Siempre os han enseñado a que digais la verdad, pues, no es bueno
decir mentiras, más sin embargo, observais comportamientos en vuestros hermanos en Dios y aún en vuestros hermanos de sangre, que no son
coherentes con lo que os enseñan o dicen. Entonces comienza la gran
tarea de saber cuándo debeis decir la verdad y cuándo no debeis decir la
verdad. Si que es un gran dilema para saber cuál es el momento preciso
para cada situación.
Como veis, amado mío, esta verdad está sujeta a circunstancias, lugar, personas, asuntos. Me pregunto: ¿ésta es la verdad que practicais en vuestra vida?
¿Es ésta la verdad que os conducirá a la libertad? Recordad bien al gran maestro cuando os dijo: “Conoced la verdad y ella os hará libres”.
¿O es que existen varias verdades? ¿Qué piensas de todo esto hermano mío, no será que el oscurantismo ha envuelto la verdad para opacar su esplendorosa luz?
Si el gran maestro, quien siempre habló con la verdad, fue la luz del mundo, ¿podrá la verdad ser oscuridad?
Entonces ¿por qué en vuestro mundo personal la verdad está sometida a variantes que impiden que sea una sola?
Amado hijo del Dios creador, creado por el verbo creador que no fue posible mentir en vuestra creación; ¿creeis aún que pueden haber varias verdades? ciertamente que no puede ser, por ello, hoy la verdad entrará y permanecerá en vosotros en la misma medida en que lo permitas.
Cuando se os dijo: “Conoced la verdad y ella os hará libres”, se os estaba diciendo que la verdad está y ha estado siempre en vosotros desde vuestra creación. Pero, con el transcurrir del tiempo os habeis ido durmiendo en el sueño de la ilusión y habeis ido reemplazando la verdad por la ilusión; por esto creeis que pueden haber varias verdades. Por lo tanto, amado mío, hoy deseo que salgas despierto y airoso de todas las ilusiones que han llenado vuestra existencia y te centreis en la verdad que sois y así podais sentir que sois libre sin ataduras que os impidan volar en vuestra grandeza.
Como veis, amado mío, esta verdad está sujeta a circunstancias, lugar, personas, asuntos. Me pregunto: ¿ésta es la verdad que practicais en vuestra vida?
¿Es ésta la verdad que os conducirá a la libertad? Recordad bien al gran maestro cuando os dijo: “Conoced la verdad y ella os hará libres”.
¿O es que existen varias verdades? ¿Qué piensas de todo esto hermano mío, no será que el oscurantismo ha envuelto la verdad para opacar su esplendorosa luz?
Si el gran maestro, quien siempre habló con la verdad, fue la luz del mundo, ¿podrá la verdad ser oscuridad?
Entonces ¿por qué en vuestro mundo personal la verdad está sometida a variantes que impiden que sea una sola?
Amado hijo del Dios creador, creado por el verbo creador que no fue posible mentir en vuestra creación; ¿creeis aún que pueden haber varias verdades? ciertamente que no puede ser, por ello, hoy la verdad entrará y permanecerá en vosotros en la misma medida en que lo permitas.
Cuando se os dijo: “Conoced la verdad y ella os hará libres”, se os estaba diciendo que la verdad está y ha estado siempre en vosotros desde vuestra creación. Pero, con el transcurrir del tiempo os habeis ido durmiendo en el sueño de la ilusión y habeis ido reemplazando la verdad por la ilusión; por esto creeis que pueden haber varias verdades. Por lo tanto, amado mío, hoy deseo que salgas despierto y airoso de todas las ilusiones que han llenado vuestra existencia y te centreis en la verdad que sois y así podais sentir que sois libre sin ataduras que os impidan volar en vuestra grandeza.
Vuestras mayores ataduras son vuestras propias creencias por ellas
os aprisionais en un mundo de ensueños y si no es así ¿por qué a veces
os inhibís de realizar esto o aquello? Porque teneis en vuestra mente, los
grilletes de las creencias. Hoy os invito a que los solteis y salgais a respirar el dulce aire de la libertad y con ella soltad también todo aquello que
ha conformado vuestra cultura y entonces sí que hallareis la verdad que
palpita en vuestro corazón.
¿Qué es la verdad?
Cuando observas una flor ves en ella su color, su textura, su forma, su aroma, sus pétalos, sus estambres, el polen, el cáliz y todos aquellos pequeños detalles que la conforman, esa es toda la verdad acerca de ella, igualmente sucede cuando observas una palomita, miras sus plumas, forma, color, ojos, su pico con sus orificios, sus patitas, su andar y todo lo que la conforma, eso es la verdad acerca de ella.
De la misma manera, si os observarais minuciosamente y vierais como estais formado, también veriais la verdad acerca de vosotros. Si observarais vuestra mente, vuestro cuerpo, vuestras emociones, vuestros sentimientos, el principio de vida latiendo en vuestro corazón de carne, vuestra procedencia divina, entonces sólo entonces conoceriais la verdad porque la verdad es en vosotros en su totalidad, con esto os digo, que la verdad que mora en la flor y en la paloma, también mora en vosotros y esa verdad que mora en vosotros es la que os hará libres, porque de cierto os digo, que la divina esencia que os creó, mora en vosotros con la perfección absoluta como fuisteis creados. Esa es la verdad absoluta que mora en vosotros.
Sois la verdad hecha carne y sois la verdad que engendró vuestro espíritu por consiguiente sois la verdad pura, latiendo en vuestro corazón.
Dad, al Espíritu Santo la calidad de depositario de todas vuestras ataduras para que logreis reencontrar la gran verdad que sois y vereis como os abrazará las alas de la libertad.
¿Qué es la verdad?
Cuando observas una flor ves en ella su color, su textura, su forma, su aroma, sus pétalos, sus estambres, el polen, el cáliz y todos aquellos pequeños detalles que la conforman, esa es toda la verdad acerca de ella, igualmente sucede cuando observas una palomita, miras sus plumas, forma, color, ojos, su pico con sus orificios, sus patitas, su andar y todo lo que la conforma, eso es la verdad acerca de ella.
De la misma manera, si os observarais minuciosamente y vierais como estais formado, también veriais la verdad acerca de vosotros. Si observarais vuestra mente, vuestro cuerpo, vuestras emociones, vuestros sentimientos, el principio de vida latiendo en vuestro corazón de carne, vuestra procedencia divina, entonces sólo entonces conoceriais la verdad porque la verdad es en vosotros en su totalidad, con esto os digo, que la verdad que mora en la flor y en la paloma, también mora en vosotros y esa verdad que mora en vosotros es la que os hará libres, porque de cierto os digo, que la divina esencia que os creó, mora en vosotros con la perfección absoluta como fuisteis creados. Esa es la verdad absoluta que mora en vosotros.
Sois la verdad hecha carne y sois la verdad que engendró vuestro espíritu por consiguiente sois la verdad pura, latiendo en vuestro corazón.
Dad, al Espíritu Santo la calidad de depositario de todas vuestras ataduras para que logreis reencontrar la gran verdad que sois y vereis como os abrazará las alas de la libertad.
No continueis buscando afuera de vuestro ser la verdad porque jamás la encontrareis; pensad por un momento ¿cuánto tiempo
habeis perdido buscando la verdad? Cuando pensais que la habeis hallado y alguna cosa que aparezca y no os llene vuestras necesidades inmediatamente os desilusionais y ya no creeis en la verdad que habías encontrado y continuais buscando la verdad una y otra vez y así va pasando
el tiempo, sin lograr llenar vuestra búsqueda.
La gran presencia de Dios que mora en vosotros es la única verdad que sois a su imagen y semejanza. Piensa en estas palabras. Por lo tanto sois ilimitados y libres.
“Conoced la verdad y os hará libres”.
La gran presencia de Dios que mora en vosotros es la única verdad que sois a su imagen y semejanza. Piensa en estas palabras. Por lo tanto sois ilimitados y libres.
“Conoced la verdad y os hará libres”.
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