miércoles, 15 de junio de 2016

LOS AJUSTES PLANETARIOS

Los científicos pueden predecir con exactitud la hora de salida y puesta del sol, las fechas de equinoccios, solsticios y eclipses para varios años futuros. Sus meteorólogos pueden ofrecer vistazos de la tendencia en las pautas climáticas para varias semanas. En este sentido, esto no es "profecía" ni predicción canalizada; más bien es una comprensión de la ciencia del movimiento de la naturaleza y de las leyes naturales.
Pero lo que la humanidad todavía no comprende en la cuestión de ciertos fenómenos naturales como el clima, es que sus estados de ánimo y emociones pueden afectar y en cierto grado influyen sobre el clima, tanto como el clima puede afectar sus estados de ánimo. 

Como ejemplo  los huracanes, tifones y súper tormentas, son uno de los muy importantes mecanismos de transformación de frecuencia que ocurren en el planeta. Sin embargo estos huracanes, súper tormentas y demás, siguen siendo mal comprendidos y muy temidos. Otra vez el miedo. Verdaderamente se dirigen a cargar los océanos con energías magníficas; no siempre están dirigidas a ser atraídas hacia tierra.

Los huracanes requieren agua, y en tierra se disuelven. Pero es como si todo el mundo se enfocara en dónde tocará tierra y qué destrucción podrá causar y los expertos predicen por dónde llegará a la costa. Masas, literalmente millones de humanos observan la tormenta, se concentran en el miedo de que llegue a su área, y esa atención concentrada en el miedo ciertamente suele atraer la tormenta al área pronosticada por la fuerza de una atracción emocional humana. Y estas fuerzas energéticas de la naturaleza, en tanto no son energías conscientes, son ciertamente energías temporalmente "concientes", influidas por los humanos que se conectan con un miedo de alta carga al núcleo de energía concentrada del huracán.

El verdadero propósito de estas tormentas es aumentar la energía de las aguas y permitir la expansión eléctrica. Si permanecen en el mar, la enorme energía eléctrica simplemente se transmuta en un medio relativamente seguro y, transmutada, es conducida como ondas de corriente a una gran proporción del planeta. Como tal, es conducida hacia tierra y a las poblaciones, no por el viento y las olas, sino por su corriente de energía terrestre para que alcance a muchos más seres.

Hay una perfección en ello,  Hay algo llamado la tormenta perfecta en cierto sentido, pero la tormenta perfecta es aquella que tiene una perfecta combinación de corrientes electromagnéticas contenidas y brindadas para entregar la transformación necesaria. A medida que estas "tormentas" se mueven por los campos de la humanidad, benefician la ascensión de la frecuencia del planeta y por tanto a todo el género humano, porque ciertamente hay cambios en curso en el planeta que habilitan la ascensión de la humanidad. La radiación solar y las "tormentas" son parte de la transición.

Las corrientes y el movimiento con propósito.

Ciertamente las tormentas y las inundaciones, terremotos y temblores, tsunamis y tornados son parte de la naturaleza, parte de la tierra, y tienen absolutamente el propósito de equilibrar la Tierra. Si no ocurrieran a nivel regional, los desequilibrios que ellas corrigen electromagnéticamente no se corregirían, y algún evento más grande o incluso un cataclismo mayor tendrían más alta probabilidad. De modo que estos fenómenos continuarán  en adelante, pero es mejor evitar las reacciones de miedo intenso.

Ahora bien, la dificultad con muchos bien intencionados, es que no están sintonizados, no tienen un cociente de luz suficientemente alto para aceptar el verdadero paradigma de la transformación, ni la naturaleza del planeta viviente. Entonces esas personas, aunque desean ayudar, verdaderamente no saben cómo. Creen que es apropiado impedir una tormenta o terremoto o moverlo hacia otro lado; reina el miedo; mejor allá que aquí. No todos los que desean ayudar entienden verdaderamente el mayor bien, el propósito más elevado de estos eventos que ustedes llaman super huracanes, vulcanismo, terremotos y tsunamis.

De modo que en su mayoría simplemente reaccionan a estos eventos con miedo y quieren librarse de la ansiedad. Pero disolver el miedo no es lo mismo que confrontar la realidad mayor entendiendo el miedo. Por lo tanto, las masas humanas se cargan de miedo y en realidad lo refuerzan, amplifican y recrean. Disolver o hacer desaparecer eventos naturales de re-equilibrio y de cambio no trae ningún beneficio verdadero en la transformación; ni para la Tierra ni para la humanidad.

La dificultad con los que desean ayudar y salvar al planeta es que creen ser más académicos en su comprensión y saber más. Sin embargo, sin darse cuenta, omiten lo Divino; omiten la integridad de lo que llamamos espíritu consciente aliado dentro de la naturaleza.

No entienden ni ven la perfección en lo que ocurre, porque para quienes tienen la mente cerrada por el miedo o la visión estrecha, existe gran dificultad para entender que todo está en perfección, todo está en correcto orden. Entonces ellos no engrasan la rueda chirriante; más bien tratan de bloquear los engranajes, que entonces se paran y atascan, de modo que el giro de las ruedas de la transición se vuelve mucho más difícil. El miedo y la ignorancia son los grandes culpables en estas mentes cerradas.

Muchos desean "salvar al planeta"  pero, el planeta no necesita que lo salven. La humanidad no puede destruir la Tierra. No entiendan mal: parte de su ascensión está en la custodia sabia de los recursos naturales y de los reinos vivientes de la Tierra pero, en muchos sentidos, la Tierra es mucho más consciente, está mucho más avanzada que la humanidad en esta época.

La naturaleza de la relación entre el hombre y el planeta viviente sería mejor si las relaciones fueran sincrónicas, y tomar conciencia de que ahora puede existir un diálogo verdaderamente armónico entre la Tierra y el género humano. Aquellos que han pasado vidas como guardianes de la Tierra, los indígenas, los druidas, los Atla Ra, deberán liderar esa comunicación.

Es imperativo tomar conciencia de que hay un plan divino en curso, y que nada que ocurra en el planeta, sea un fenómeno natural o de la interacción humana, es una casualidad azarosa. Por mucho que la humanidad desee culparse por el "calentamiento global", en este tiempo de transformación la Tierra igual estaría cursando este proceso aunque  fuéramos  una sociedad campesina no industrializada.

Por supuesto que deben tomar medidas para dejar de contaminar el aire, detener la destrucción de los bosques y dejar de dañar el agua y los recursos... pero la transformación de la Tierra no se debe a los errores de la humanidad; más bien el cambio se debe a la decisión de ascender de la humanidad. 


Es absolutamente un hecho que el aumento en la potencia de sus huracanes se debe al calentamiento de las aguas, y por mucho que los humanos quieran asumir la responsabilidad por el calentamiento global, no se debe en primer lugar a su industrialización.

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