vibración sanadora. Éste es el trabajo por el cual ustedes
vinieron. No hay necesidad para ustedes de pararse en las barricadas. No hay
necesidad para ustedes de pelear por esto.
Su trabajo espiritual real no es hacer sino ser. Cuando
su energía espiritual está en equilibrio, la energía sanadora que ustedes
emiten a los demás fluye fácilmente y suave, sin esfuerzo físico o mental. Se
siente ligera y serena, sin agotarlos. Las cosas y las personas aparecen
espontáneamente en su camino y se vuelven a ustedes por sanación.
Cada
vez que ustedes se cierren en indignación y enfado, incluso si esto concierne
injusticia o sufrimiento que ustedes consideran insoportable de observar, den un paso hacia atrás y muévanse
hacia el centro de ustedes mismos. Entren al silencio y acepten que las
cosas son como son.
Acepten que todo completa su propio ciclo y que tiene su propio
desarrollo, incluyendo a las personas que ustedes más quieren. Déjenlos libres
a ellos también. Es suficiente con estar ahí para ellos, nada más y nada menos.
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