YESHUA.
¿Por
qué las almas siempre eligen experimentar la separación? En el momento en que
ustedes eligen encarnar y vivir dentro de una forma material vuestra luz queda
limitada y restringida. Vuestra conciencia se reduce y ustedes pierden vuestro
sentido de infinitud. Ustedes tienden a perder la conexión con el ustedes real,
el que es amorfo, libre e ilimitado. Especialmente para las almas jóvenes,
quienes están en la etapa inicial de su viaje de encarnación, es fácil olvidar
e identificarse con la forma que ellos habitan. Es un signo de madurez cuando
un alma es capaz de habitar totalmente un cuerpo humano y al mismo tiempo
comprende que no es el cuerpo sino aquél que lo experimenta y le da vida. A
medida que el alma evoluciona nace la conciencia de que hay algo trascendiendo
el cuerpo, la forma material enfocada en el tiempo y en el espacio. El alma
madura se abre a la dimensión de lo amorfo y comienza a reconocer que su propia
esencia reside ahí. Al hacer esto el alma evolucionada será capaz de traer la conciencia
de unidad dentro del reino de la forma material.
¿Por qué un alma elegiría aventurarse en el viaje de la encarnación?
¿Por qué ustedes eligieron estar confinados por la forma material, por el ciclo
del nacimiento y de la muerte y todo lo que viene con eso? ¿No habría sido
mucho más feliz haberse quedado todo el tiempo en un estado de unidad infinita?
Háganse esta pregunta. Algunos de ustedes podrían decir ahora mismo que si
fuera posible no volverían a encarnar otra vez. Ustedes me dirían que la vida
en la Tierra es demasiado dura, demasiado oscura y que añoran terriblemente ir
al Hogar y quedarse ahí por siempre. Sin embargo, yo les estoy diciendo que
vuestra alma eligió experimentar esta vida que están viviendo en la Tierra al
igual que eligieron experimentar todas las vidas que vivieron en la Tierra. Hay
una parte de vuestra alma que ama danzar con la materia, y yo les estoy diciendo que ésta es la parte más divina, sagrada y
creativa de ustedes.
Dios desea traer luz dentro de la forma material. El Espíritu (a
quien uso como sinónimo de Dios) creó la materia para que la Luz tome forma y
sea experimentada por ella misma. La creación de la materia puso en juego la
danza de la conciencia y de la materia: la danza del cuerpo y del espíritu. La
interacción entre el cuerpo y el espíritu es la manera de Dios de crear.
Ustedes – como un
espíritu habitando un cuerpo –
son el despliegue de la creación de Dios. A
medida que vuestra alma va evolucionando y madurando, va adquiriendo la
capacidad de sostener la luz del Espíritu y de expresarla a través de un
cuerpo. El arte de vivir en un cuerpo es manifestar la libertad del Espíritu
dentro de la dimensión material. Cualquier cosa en la dimensión material que es
iluminada desde adentro por la conciencia del Espíritu irradia belleza y
vitalidad y agrega algo importante a la vida. La luz encarnada es la luz más preciosa que existe. Al encarnar vuestra luz del alma
en la Tierra, en la forma material, ustedes están expandiendo la creación de
Dios. Ustedes están creando algo nuevo y contribuyendo en algo a la totalidad
que no habría existido sin su presencia única.
La
abundancia de formas de vida que existen en la Tierra, en los reinos animal,
vegetal y mineral, reflejan el deseo del Espíritu de manifestarse de diversas
maneras. La belleza y variedad de la vida en la Tierra ha evolucionado a partir
de la danza entre la materia y el espíritu, entre la conciencia y la forma.
Dios anhela expresarse en diferentes formas, porque enriquece la creación y
porque permite a todos los seres experimentar la belleza, la alegría y la
aventura en sus ciclos de vida. Todos los seres son chispas del Espíritu.
Viajar a través de diferentes formas y conocer la vida desde muchas
perspectivas diferentes trae profundidad y sabiduría a vuestra alma. Incluso la
experiencia de la separación, de la oscuridad, puede ayudar a enriquecer la creación.
Ustedes
son Dios. Ustedes alguna vez hicieron la elección de descender dentro de la
materia y hacer brillar vuestra luz mientras habitaban una forma limitada. Esto
no es algún castigo que tengan que soportar. Es el resultado de una elección
sagrada que hicieron como parte de Dios. Ustedes realmente son un Creador. Más
allá de la resistencia que puedan sentir ahora mismo hacia su vida en la
Tierra, hay un profundo y constante deseo en vuestra alma de traer luz a la
realidad densa de la Tierra. Hacer brillar vuestra luz sobre las partes oscuras
de la realidad terrestre, adentro y afuera, es verdaderamente vuestro llamado
del alma. Si ustedes hacen esto experimentan una especie de satisfacción que
toca vuestro corazón más profundamente que cualquier otra cosa. Incluso la
visión de estar ahí arriba en el cielo en eterna dicha y paz palidece en
comparación. Esto es porque está en vuestra naturaleza como un ser divino
danzar entre el cuerpo y el espíritu. Es esta danza que. constituye la esencia
de la creatividad. Ustedes, quienes por momentos se sienten desanimados por
vivir en un cuerpo humano en la Tierra, sentirán alegría otra vez no por
abandonar la danza por completo, sino por saber cómo traer vuestra luz a la
oscuridad.
La
oscuridad y la densidad son parte de la vida en la Tierra. Cuando ustedes
experimentan la oscuridad o la densidad en vuestra vida sienten que la energía
es pesada, lenta y atascada. Ustedes sienten una falta de movimiento, de
libertad y de fluidez. Siempre que haya este tipo de densidad, habrá
pensamientos o emociones negativos, lo cual revela un sentido de desconexión y
de separación. Ya dije antes que sentirse desconectado del Espíritu, lo cual
significa sentirse separado de vuestra propia esencia, es el dolor más severo
que un alma puede experimentar. ¿Cómo remedian ustedes esta sensación de
separación, lo cual los hace sentirse emocionalmente heridos y dudosos del
significado de la vida?
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