jueves, 7 de abril de 2016

LA MATERIA, PENSAMIENTO MATERIALIZADO

Nunca se te niegan las respuestas a tus preguntas.

Cualquier pregunta que formules seriamente y creyendo, te será respondida exactamente. Ni más, ni menos.

Si sinceramente y creyendo preguntas como ganar un millón de dólares, el universo conspirará para traerte el conocimiento, las herramientas, la gente y los eventos para darte la respuesta. Si preguntas como ganar mil millones de dólares, también obtendrás la respuesta por el valor de esa cantidad. Einstein no nació siendo un genio físico matemático. El, simplemente formuló las preguntas correctas en forma creíble.

Como ves, el universo funciona por una ley perfecta que jamás falla ni favorece a ninguna persona en particular. Una vez que entiendes las reglas del universo, profundamente complejas y al mismo tiempo simples, perfectamente equilibradas, no puedes fallar en tener éxito en forma predecible.

Cuando veas caos e impredecibilidad en el universo, simplemente estás viendo algo que no entiendes pero es algo que está organizado y es predecible por ciertas leyes. Nada es difícil para La Fuente, Dios. La perfección y el equilibrio son la naturaleza de La Fuente. De ahí que todas las leyes se aplican por igual, universalmente y sin falla. Formula las preguntas correctas, en forma creíble y honestamente.

Sé específico y no sigas cambiando de parecer en tu mente. Todos los pensamientos cuentan y producen resultados. El cambiar de idea todo el tiempo “confunde” al universo.

Cualquier cosa a la que le pones la atención recibe energía y crece.
Retírale la atención y se muere. Sé conciente y deliberado en esto.

La intención va con la atención. Lo que tú propones y a lo que le das atención comienza a manifestarse.

Nos convertimos en lo que pensamos. Somos la sumatoria total de nuestros pensamientos.

Todas la leyes de la naturaleza funcionan siempre; nunca fallan, ni siquiera una sola vez, puesto que si así sucediera causaría caos en el universo. La naturaleza de la Fuente es la perfección.

Tú te conviertes en lo que piensas, sin falla. Si piensas en la riqueza, sin pensamientos contradictorios, te vuelves rico, sin falla.

La materia es pensamiento materializado.


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