lunes, 11 de abril de 2016

ESTAR EN LA LUZ

Estar en la luz significa estar en un estado de conciencia en el cual ustedes se dan cuenta de vuestra unidad con todo lo que es.  Si están en la Luz, si son la Luz, se sienten completamente libres e infinitos. Saben que son parte de una totalidad mayor y sienten que son profundamente abrigados dentro de esta red infinita de conciencia viva. La Luz es vuestra conexión al Uno.

La Luz por naturaleza no tiene forma. No es dependiente de ninguna forma material. Es libre de las restricciones del tiempo y del espacio. Ustedes no son la forma material  que vuestra conciencia habita en este momento. Ustedes no son vuestro cuerpo, no son la carne y los huesos de los cuales está hecho vuestro cuerpo, no son el género ni las características que pertenecen a vuestra personalidad actual. Ellos son parte de ustedes, pero ustedes son mucho más. Son su origen, el creador divino.

Vuestra alma infinita ha habitado en muchas formas de vida diferentes y ha experimentado un gran número de vidas a través del universo. Estas experiencias los han enriquecido de maneras que ustedes aún no reconocen. Vuestro a veces arduo viaje a través de la encarnación es nada menos que el modo en que Dios se expande a sí mismo. Vuestro viaje a través de la forma es significativo porque permite que toda la creación se expanda y prolifere de maneras nuevas y enriquecedoras.

Yo sé que a veces ustedes no lo sienten así. Ustedes pueden llegar a abrumarse por la falta de luz y conexión en la Tierra. Yo lo sé. Estoy aquí para encender una chispa de remembranza en vuestra alma. Si ustedes recuerdan quiénes son realmente, se dan cuenta de que vuestro centro divino aún está entero e intacto a pesar de todo por lo que han pasado. Sentir vuestra totalidad puede darles una sensación de alivio o incluso un sentimiento de éxtasis.  Aquí es cuando ustedes saben que están dando con la verdad. Ustedes recuerdan la verdad de quiénes son: un alma divina con infinitas posibilidades. Estoy aquí para recordarles quiénes son y para inspirarlos a traer esa conciencia a vuestra vida diaria.

No hay una verdadera brecha entre el ustedes humano y el ustedes divino. Vuestro ser divino no está en algún otro lugar. Para empezar no está ubicado en el tiempo y en el espacio. Si ustedes quieren conectarse a él ahora mismo, pueden hacerlo dando un paso atrás por un momento en asuntos que abruman vuestra mente y emociones. Imaginen que vuestra conciencia se vuelve más grande, apartándose de estos asuntos y entrando a un espacio de conciencia abierta. Dentro de este espacio no hay necesitar o querer, sólo hay ser. Puede parecer como si esto no fuera a ayudarlos a resolver ningún problema en vuestra vida, pero yo los estoy invitando a simplemente intentarlo. ¿Pueden cambiar vuestra conciencia y tan solo observarse de un modo tranquilo y despreocupado? ¿Pueden estar con ustedes mismos sin juzgarse o interferir? Ustedes encontrarán que al hacer esto se vuelven calmos y más relajados. Si vuestras emociones, pensamientos o sensaciones físicas los arrastran afuera de este espacio calmo, no se preocupen. Déjenlo ser. Observen qué sucede. En algún momento descubrirán que entrar en este espacio de conciencia silenciosa es una herramienta poderosa para recordar quiénes son.

Esta herramienta siempre está disponible para ustedes. Ustedes pueden permanecer en contacto con vuestra totalidad, con el espacio de libertad interior, por medio de mantener siempre cierta distancia de las cosas que los perturban, o aún de aquellas que los excitan de un modo positivo. Manteniendo cierta distancia ustedes conservan la conciencia viva de que estas cosas nunca los definen totalmente, aunque en verdad son importantes en vuestra vida. Ustedes son más que las emociones y los sucesos que transpiran en vuestra vida. Dentro de ustedes hay una presencia que silenciosamente pero aún así intensamente observa ir y venir todos estos sucesos y experiencias. Esta presencia es indestructible. Es la fuente de la vida misma.

En vuestra vida en la Tierra ustedes eligieron conectar temporalmente vuestra conciencia con el cuerpo, una forma. Hay una razón para esta elección. El cuerpo es muy precioso. Es una admirable proeza el hecho de que ustedes puedan enfocar vuestra conciencia de tal manera que los identifica parcialmente con un cuerpo, con la persona que son ahora, hombre o mujer, con todos los talentos y características que les pertenecen. Sin embargo, por favor no cometan el error de creer que son este paquete de características. Ustedes son la conciencia que los experimenta. Este conocimiento puede ponerlos en libertad.

El ustedes divino, vuestro ser despojado hasta el núcleo, es como un amplio espacio abierto, vacío y aún así lleno de vitalidad y potencial. Ésta es la parte de ustedes que es Dios. Éste es el Hogar. Si ustedes se conectan a esta parte vuestra sienten alivio, alegría y libertad. Se sienten a salvo. Estar en la oscuridad significa que se sienten separados de su centro, de su conexión con la totalidad. Se sienten disipados del amplio espacio interior que por sí sólo puede traerles la paz y la alegría que están buscando. Todo el sufrimiento se origina desde esta sensación de desconexión. Es el dolor más severo que vuestra alma puede experimentar.


JESHUA.

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