La gratitud es el contrapeso del Amor.
La
gratitud en su sentido más puro, es el reconocimiento de que “YO TENGO”, y no
simplemente un acto de decir “gracias” por algo bueno recibido como se cree
comúnmente.
Desde el
sentido espiritual más profundo, la gratitud reconoce que todo lo bueno que
parece venir desde afuera del Ser es en realidad la manifestación de la siempre
presente totalidad y completitud. La gratitud y la abundancia fluyen fácilmente
desde una conciencia de la completitud innata
debido a la unidad con la Fuente.
El Amor y la gratitud se equilibran entre sí.
Comiencen
a practicar la gratitud en cada área de su vida por lo que tienen así como por
lo que creen que no tienen tanto material, emocional, mental y espiritualmente.
Siempre
recordar que las lecciones dolorosas fueron elegidas por cada uno como
necesarias para alcanzar el crecimiento y la evolución que buscan.
Ya se
esta comenzando a entender que somos
creadores, que las palabras y pensamientos toman forma y se manifiestan. El
acto de expresar gratitud sirve para re-entrenar una memoria celular de
carencia hacia una de “Yo Tengo, Soy abundante e infinitamente
bendecido por virtud de la unidad con la Fuente”.
Viviendo
cada día desde esta conciencia permite
experimentar la energía del amor y ayuda
a un entendimiento más profundo de las lecciones que puedan estar pasando.
Debido a
que la gratitud es una faceta del Amor debe estar integrada junto con todas las
otras facetas del Amor volviéndose eventualmente su estado de conciencia
obtenido, totalmente integrado y manifestándose como AMOR incondicional.
Practicar
con cosas simples porque la gratitud no necesita una gran declaración, sino
simplemente la conciencia de que “tengo porque soy”. Al viajar a su trabajo agradezcan por una ruta
pavimentada y señales de pare. Cuando vayan de compras agradezcan por la
facilidad y disponibilidad de lo que pudieran necesitar.
La
gratitud puede ser practicada en todos los niveles. Materialmente puede ser
dada a aquellas cosas que ya no necesitan o usan (no la basura) lo cual es dice
a sus células, “Estoy agradecido de que tengo suficiente para compartir”.
Emocionalmente,
dar un hombro para llorar es el reconocimiento de que “doy gracias por las
lecciones que me han provisto con hombros anchos”. Mentalmente, dar palabras,
información, guía inteligente a aquellos que buscan en ese nivel dice, “he
estado allí, puedo decirles cómo funcionó para mí. Estoy agradecido por la
habilidad de poder ayudar a otros. Tengo sabiduría”.
Den
gratitud por el hecho de que han evolucionado al punto de ser capaces de
reconocer la naturaleza Divina de todos con los que entran en contacto.
Expresen gratitud para la sonrisa de alguien, el canto de un pájaro o un buen
libro y pronto llegarán a darse cuenta de que cada momento de un día ordinario
contiene infinitas oportunidades de agradecimiento.
La
gratitud es el principio de la abundancia.
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