Cierto
es que la “Muerte” o sea el desencarne del alma, es un
gran reto y misterio para todos nosotros, ya que la mayoría de seres de este
planeta, no recuerdan su eternidad y generan
dudas que los asaltan en el momento que deben confrontarse con ella.
En realidad si les
preguntáramos a las personas que van a desencarnar, muchos de ellos nos
dirían que no le temen a la muerte, sino al sufrimiento que conlleva a ese
desenlace.
Los
seres de este planeta sabemos cuándo nacemos, pero nunca sabemos el día que
nos iremos. Y si lo supiéramos, entonces cada ser reaccionaría dependiendo de
su fortaleza y preparación psíquica y espiritual. Cada ser es un universo,
por lo tanto encarará la “Muerte” o sea el desencarne
del alma de diferente forma.
Habrá un primer grupo
que serán aquellos que se desesperarán, porque sienten que dejan a todos sus
seres amados; también sentirán que no vivieron lo suficiente para
experimentar la vida; considerarán que fueron castigados por Dios; se
revelarán contra todo y contra todos; no aceptarán el desenlace con armonía
y amor, sino que será con rabia, dolor, sufrimiento; se irán sintiendo la
carga y el peso de las emociones encontradas, atormentando su alma en el
silencio de su existencia; su desespero consiste en dejar todo lo material, ya
que su vida la sustento en el materialismo y materialidad.
Un
segundo grupo al percibir la “Muerte” tan cerca,
reflexionarán sobre su vida, su pasado, se arrepentirán de mucho y se
sentirán felices por lo que lograron y realizaron; aguardarán su
desencarne con resignación, pero lo harán sin pena ni gloria, sin ninguna
creencia que los respalde y les haga ver más adelante; no tendrán ninguna
ilusión por lo que vendrá, por lo que fueron y por lo que serán; nacieron,
vivieron, procrearon y se van sin dejar ninguna huella en sí mismas ni en su
entorno, pasaron por esta vida igual al ensueño material en que vivieron.
El
tercer grupo es aquel que realmente es valiente y decidido. No encarará a la
“Muerte” porque sabe que esta no existe. Tiene el
conocimiento interno, que su alma continuará el camino de su existencia eterna
e infinita. Estas almas pasan por esta realidad y aprenden lo que deben
aprender. Absorben de este planeta las enseñanzas necesarias, pero también
saben que deberán ayudar y dejar su aprendizaje a otras almas.
No se aferran a la
Materialidad ni al Materialismo porque tienen el conocimiento que son trampas
ilusorias con que la fantasía los quiere engañar. No tienen miedo de la
oscuridad y distorsión, ellos saben moverse y caminar entre los ciegos, sordos
y mudos porque se alumbran con su propia LUZ, escuchan con los sentidos
internos y hablan con el corazón y alma.
La
“Muerte” no existe en el universo, solo son los cambios de ropa, de vestidos
que el alma necesita para avanzar, conocer, aprender y
elevar en el sendero de su caminar cósmico... Las almas son los Sensores de la
Mente Universal... y través de ellas percibe su existencia, ve su creatividad,
escucha el sonido de su latido cósmico, conoce la Causa y el Efecto, crea, se
renueva, se actualiza y está presente en sí mismo y en la eternidad de su
existencia...
Camino del
Ser.
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