Queridos, nuevamente este año deseamos traerles
los significados más profundos de la Navidad, aquellos que no solo celebran las
personas y eventos de hace 2.000 años atrás, sino la experiencia personal.
La historia del nacimiento de Jesús Jeshua
quien se volvió el Cristo es la historia de cada hombre. Jesús era ya un
Maestro Ascendido cuando nació en una de sus muchas encarnaciones terrestres
2.000 años atrás. Su intento fue traer verdad y Luz a un mundo enmarañado en la
densidad y la ilusión.
Muy pocos en ese tiempo fueron capaces de asir
la profundidad de sus enseñanzas. Las masas no estaban lo suficientemente
evolucionadas espiritualmente para comprender totalmente las verdades que él
enseñó y en vez de eso fijaron la verdad en él personalmente haciéndolo un
“dios”. La mentalidad tridimensional involucionada de separación, interpretó
las palabras “YO SOY” como refiriéndose sólo al mensajero.
Así comenzó el culto del hombre mientras
perdían el mensaje. Al elegir ignorar el YO SOY como siendo la verdad sobre
cada hombre, la mayoría simplemente continuó viviendo en un estado dormido.
Esta falsa enseñanza persiste aún hoy en muchas iglesias que bajo el disfraz de
espiritualidad, continúan rindiendo culto al mensajero y pierden el mensaje.
Esta es la historia de muchos
maestros iluminados quienes a través de generaciones eligieron encarnar para
ayudar a la Humanidad a evolucionar y fueron ya sea rechazados o adorados como
dioses. La verdad siempre ha amenazado y siempre amenazará los sistemas de
creencias personales, resultando en miedo y acciones violentas hacia el
mensajero en un intento de mantener el status quo incluso si es doloroso y supresivo de la vida.
El mundo está siendo testigo de esto justo
ahora. Al filtrarse a la Tierra las energías dimensionales superiores, la
conciencia mundial comienza a abrirse, las ilusiones creadas y mantenidas en su
lugar por creencias de dualidad y separación comenzarán a resquebrajarse,
dejando a aquellos quienes se benefician de ellas en una furia de mantenerlas
en su lugar.
Cada individuo experimenta una
Navidad personal en algún punto de su viaje evolutivo – si no en esta vida, entonces en otra. La Divinidad siendo la
verdadera naturaleza del Ser Humano, atravesará en un cierto punto de la prontitud espiritual hacia la conciencia
permitiendo al Cristo personal nacer.
El mundo es un Universo espiritual interpretado
y experimentado de acuerdo a cada conciencia individual personal. Un individuo
que interpreta a través de una mente pesadamente condicionada con creencias de
bueno/malo y separación, actuará y experimentará el mundo diferente de una
persona que ha alcanzado una conciencia de Unidad.
La historia Navideña familiar como la conocen
es el sentido material de una actividad espiritual. Esto no significa que el
evento no haya sucedido, sino que como todas las cosas, hay capas más profundas
a ser exploradas. Nosotros les damos la capa mística.
El pesebre, aparentemente árido y primitivo,
representa el estado de conciencia necesario para que tenga lugar el nacimiento
de la conciencia de Cristo, una conciencia que ya no está llena de conceptos y
creencias tridimensionales. No había/hay lugar en la posada. La posada siendo
una localización (estado de conciencia) se pensaba más apropiada de acuerdo a
los estándares humanos. El Cristo sólo puede nacer en una conciencia libre de
falsas creencias que dan poder a las creaciones de dualidad y separación porque
allí, la “posada” está ya llena.
La virgen Madre simboliza el estado de
conciencia purificado creativo capaz de traer la Conciencia del Cristo (Divino
femenino). José es el supervisor amoroso pero fuerte de cada ser (Divino
masculino) quien protege a la madre y a la conciencia Crística recién nacida de
las interferencias externas. Juntos ellos representan las energías femenina y
masculina en perfecta unidad.
Los hombres Sabios eran Seres Ascendidos de la
Luz quienes reconocieron y viajaron para honrar la Conciencia Crística,
trayendo regalos y dando homenaje. Ellos y los humildes pastores representan la
conciencia espiritual presente dentro de todas las partes del mundo y todos los
niveles de la sociedad. La Conciencia Crística nunca está limitada a una raza,
nacionalidad o género particular.
La Conciencia Crística recién nacida es frágil
y necesita tiempo para fortalecerse y madurar. El “bebé” necesitar ser tenido
cerca, protegido y a salvo, escondido dentro, hasta que llegue el tiempo en el
cual pueda manifestarse totalmente y ser vivida. Una Conciencia Crística
totalmente desarrollada no mantiene miedo porque se conoce a Ella misma, y por
eso vive cada momento en el Amor incondicional del Uno.
La historia de la Navidad es su historia
queridos, la que están viviendo ahora como su viaje desde la conciencia
tridimensional al vivir moviéndose y teniendo su Ser en la verdad de quiénes
son. En algún punto tendrán una Navidad personal.
En el mundo tridimensional, la Navidad está
basada en conceptos que varían de acuerdo a cada persona, sociedad, tradición,
creencia religiosa y estado de conciencia. Cada uno está resonando e
interpretando el mundo a través de su nivel de conciencia personal. No se
sorprendan si se encuentran que ya no resuenan con las actividades festivas de
la misma manera. El bombo familiar, la música, las promociones emocionales
pueden sentirse como adversas, mientras en el pasado las disfrutaban con
excitación. Esto es porque su resonancia ya no está en alineación. Pueden creer
que hay perdido el espíritu navideño, pero es simplemente que han crecido
espiritualmente fuera de los aspectos materiales de la Navidad.
Celebren por elección, no por obligación. La
alegría es su derecho innato y un privilegio como Seres espirituales. Las
fiestas, servicios religiosos, intercambio de regalos, música o tiempo pasado
con la familia y amigos quienes aún ven la Navidad en sus viejas forma son
todas ocasiones para expresar amor incondicional. El mayor regalo que pueden
darle a alguien en este tiempo de celebración es el reconocimiento de su
verdadera identidad.
El regado del reconocimiento
Divino es dado conscientemente hasta que se vuelve el estado de conciencia que
uno alcanza y entonces fluye sin pensarlo porque ha sido totalmente integrado
como el individuo – yendo
adonde va, fluyendo a través de
cada palabra y afectando a cualquiera receptivo a la energía.
Para muchos, una gran cantidad del dar regalos
fluye aún desde la culpa y el deber. Los minoristas prosperan en esta
conciencia y promueven las ventas a través de la publicidad sentimental en un
esfuerzo por convencer a los compradores potenciales de que no están amando
sino compran, compran, compran.
Si se encuentran a ustedes
mismos experimentando este tipo de presión, paren y examinen su sistema de
creencias – “¿Qué estoy creyendo que me está haciendo sentir de esta manera?”. El cielo no caerá
si paran de dar regalos como hábito
a aquellos con los cuales ya no tienen nada en común o quienes ya no están más en su
experiencia.
Dejen que cada regalo material
que intercambian esta Navidad porte una energía de conciencia espiritual – regalos del Espíritu en forma material.
Deseándoles a todos una verdadera Navidad
Nosotros Somos el Grupo Arcturiano
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