Los científicos
pueden predecir con exactitud la hora de salida y puesta del sol, las fechas de
equinoccios, solsticios y eclipses para varios años futuros. Sus meteorólogos
pueden ofrecer vistazos de la tendencia en las pautas climáticas para varias
semanas. En este sentido, esto no es "profecía" ni predicción
canalizada; más bien es una comprensión de la ciencia del movimiento de la
naturaleza y de las leyes naturales.
Pero
lo que la humanidad todavía no comprende en la cuestión de ciertos fenómenos
naturales como el clima, es que sus estados de ánimo y emociones pueden afectar
y en cierto grado influyen sobre el clima, tanto como el clima puede afectar
sus estados de ánimo.
Como ejemplo los huracanes, tifones y súper tormentas, son
uno de los muy importantes mecanismos de transformación de frecuencia que
ocurren en el planeta. Sin embargo estos huracanes, súper tormentas y demás,
siguen siendo mal comprendidos y muy temidos. Otra vez el miedo. Verdaderamente
se dirigen a cargar los océanos con energías magníficas; no siempre están
dirigidas a ser atraídas hacia tierra.
Los huracanes
requieren agua, y en tierra se disuelven. Pero es como si todo el mundo se
enfocara en dónde tocará tierra y qué destrucción podrá causar y los expertos
predicen por dónde llegará a la costa. Masas, literalmente millones de humanos
observan la tormenta, se concentran en el miedo de que llegue a su área, y esa
atención concentrada en el miedo ciertamente suele atraer la tormenta al área
pronosticada por la fuerza de una atracción emocional humana. Y estas fuerzas
energéticas de la naturaleza, en tanto no son energías conscientes, son
ciertamente energías temporalmente "concientes", influidas por los
humanos que se conectan con un miedo de alta carga al núcleo de energía
concentrada del huracán.
El verdadero
propósito de estas tormentas es aumentar la energía de las aguas y permitir la
expansión eléctrica. Si permanecen en el mar, la enorme energía eléctrica
simplemente se transmuta en un medio relativamente seguro y, transmutada, es
conducida como ondas de corriente a una gran proporción del planeta. Como tal,
es conducida hacia tierra y a las poblaciones, no por el viento y las olas,
sino por su corriente de energía terrestre para que alcance a muchos más seres.
Hay una perfección
en ello, Hay algo llamado la tormenta
perfecta en cierto sentido, pero la tormenta perfecta es aquella que tiene una
perfecta combinación de corrientes electromagnéticas contenidas y brindadas para
entregar la transformación necesaria. A medida que estas "tormentas"
se mueven por los campos de la humanidad, benefician la ascensión de la
frecuencia del planeta y por tanto a todo el género humano, porque ciertamente
hay cambios en curso en el planeta que habilitan la ascensión de la humanidad.
La radiación solar y las "tormentas" son parte de la transición.
Las corrientes y el
movimiento con propósito.
Ciertamente las
tormentas y las inundaciones, terremotos y temblores, tsunamis y tornados son
parte de la naturaleza, parte de la tierra, y tienen absolutamente el propósito
de equilibrar la Tierra. Si no ocurrieran a nivel regional, los desequilibrios
que ellas corrigen electromagnéticamente no se corregirían, y algún evento más
grande o incluso un cataclismo mayor tendrían más alta probabilidad. De modo
que estos fenómenos continuarán en
adelante, pero es mejor evitar las reacciones de miedo intenso.
Ahora bien, la
dificultad con muchos bien intencionados, es que no están sintonizados, no
tienen un cociente de luz suficientemente alto para aceptar el verdadero
paradigma de la transformación, ni la naturaleza del planeta viviente. Entonces
esas personas, aunque desean ayudar, verdaderamente no saben cómo. Creen que es
apropiado impedir una tormenta o terremoto o moverlo hacia otro lado; reina el
miedo; mejor allá que aquí. No todos los que desean ayudar entienden
verdaderamente el mayor bien, el propósito más elevado de estos eventos que
ustedes llaman super huracanes, vulcanismo, terremotos y tsunamis.
De modo que en su
mayoría simplemente reaccionan a estos eventos con miedo y quieren librarse de
la ansiedad. Pero disolver el miedo no es lo mismo que confrontar la realidad
mayor entendiendo el miedo. Por lo tanto, las masas humanas se cargan de miedo y
en realidad lo refuerzan, amplifican y recrean. Disolver o hacer desaparecer
eventos naturales de re-equilibrio y de cambio no trae ningún beneficio
verdadero en la transformación; ni para la Tierra ni para la humanidad.
La dificultad con
los que desean ayudar y salvar al planeta es que creen ser más académicos en su
comprensión y saber más. Sin embargo, sin darse cuenta, omiten lo Divino;
omiten la integridad de lo que llamamos espíritu consciente aliado dentro de la
naturaleza.
No entienden ni ven
la perfección en lo que ocurre, porque para quienes tienen la mente cerrada por
el miedo o la visión estrecha, existe gran dificultad para entender que todo
está en perfección, todo está en correcto orden. Entonces ellos no engrasan la
rueda chirriante; más bien tratan de bloquear los engranajes, que entonces se
paran y atascan, de modo que el giro de las ruedas de la transición se vuelve
mucho más difícil. El miedo y la ignorancia son los grandes culpables en estas
mentes cerradas.
Muchos desean
"salvar al planeta" pero, el
planeta no necesita que lo salven. La humanidad no puede destruir la Tierra. No
entiendan mal: parte de su ascensión está en la custodia sabia de los recursos
naturales y de los reinos vivientes de la Tierra pero, en muchos sentidos, la
Tierra es mucho más consciente, está mucho más avanzada que la humanidad en
esta época.
La naturaleza de la
relación entre el hombre y el planeta viviente sería mejor si las relaciones
fueran sincrónicas, y tomar conciencia de que ahora puede existir un diálogo
verdaderamente armónico entre la Tierra y el género humano. Aquellos que han
pasado vidas como guardianes de la Tierra, los indígenas, los druidas, los Atla
Ra, deberán liderar esa comunicación.
Es imperativo tomar
conciencia de que hay un plan divino en curso, y que nada que ocurra en el
planeta, sea un fenómeno natural o de la interacción humana, es una casualidad
azarosa. Por mucho que la humanidad desee culparse por el "calentamiento
global", en este tiempo de transformación la Tierra igual estaría cursando
este proceso aunque fuéramos una sociedad campesina no industrializada.
Por
supuesto que deben tomar medidas para dejar de contaminar el aire, detener la
destrucción de los bosques y dejar de dañar el agua y los recursos... pero la
transformación de la Tierra no se debe a los errores de la humanidad; más bien
el cambio se debe a la decisión de ascender de la humanidad.
Es absolutamente un
hecho que el aumento en la potencia de sus huracanes se debe al calentamiento
de las aguas, y por mucho que los humanos quieran asumir la responsabilidad por
el calentamiento global, no se debe en primer lugar a su industrialización.
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