CUARENTENA PLANETARIA

 Trata a todos como el alma que son bajo el disfraz del cuerpo

Eres el amor divino disfrazado, envuelto con un cuerpo, usando la máscara de tu personalidad y desempeñando un papel particular.

También tus candidatos y tus políticos son amor divino disfrazado, envuelto en un cuerpo, con la máscara de sus personalidades e interpretando un papel único.

Los que amas y los que no puedes soportar son, igualmente, el amor divino disfrazado, envuelto en un cuerpo, vistiendo la máscara de su personalidad y jugando un papel también.

Desafortunadamente, la mayoría de los habitantes de la Tierra se han olvidado de identificarse con la luz interior. En cambio te relacionas contigo mismo y con los otros como el disfraz del cuerpo, la máscara de la personalidad y los roles que juegan el uno para el otro.

Tu desafío y el de todos es recordar que no importa cómo se vean, no importa los personajes que interpretan, no importa lo distintas que parezcan sus personalidades, todos están unidos en el único Amor que da vida a todos y cada uno de ustedes en su planeta Tierra.

Si tratas a alguien como si fueran un alma debajo de una máscara, actuará con mayor amabilidad. En cambio, si tratas a alguien como el disfraz de cuerpo que usa, responderá como tal. Si tratas a alguien como la personalidad que exhibe, responderá de la misma manera. Si tratas a alguien como el papel que desempeña, es probable que lo complazcas y se quede desempeñando ese papel.

Pero si, en cambio, caminas presenciando la luz de lo Divino en todas y cada una de las almas que te rodean, sin importar el cuerpo, la personalidad o el rol, ¡tu experiencia de vida será mucho más dulce!

Qué hermosos somos con nuestros diversos disfraces. Qué asombroso que podamos interactuar en estos roles. Te quiero. Me quiero. Sé quiénes somos realmente.

Levántate cada mañana y mírate en el espejo, saludando con reverencia al divino que está ante vuestros propios ojos:

“¡Buenos días! Ayúdame a recordar que soy mucho más que mi cuerpo, mi personalidad o mi papel, y ayúdame a verte por dentro de todos los demás también «.