Este despertar actual que estamos experimentando nos está ayudando a superar el papel de la Víctima. Ahora tenemos la oportunidad de retirar el arquetipo de víctima con el que nosotros y nuestros antepasados nos hemos identificado durante muchas vidas. Antes de retirar el arquetipo de la víctima, es importante honrarlo por servir para mantenernos seguros y protegidos en un mundo que solía operar puramente en la supervivencia.
También es importante que demos a nuestras experiencias de identificación con la conciencia de la víctima su plena dignidad y derecho a ser vistos, escuchados y reconocidos. Este es en realidad el primer paso para liberarnos de permanecer en el papel de la víctima. Nunca queremos endulzar, culpar o negar nada de lo que experimentamos durante esos tiempos en los que nos identificamos con ser una víctima.
El segundo paso para liberar la conciencia de víctima es aceptar a cada persona, experiencia y cosa como ha aparecido en nuestras vidas, sin tratar de cambiarla. Aceptar a las personas y las experiencias tal como son no es lo mismo que decir que resonamos, aprobamos o estamos de acuerdo con ellas.
Simplemente nos estamos dando permiso para no permitir que nos definan.
El tercer paso para liberar la conciencia de la víctima es dejar de lado la culpa, en otras palabras, el perdón. La culpa proviene de la necesidad de hacer que algo o alguien más esté bien o mal, y de alguna manera sea responsable de lo que hemos experimentado.
En esencia, somos el Creador de todas nuestras experiencias.
Cuando operamos conscientemente desde nuestro Ser Creador, trascendemos la dualidad. Pasamos del juicio al discernimiento.
A medida que entramos en la belleza y el poder de nuestro Ser Creador, navegamos nuestro camino hacia adelante eligiendo solo lo que se siente alineado para nosotros, y liberando lo que no lo hace. Entendemos que el hecho de que algo resuene o no con nosotros no significa que sea bueno o malo, o la decisión de otra persona por nosotros, o viceversa.
¿Puedes sentir cuánto más ligero es operar desde ese espacio?
Sólo hay resonancia o no hay resonancia. Es decir, "elijo más de esto" o "elijo menos o nada de esto". Ya no hay necesidad de etiquetas de "bueno" o "malo".
¡Esto es libertad!
El cuarto paso para superar la conciencia de víctima es reclamar nuestro poder. Reclamar nuestro poder significa que estamos comprometidos a conectarnos con quienes somos en nuestro núcleo. Hacemos esto a través del amor propio, el cuidado personal, la bondad, la nutrición, el desarrollo espiritual y la expresión creativa.
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