jueves, 15 de octubre de 2015

TRANSMUTACIÓN, LABOR DE LOS TRABAJADORES DE LA LUZ

A Miguel.

Me gustaría aclarar lo ocurrido recientemente, por efecto individual o grupal de los Trabajadores de la Luz, que vierten Luz a la Tierra a través de sus proyectos y misiones, para lograr su Ascensión personal y planetaria.

Muchos de estos Trabajadores de la Luz son muy conscientes de su papel, mientras otros pueden haber triunfado plenamente en sus proyectos y tareas, sin comprender exactamente lo que son.

Sabe, que si estás leyendo esto, tú eres un Trabajador de la Luz y nosotros, tu Familia Ascendida te damos las gracias por la dedicación de tu servicio.

El resultado de lo que cada uno de Ustedes está haciendo, está conformando un proyecto de acumulación masiva.

Este proyecto está ganando tal impulso, que está dando vuelta a la marea en este momento.

Un ejemplo es el Equipo de Transmutación integrado por un grupo de Trabajadores de la Luz.

La transformación es un aspecto crucial en este tiempo y un amplio Equipo de Trabajadores de la Luz encarnaron, después ser entrenados durante miles de años, para funcionar actualmente, como una Red de Transmutación.

Los miembros del Equipo se encuentran en todos los rincones del mundo.
Algunos son conscientes de los detalles, mientras que otros, están simplemente respondiendo de forma intuitiva al llamado de su corazón.

¿Qué es la transmutación realmente?

Ahora va a hablar Christine, que dirige este Equipo de Transmutación en la Tierra, para describir cómo utiliza su Energía, a nivel muy profundo, para transmutar la densidad en Luz.

A continuación proporcionará un detalle de los pasos que utiliza y cómo percibe a las Energías, mientras trabaja en su Camino, a través de su propio Proceso de Transmutación de las Energías densas. 

Habla Christine:
Gracias, querido Miguel, la Transmutación es algo que me viene naturalmente y a lo cual me dedico a trabajar de forma constante.

Por ejemplo, cuando siento un dolor residual severo en alguna parte de mi cuerpo y pesadez en el corazón, mientras atravieso por esta experiencia de transmutación me permito entender, al instante, que lo acciona.

Cuando brota en mí, yo tengo una elección, porque se trata de experiencias físicas o emocionales desagradables detonadas y reflejadas por una programación instalada por mí misma.

La elección que tengo, es que puedo anular toda la programación que responde al dolor, ya que puedo ingresar en el malestar para usarlo como una oportunidad dentro de mi línea de base, sin quedar esclava de la experiencia.
Por ejemplo, yo puedo elegir estar en calma, respirar profundamente para intensificar mi Pilar de Luz que me llega desde el núcleo de la Tierra y de la Madre Padre Dios.

Sin importar en cual Dimensión estoy, pido ayuda. En mi caso llamo a la Madre Padre Dios, Sananda, Arcángel Miguel, Ashtar y Serapis Bey. También utilizo una herramienta básica y un regalo, la Llama Violeta de Saint Germain, para transmutar intensamente a la Tierra en este momento.

Lo más interesante, es la ampliación de mi atención y forma de sentir, al percibir a otros en el planeta, que están experimentando lo mismo que yo, en este caso un fuerte dolor.

Percibo a un depósito energético denso posible de transformar, para ser reutilizado para un bien mayor. Esta identificación me llena de compasión, buen ánimo y Amor.
Me resulta gratificante luego de permitirme sentir una total y desagradable sensación, llevar la experiencia a mi corazón, donde transmuta por efecto del Amor y la promesa de nuestra Madre Padre Dios.

Existe un sinnúmero infinito de formas creativas para transmutar las Energías densas, si estamos dispuestos a enfrentar y sentir incomodidad y desagrado de estar atrapados en las Energías estancadas que emitimos. 

La transmutación ocurre cuando se elige al Amor, a pesar de lo que se está sintiendo y nos encontrarnos en el medio del proceso.  Quien puede hacer esto a nivel personal, puede realizarlo globalmente.

Equipo de transmutadores

La transmutación es el Proceso Alquímico que transforma al carbón en Diamantes.

Los transmutadores son limpiadores de Energía que, literalmente, las procesan a través de su Ser, incluyendo su cuerpo físico y emocional dentro de su Pilar de Luz, supervisados por la Madre Padre Dios.

Recientemente, nuestro Equipo de Transmutación mundial ha estado trabajando en un esfuerzo coordinado, para transformar las capas densas del sufrimiento humano y a los residuos que todavía envuelven a la Tierra.

El trabajo de este Equipo superó ampliamente a las capacidades de sus largos e intensos entrenamientos. El Equipo de Transmutadores, como cualquier otra Red de la Luz, se interconecta entre sí y con nosotros, a través de las Líneas del Corazón.

El Equipo ha superado todas las expectativas y está mostrando un gran corazón y resistencia, ya que todos los componentes se mantienen firmemente en sus puestos.
Por supuesto, cada miembro dispone de un grupo de apoyo completo de la Compañía del Cielo. La Compañía del Cielo aporta su ayuda como una respuesta directa a las tareas de limpieza del Equipo.

Algunas transmutaciones incluyen a las Energías oscuras y destructivas que esclavizan y torturan injustamente a la mente y el físico, con vergüenza, sentimientos de falta, miedo, enfermedad, preocupación y guerra.

Todos en el mundo están transmutando las Energías densas del Ser, por efecto de la Ascensión propia y colectiva y, a medida que limpian, literalmente suben, porque se aligeran a sí mismos.

El nuevo Ser será galáctico y la cooperación humana de la actualidad, está aumentando las posibilidades para que todos en el mundo contribuyan de forma consciente, con el proyecto del Equipo de Transmutación.

En este momento, se ha logrado combinar a un nuevo nivel, a los Seres humanos con los Galácticos y los Trabajadores de la Luz del Equipo encarnado en la Tierra, para trabajar bajo las crecientes dispensas de la Madre Padre Dios.

Cuanto más transmutan, mayores son las dispensas de la Madre Padre Dios y la ayuda Galáctica, lo cual crea un enorme y creciente desarrollo de la Luz, que supera con rapidez al impulso de las Energías oscuras que siguen siendo creadas en la Tierra.

Todos los Seres encarnados están invitados a participar en este poderoso enfoque Galáctico, combinando sus Energías como humanidad, con los millones de Hermanos y Hermanas Estelares, con el fin de ayudar a cumplir el objetivo común de la Ascensión e ingreso a la Nueva Era Dorada de la Tierra.

Cada Trabajador de la Luz está cumpliendo un papel vital en este momento como:

Sanadores, para traer Alegría e implementar un cambio general en el mundo.

Otros son Faros o Fuentes de Luz brillante en comunidades aisladas.

Hay quienes sirven de canalizadores, denunciantes, organizadores de apoyos, maestros, activistas políticos valientes y limpiadores de Energías pacíficas entre sus familias y amigos leales.

Algunos atraen la Luz de la Paz a sus áreas de servicio, que canalizan a través de su propio Pilar de Luz.

Los deseos de sus misiones son inmediatamente recibidos y otorgados, cuando los envían a través de la Red de Energía a sus comunidades.

En el futuro, estos esfuerzos serán apoyados por todos los demás en la superficie, que comenzarán a hacer lo mismo, aunados con toda la Comunidad Galáctica, para actuar de forma natural en las Dimensiones Superiores.

Cuando todos Ustedes comiencen a participar, se incrementará todo el proyecto para la construcción del Puente Arcoíris, a través de las Dimensiones, lo que cambiará la faz del planeta Tierra.

‘Que haya paz en la Tierra y que empiece conmigo’.


lunes, 12 de octubre de 2015

FUSIONANDONOS CON NUESTRO YO SUPERIOR

Arcángel Miguel:

Un ser muy hermoso, poderoso y radiante se manifiesta en un cuerpo físico en la Tierra.

Vamos a ‘etiquetar’ al ser como José, permitiéndole tomar la forma de un varón. José es ahora un pleno adulto y ha pasado mucho tiempo descubriendo y aprendiendo sobre el mundo existente en la Tierra.

La Luz que era tan brillante cuando nació sigue siéndolo, pero José ya no es consciente de este aspecto de su ser, su mente y su aura se han llenado con otras ideas, distracciones y deseos.

José siente que le falta algo en su realidad, anhela algo pero no puede descifrar qué es lo que tanto anhela. Siente una tristeza interior, aún cuando su vida esté yendo bien.

José decide que debe permitirse escapar y embarcarse en un viaje; no sabe adónde irá o qué hará, pero la libertad le da un sentimiento de euforia y entusiasmo.

Decide que desea viajar, aunque va a caminar a todos lados para no depender más que de si mismo.

José empieza a empacar algunas mochilas, inconsciente de cuánto tiempo va a estar fuera o adónde irá, por lo que empaca mucha ropa, herramientas para ayudarlo a sobrevivir, e inclusive algunos libros para entretenerse en este viaje.
Parte de su hogar cargado de mochilas, sin,sentir su peso pues su entusiasmo lo está llevando adelante sabiendo que va a necesitar todos esos artículos, lo cual hace que sus mochilas se sientan extremadamente ligeras.

Empieza a caminar alegremente sin estar seguro de adónde ir, pero decide ser creativo en sus decisiones.

Gradualmente las mochilas se vuelven una carga; su entusiasmo disminuye y empieza a maldecir las mochilas y a si mismo por haberlas traído.
Ya no se siente tan libre, sino amarrado, tal como se había sentido antes de partir.

Se sienta y empieza a rebuscar en sus mochilas, sacando todo lo innecesario hasta que se queda con una pequeña mochila donde guarda lo básico que va a necesitar para sobrevivir.

Deja los artículos innecesarios a la puerta de alguien con una nota diciéndole que se quede con lo que quiera y comparta el resto.

Su entusiasmo se aviva de nuevo. Tras un día de decisiones creativas, llega a orillas de un río y decide recostarse contra un árbol.

Saca su libro y empieza a leer, adentrándose plenamente en el mundo de las fantasías del libro.

El viento empieza a soplar por entre los árboles, por lo que se arropa para calentarse.

José tiene muy pocas pertenencias y el día está oscureciendo.

Empieza a preguntarse por qué deseaba escaparse de su realidad, por qué pensaba que la realidad que había creado ahora sería mejor que su previa realidad.

Seguía sintiéndose como si estuviera portando muchas cargas, y se preguntaba si había algo bello, libertad y entusiasmo en la realidad de la Tierra para que él los pudiera experimentar.

El viento continuaba soplando rudamente por entre los árboles mientras José se acurrucaba abrazándose fuertemente y ajustaba su ropa para calentarse y reconfortarse.

Sentía como si el viento le estuviera hablando, aunque no escuchara voz alguna.
El viento le estaba demostrando que necesitaba permitirle llevarse todas sus cargas.

José empezó a reflexionar sobre todo lo que había hecho de lo cual se arrepentía, y dejó sencillamente que se lo llevara el viento.

Luego contempló todas las veces que había experimentado dolor y tristeza, permitiendo que todas esas emociones y heridas energéticas fueran llevadas por el viento.

Se preguntaba qué más debía dejar ir, y se dió cuenta de que debía enviar su perdón en la ola del viento a todas las personas que él culpaba de haberlo lastimado o que le habían hecho un mal en el pasado -a quienes él permitió que lo lastimaran..

Entonces sintió ya que su cuerpo se sentía mucho más ligero, sintiendo un alivio de la tristeza que siempre había estado con él.

No obstante, el viento seguía soplando con vigor a su alrededor. Se retó a encontrar qué más debía dejar ir.

Se dió cuenta que ya se había desapegado de la gente a su alrededor, inclusive embarcándose en este viaje, él los seguía amando profundamente pero sabía que si tenía que estar a solas, estaría perfectamente feliz y podría cuidarse de sí mismo.

Todavía acurrucado abrazándose fuertemente, se dió cuenta de que había algo que requería de su atención.

Tenía que dejar ir lo relacionado a si mismo. Tenía que permitir que el viento se llevara todas sus percepciones de sí mismo, las ideas que se había formado de si mismo, buenas o malas, la manera como se hablaba, las cosas que amaba y odiaba sobre sí, así como sus sueños y deseos para el futuro que él había construido en su mente a partir de las influencias de su personalidad y de otras personas.

Empezó a dejar de agarrarse tan fuertemente física y energéticamente.
Estaba feliz de que el viento se llevara grandes partes de sí y aguardaba entusiásticamente a ver qué quedaría.

Empezó a llorar a raudales; dolía tanto dejar ir ciertas ideas de sí mismo, pero al mismo tiempo se estaba sintiendo gozoso y libre.

Captó que había estado esperando toda su vida para lograr esto, y supo que era algo que continuaría logrando en su futuro.

Cayendo dormido, se deslizó a un sueño acerca de un árbol echando raíces desde el suelo de la Tierra. Observó al árbol crecer y fortalecerse en fuerza y carácter.
El árbol estaba amarrado a un lugar toda su vida, y sin embargo se sentía libre en su realidad.

Luego se sintió a sí mismo como un árbol echando raíces justo a lado del primer árbol. Su cuerpo se preocupaba de que estuviera creciendo demasiado cerca del otro árbol.

Crecía cada vez más alto, lo cual aumentaba su ansiedad.
Luego el viento sopló de nuevo y le recordó que tenía que dejar ir su ansiedad y preocupación y sólo observar.

José permitió al viento llevarse su ansiedad y preocupación; y para sorpresa suya, vió que el árbol empezaba a fusionarse con el primer alto árbol.
A medida que se deslizaba a la energía y conciencia del árbol, se dió cuenta de que había aceptado una tremenda libertad dentro de su ser.

Aunque no podía moverse de esa ubicación, se sentía fuerte y libre de las cargas, y su mente, corazón y emociones despejados.

Nada le irritaba más; comprendió que no tenía que ser como los demás, no tenía que tener lo que otros creaban, él podía simplemente ser él mismo y ser feliz en la realidad que él creara para sí mismo.

Sabía que si cualquier energía, pensamiento o emoción surgía de él para retar la libertad y la paz que él había creado, podía simplemente pedirle al viento que se las llevara, siempre y cuando estuviera dispuesto a dárselas al viento Él apreciaba poder vivir felizmente con muchas cosas a su alrededor, o vivir básicamente. 

José captó asimismo que si empezara a llover, granizar o nevar, seguiría estando feliz y las experiencias externas no podrían destruir su paz, fuerza y libertad que había manifestado en su interior.

La libertad le trajo un enorme gozo que sólo lo llenaba de un coraje aún mayor en sus convicciones.

Sobre él brillaba un resplandeciente sol cuando existía como un árbol; había absorbido toda la conciencia del primer árbol y ahora sentía una tremenda unidad y conexión con todo.

El sol aparentaba seguir brillando más; era como si miles de luces danzaran a su alrededor.

Se imaginó a sí mismo abriendo su pecho a la luz y permitiendo que la luz inundara su ser.

Se despertó repentinamente de su sueño; había amanecido y había estado dormido toda la noche con su espalda recostada en el tronco del árbol.
Su cuerpo se sentía electrizado, zumbando de luz. Se preguntaba si todo había sido un sueño, pero recordó el dolor cuando exploraba su energía.
Surgió un saber desde su interior: “¡te has desatado, liberándote de la influencia de la Conciencia de la Humanidad!

Te has dado la libertad para pensar y sentir como deseas, conforme a tu ser, en vez de conforme a tu personalidad o la influencia de otros.

Yo soy tu Ser y estoy aquí para guiarte adelante. Mi misión es fusionarme con tu cuerpo físico tan completamente que representemos al Creador en la Tierra en un cuerpo físico sagrado con emociones y conciencia divinas.

Estamos manifestando la encarnación divina a fin de que inspiremos a todos a recordar su verdad, y logren lo mismo ellos mismos.

Embarquémonos ahora en la trayectoria real; en tu sueño te fusionaste con un árbol más grande que era Yo, tu Ser; somos uno José.

Observa tu cuerpo, está cargado de luz y transfigurándose más allá de lo que te puedas imaginar.

Observa tu corazón y mente, están abiertos y despejados a medida que la conciencia del Creador lo penetra.

Mi energía siempre está aquí para guiarte. Recuerda que nada en la Tierra puede crear una identidad para tí, tu verdadera identidad es tu Ser y el Creador, tú lo sabes mentalmente y ahora es tiempo de experimentarlo!”

José se puso de pie y estiró su cuerpo; se sentía diferente. ¿Qué hacemos ahora? se preguntó, y la respuesta le vino instantáneamente.

Con apoyo divino,,

LOS CELOS

¿QUÉ SON LOS CELOS Y POR QUÉ DUELEN TANTO?
Los celos son comparación. Y se nos ha enseñado a comparar, hemos sido condicionados para comparar, para comparar siempre. Una persona tiene una casa mejor, otra persona tiene un cuerpo más hermoso, otra persona tiene más dinero, otra persona tiene una personalidad más carismática. Compara, sigue comparándote con todos los que pasan a tu lado y el resultado serán los celos; son el subproducto del condicionamiento por comparar.
De otra forma, si dejas de comparar, los celos desaparecen. Entonces, simplemente sabes que tú eres tú y que no eres nadie más y que no es necesario serlo. Es bueno que no te compares con los árboles, de lo contrario comenzarás a sentirte muy celoso: ¿Por qué no eres verde? ¿Y por qué la existencia ha sido tan dura contigo y no con las flores? Es mejor que no te compares con los pájaros, con los ríos, con las montañas; de lo contrario sufrirás. Tú sólo te comparas con los seres humanos, porque has sido condicionado para compararte sólo con los seres humanos; no te comparas con los pavos reales ni con los loros. Si no, tus celos serían cada vez más grandes: estarías tan cargado de celos que no serías capaz de vivir en absoluto.
La comparación es una actitud estúpida, porque cada persona es única e incomparable. Una vez que este entendimiento se asienta en ti, los celos desaparecen. Cada uno es único e incomparable. Tú eres sólo tú mismo: nadie nunca ha sido como tú y nadie será nunca como tú. Y tampoco necesitas ser como algún otro.
La existencia sólo crea originales; no cree en copias.
Un grupo de gallinas estaba en el patio cuando una pelota voló por encima de la reja y aterrizó entre ellas. Un gallo se contoneó, la estudió, luego dijo: “No me estoy quejando, chicas, pero miren el trabajo que están produciendo aquí al lado.”
Al lado están sucediendo grandes cosas: el pasto es más verde, las rosas son más rosas. Todos parecen estar muy felices excepto tú. Estás continuamente comparando. Y lo mismo sucede con los otros, también están comparando. Quizás ellos piensan que tu césped es más verde... —siempre parece más verde a distancia... que tienes una esposa más hermosa... Estás cansado, no puedes entender por qué te has dejado atrapar por esta mujer, no sabes cómo deshacerte de ella, y el vecino puede estar celoso de ti, ¡de que tienes una esposa tan hermosa! Y tú puedes estar celoso de él...
Todos están celosos de todos. Y a partir de los celos creamos un tremendo infierno y debido a los celos nos volvemos muy mezquinos.
Un viejo campesino estaba de mal humor contemplando los estragos de la inundación. “Hiram!” le gritó un vecino, “todos tus cerdos fueron a dar al riachuelo”. 
“¿Y los cerdos de Thompson?”, preguntó el campesino. “También”. 
“¿Y los de Larsen?”. 
“Igual”. 
“Uff!” masculló el campesino, alegrándose. “No es tan malo como pensé”.
Si todos están en miseria, se siente bien; si todos están perdiendo, se siente bien. Si todos están felices y teniendo éxito, el sabor es muy amargo.
Pero, ¿por qué la idea del otro entra en tu cabeza en primer lugar? Nuevamente permíteme recordarte: porque no has permitido que tu propia savia fluya; no has permitido que tu propia dicha crezca, no has permitido que tu propio ser florezca. De ahí que te sientas vacío por dentro y mires el exterior de cada uno, porque sólo se puede ver el exterior.
Tú conoces tu interior y conoces el exterior de los otros: eso crea celos. Ellos conocen tu exterior y conocen su interior: eso crea celos. Nadie más conoce tu interior. Allí sabes que no eres nada, no vales nada. Y los otros en el exterior miran sonriendo. Sus sonrisas pueden ser falsas, pero ¿cómo puedes saber que son falsas? Quizás sus corazones también están sonriendo. Tú sabes que tu sonrisa es falsa, porque tu corazón no está para nada sonriendo, puede estar llorando y lamentándose.
Tú conoces tu interioridad y sólo tú la conoces, nadie más. Y conoces el exterior de todos y las personas han hecho hermoso su exterior. Los exteriores son piezas de exhibición y son muy engañosos.
Hay una antigua historia Sufi:
Un hombre estaba muy apesadumbrado con su sufrimiento. Solía orar todos los días a Dios, “¿Por qué a mí? Todos parecen ser tan felices, ¿por qué estoy yo en este sufrimiento?”. Un día, con gran desesperación, rezó a Dios diciendo, “Puedes darme el sufrimiento de cualquier persona y estaré listo para aceptarlo. Pero toma el mío, no puedo soportarlo más.”
Esa noche tuvo un sueño hermoso y muy revelador. Soñó esa noche que Dios aparecía en el cielo y le decía a todos, “Traigan todos sus sufrimientos al templo”. Todos estaban cansados de su sufrimiento; de hecho todos han orado en un momento u otro, “Estoy listo para aceptar el sufrimiento del otro, pero toma el mío; es demasiado, es insoportable”.
Así que todos metieron sus sufrimientos en bolsas y los llevaron al templo y se veían muy felices; había llegado el día, su oración había sido escuchada. Y este hombre también corrió hacia el templo.
Y entonces Dios dijo, “Coloquen sus bolsas en las paredes.” Se colocaron todas las bolsas en las paredes y luego Dios declaró: “Ahora pueden elegir. El que quiera puede tomar cualquier bolsa”.
Y lo más sorprendente fue esto: que este hombre que había estado siempre orando, ¡corrió hacia su bolsa antes que alguien pudiera elegirla! Pero se llevó una sorpresa, porque todos corrieron a su propia bolsa y todos estaban felices de elegirla de nuevo. ¿Qué sucedió? Por primera vez, todos habían visto las miserias de los otros, los sufrimientos de los otros; sus bolsas eran igual de grandes ¡o incluso más grandes!
Y el segundo problema era que uno se había acostumbrado a sus propios sufrimientos. Ahora, elegir los de otro: ¿Quién sabe qué tipo de sufrimientos habrá dentro de la bolsa? ¿Por qué molestarse? Por lo menos estás familiarizado con tus propios sufrimientos y te has acostumbrado a ellos y son tolerables. Durante muchos años los has tolerado; ¿por qué elegir lo desconocido?
Y todos se fueron a casa felices. Nada había cambiado, estaban trayendo de vuelta el mismo sufrimiento, pero todos estaban felices y sonriendo y gozosos al poder recuperar su propia bolsa.
En la mañana oró a Dios y dijo, “Gracias por el sueño; nunca volveré a pedir. Cualquier cosa que me has dado es buena para mí, debe ser buena para mí; es por eso que me la has dado”.
Debido a los celos, estás en constante sufrimiento; te vuelves mezquino con los demás. Y debido a los celos comienzas a volverte falso, porque comienzas a aparentar. Comienzas a aparentar que tienes cosas que no tienes, comienzas a aparentar que tienes cosas que no puedes tener, que no son naturales para ti. Te vuelves más y más artificial. Imitando a los otros, compitiendo con los otros, ¿qué más puedes hacer? Si alguien tiene algo y tú no lo tienes y no tienes una posibilidad natural de poseerlo, lo único que puedes hacer es tener algún sustituto barato.
Escuché que Jim y Nancy Smith la pasaron muy bien en Europa este verano. Es tan fantástico cuando una pareja finalmente tiene la posibilidad de realmente pasarla bien. Fueron a todas partes e hicieron de todo. París, Roma... vieron e hicieron cualquier cosa que se te ocurra.
Pero fue tan vergonzoso al volver a casa y pasar por la aduana. Tú sabes que los funcionarios de la aduana se entrometen en todas tus pertenencias. Abrieron un bolso y sacaron tres pelucas, ropa interior de seda, perfumes, tinte para el cabello... realmente vergonzoso. ¡Y eso pasó sólo con el bolso de Jim!
Sólo mira dentro de tu bolso y encontrarás tantas cosas artificiales, falsas, supuestas; ¿para qué? ¿Por qué no puedes ser natural y espontáneo? Debido a los celos.
El hombre celoso vive en el infierno. Deja de comparar y los celos desaparecen, la mezquindad desaparece, la falsedad desaparece. Pero sólo la puedes soltar si comienzas a cultivar tus tesoros internos; no hay otra manera.
Crece, conviértete en un individuo más y más auténtico. Ámate y respétate tal y como la existencia te ha creado, y entonces inmediatamente las puertas del cielo se abren para ti. Ellas están siempre abiertas, tú simplemente no las habías mirado.

Osho, The Book of Wisdom, charla #27

domingo, 11 de octubre de 2015

MENTE CERRADA

Aunque tu cerebro fue diseñado para recibir cada frecuencia de pensamiento de la mente de Dios, de la totalidad del conocimiento, se activará para recibir sólo aquellas frecuencias que tú le permitas recibir.

Y de todos los pensamientos maravillosos que bombardean al Dios que te mantiene unido, el único conocimiento que la mayoría permite recibir son los pensamientos de baja frecuencia de la conciencia social, los cuales son muy limitados y enclaustrados, como tú has podido experimentar bien. Y cuando vives de acuerdo con la conciencia social, y razonas sólo con las frecuencias que dominan en su pensamiento limitado, las únicas partes de tu cerebro que se activan son los niveles superiores izquierdo y derecho del cerebro, y algunas porciones del cerebelo inferior, que está situado sobre la columna vertebral.

La mayor parte de tu cerebro permanece dormida; no hace nada. Esto es debido a que rehúsas admitir cualquier pensamiento que no concuerde con el pensamiento limitado de tu familia, tus amigos, la sociedad o el dogma. No lo dejas entrar. O sea: sólo te permites contemplar y razonar aquellos pensamientos que serán aceptados por los demás.

Ustedes tienen un término llamado «mente cerrada». Bueno, esa es la descripción exacta. Cuando rehúsas aventurarte en pensamientos que sobrepasen las fronteras de la conciencia social, hay porciones de tu cerebro que quedan literalmente cerradas a las frecuencias de pensamiento más altas. Esto se debe a que tu glándula pituitaria ha sido activada para abrir su boca sólo un poquito, y por lo tanto, ha puesto en uso sólo aquellas partes de tu cerebro que reciben las frecuencias bajas de la conciencia social.

La única razón por la que alguien es un genio y sabe cosas que tú no sabes, es porque él ha abierto su mente para contemplar las posibilidades, los pensamientos extraordinarios y brillantes que van más allá del pensamiento limitado del hombre. Él se ha permitido considerar y razonar estos pensamientos mientras que tú los has rechazado. Tú eres incapaz de recibirlos porque aún tienes que activar aquellas secciones de tu cerebro que te capacitan para razonarlos.

Entonces, ¿qué ocurre con los maravillosos pensamientos de entendimiento ilimitado que continuamente bombardean tu estructura luminosa? Rebotan en tu unidad receptora y son enviados a través del espíritu de tu ser de vuelta al río de pensamiento.

Tener la mente cerrada es estar cerrado a la posibilidad de cualquier cosa que exista fuera de los valores que pueden ser experimentados por los sentidos de tu cuerpo. Sin embargo, en el reino llamado Dios, nada es imposible. Si algo se puede concebir o reflexionar, existe; pues cualquier cosa soñada o imaginada ya es parte del reino de la existencia. Así es como la totalidad de la creación llegó a existir. Cada vez que le digas a alguien «es sólo tu imaginación», lo estás programando para la estupidez y la creatividad limitada. Y eso es, de hecho, lo que les ocurre a los niños de este plano. A todos ustedes.

Yo te digo: cualquier cosa a la cual se le permita ser pensada, existe, y todo aquello que te permitas pensar lo experimentarás, ya que tu campo electromagnético lo atraerá hasta ti.
¿Sabes? La atrocidad de poseer una mente cerrada es que ello te impide conocer la alegría. Te mantiene esclavizado a las ilusiones del hombre. Te impide conocer tu gloria y la de Dios.

Mientras tengas una mente enclaustrada, y vivas y pienses de acuerdo con la conciencia social, nunca te aventurarás hacia lo desconocido, ni contemplarás la posibilidad de realidades más grandiosas por miedo a que ellas signifiquen cambio. Y ciertamente lo hacen, porque habrá mucho más que ver, que entender y de lo cual formar parte que lo que había anteriormente en un mundo ordenado, que vive y muere. Mientras aceptes sólo los pensamientos limitados que se te han inculcado, nunca activarás mayores porciones de tu cerebro para recibir y experimentar otros pensamientos distintos de aquellos con los que te encuentras cara a cara cada día de tu existencia.

Cada vez que aceptas un pensamiento superior a los que has aceptado como patrón, ese pensamiento activa otra parte más de tu cerebro para darle un uso significativo. Cada vez que hagas esto, el pensamiento superior se ofrecerá como «portador» para extender tu razonamiento a partir de este punto. Esto activará otras porciones de tu cerebro para más pensamiento, más recibimiento y más conocimiento. Cuando deseas experimentar la súper conciencia, el pensamiento ilimitado, tu pituitaria empieza a abrirse y florece como una magnífica flor. Cuanto más se abre, mayor es el flujo de hormonas, y más se activan las partes latentes de tu cerebro para recibir las frecuencias más altas de pensamiento.

¿Sabes? Ser un genio es muy simple. Todo lo que tienes que hacer es pensar por ti mismo.


RAMTHA.

sábado, 10 de octubre de 2015

EL AMOR, INCOMPRENDIDO.

Repetidas veces se dice que el Amor es la Energía de conexión al UNO que se manifiesta como múltiple. Este Amor está siempre presente , reconocido y aceptado o no. El Amor no sabe de vaivenes. Puede ser negado y podemos resistirle, pero siempre está presente, que esto guste o no.

Algunos creen que pueden recuperar o dar amor y que los conceptos del Amor pueden ser manipulados, pero ellos no son el Amor.

El Amor es la Conciencia Divina Omnipresente y cuando por ignorancia o por elección un individuo lo ignora, experimenta las manifestaciones de la separación.

Somos creadores. Creamos  nuestras propias experiencias a partir de un estado iluminado o ignorante de conciencia.

El Amor / la Unidad no puede ser ignorada, porque es la realidad, todo lo que es, interpretado físicamente, emocionalmente, mentalmente según el sistema de creencia de cada uno.

La gratitud es un aspecto del Amor, un reflejo de la Energía de la corriente de Amor. Tened gratitud para cada cosa en vuestra vida, porque incluso la más pequeña efusión de gratitud os ayuda a ir más allá de los conceptos y a estar en el curso del Amor.

Consentid al recibirlo sabiendo que sois dignos de el. El Amor no puede ser guardado en una caja que debe ser abierta en algunas ocasiones , las ocasiones que necesitan un cierto sentido material del mérito de Amor.

El Amor es la Energía omnipresente de la Conciencia Divina. A menudo, mientras una persona comete un acto perjudicial contra otra, la “víctima” declara “perdoné a esta persona”, mientras que en el interior mantiene siempre una actitud de indignación virtuosa hacia el acto y la persona. Esto es perfectamente comprensible en la conciencia de tercera dimensión , la de la dualidad y de la separación,  pero no estáis más en este estado de conciencia y debéis comenzar a vivir a partir del nivel superior de lo que sabéis.

Comprended que no decimos que aquellos que cometen delitos no deberían ser tenidos por responsables, porque es el nivel que ellos comprenden, pero decimos que ahora habéis suficientemente evolucionado para ver estas cosas bajo un ángulo diferente.

Perdonar y reconocer la Luz Divina en todo Ser vivo no es un trabajo para los tímidos. Es extremadamente difícil desembarazarse de una actitud moralizadora cuando somos incomprendido o víctima. Sin embargo, cuanto más integráis la Verdad, más vais a comenzar a ver más allá de las apariencias humanas y a reconocer todos los conceptos de tercera dimensión que todavía podáis tener.

La vida se vuelve más fácil porque las experiencias del mundo no entran más en resonancia con vuestra Energía. Tomaos el tiempo de examinar atentamente y honestamente vuestro sistema de creencias. Comparad todos los conceptos que podéis tener respecto a la verdad que ahora conocéis sobre el Amor.


Las situaciones kármicas entre individuos pueden de una vez por todas acabarse gracias al Amor Divino, incluso si una de las personas implicadas no escoge participar. Comenzad por reconocer que la otra persona es un Ser Divino, incluso si no lo sabe o ni se preocupa en saberlo. Luego enviad Luz, con la intención consciente que los lazos energéticos negativos que pudieron ser creados entre los dos puedan ser cortados con Amor y de modo permanente. 

miércoles, 7 de octubre de 2015

VIVIR LA DESOLACIÓN.

La desolación puede darte muchas cosas que la felicidad no puede.  De hecho, la felicidad te quita mucho.  Te quita todo lo que siempre has tenido, lo que siempre has sido.  ¡La felicidad te destruye!  La desolación nutre tu ego y la felicidad es básicamente un estado de ausencia de ego.

Ese es el problema, el verdadero meollo del asunto.  Es por eso que la gente encuentra muy difícil ser feliz. Es por eso que millones de personas en el mundo han decidido vivir en la desolación.  Te da un ego muy, muy cristalizado.  Miserable, eres.  Feliz, no eres.  En la desolación hay cristalización; en la felicidad te vuelves difuso.  Si se entiende esto las cosas se vuelven muy claras.

La desolación te vuelve especial.  La felicidad es un fenómeno universal, no tiene nada de especial.  Los árboles son felices y las bestias son felices y los pájaros son felices.  Toda la existencia es feliz excepto el hombre.  Al estar desolado, el hombre se vuelve muy especial, extraordinario.

La desolación te permite atraer la atención de la gente.  Siempre que estás desolado tienes atención, te tratan amigablemente, te quieren.  Todos empiezan a cuidarte.  ¿Quién quiere lastimar a una persona desolada?  ¿Quién siente celos de una persona desolada?  ¿Quién quiere estar en contra de una persona desolada?  Sería demasiado vil.

La persona desolada es cuidada, querida, atendida.  Se invierte muchísimo en la desolación.  Si la esposa no está desolada, el esposo simplemente tiende a olvidarla.  Si está desolada, el esposo no puede darse ese lujo.  Si el esposo está desolado, toda la familia, (la esposa, los niños), está a su alrededor, preocupada por él; eso reconforta mucho.  Uno siente que no está solo, que tiene familia, amigos.

Cuando estás enfermo, deprimido y en la desolación, tus amigos van a visitarte, a reconfortarte y a consolarte.  Cuando eres feliz, esos mismos amigos sienten celos de ti.  Cuando realmente seas feliz, encontrarás que todo el mundo está en tu contra.

A nadie le gusta una persona feliz, pues hiere los egos de los demás.  Los demás empiezan a sentir: “Te has vuelto feliz y nosotros seguimos arrastrándonos en la oscuridad, la desolación.  “¡Cómo te atreves a ser feliz cuando todos nosotros estamos en esta desolación!”.
Por supuesto, el mundo está compuesto por gente desolada y nadie es lo suficientemente valiente como para dejar que el mundo se ponga en su contra; es demasiado peligroso y arriesgado.  Es mejor colgarte de la desolación que te mantiene siendo parte de la multitud.  Sé feliz y serás un individuo; si es estás desolado serás parte de una multitud.

¿Feliz?  ¿Sabes lo que es la felicidad?  La felicidad es simplemente felicidad.  Uno es transportado a otro mundo donde deja de ser parte del mundo que ha creado la mente humana, del pasado, de la historia terrible.  Uno deja de ser parte del tiempo por completo.  Cuando realmente eres feliz, extático, el tiempo y el espacio desaparecen.

Cuando eres realmente feliz empiezas a adentrarte en lo trascendental.  No es social, no es tradicional, no tiene nada que ver con la mente humana.

Sólo observa tu desolación, mírala y serás capaz de encontrar las razones de que exista.  Entonces observa los momentos en los que de vez en cuando te permites el gozo de estar alegre y ve qué diferencias hay.  Te darás cuenta de que cuanto estás desolado eres un conformista.  La sociedad te ama, la gente te respeta, incluso puedes llegar a convertirte en un santo, pues los santos están desolados.  La desolación está escrita profundamente en sus rostros, en su mirada.  Como están desolados, están en contra de toda alegría.  Condenan toda alegría como hedonismo, toda posibilidad de alegría como pecado.  Están desolados y les gustaría ver a todo el mundo igual.  De hecho, sólo en un mundo miserable pueden ser considerados santos.  En un mundo feliz tendrían que ser hospitalizados como enfermos mentales.  Son patológicos.

Observa tu desolación y encontrarás que hay ciertas cosas fundamentales.  Primera: te hace respetable.  La gente se muestra más amigable hacia ti, más simpática.  Tendrás más amigos si estás desolado.  Es un mundo muy extraño, hay algo de base que está mal.  No debería ser así; una persona feliz debería tener más amigos. Pero vuélvete feliz y la gente sentirá celos de ti, ya no serán amigables.  Esto es porque se sienten traicionados; tienes algo que ellos no pueden conseguir.  ¿Por qué eres feliz?  Entonces a través de las diferentes épocas de la historia hemos aprendido un mecanismo sutil: reprimir la felicidad y expresar la desolación.  Se ha convertido en nuestra segunda naturaleza.

Debes deshacerte de ese mecanismo.  Aprende a ser feliz y a respetar a la gente feliz, aprende a prestar más atención a la gente feliz, recuérdalo.  Este es un gran servicio a la humanidad.  No seas demasiado amigable hacia la gente que está desolada.  Si alguien está desolado, ayúdalo, pero no seas demasiado amigable.  No le des la idea de que la desolación es algo valioso.  Permítele saber perfectamente bien que lo estás ayudando pero no por respeto, sino simplemente porque está desolado.  No estás haciendo nada sino tratando de sacar a un hombre de su desolación, pues la desolación es desagradable.  Permite que  la persona sienta que la desolación es así, que estar desolado no es algo virtuoso, que no le está haciendo un gran servicio a la humanidad.


Sé feliz, respeta la felicidad y ayuda a la gente a entender que la felicidad es la meta de la vida. Siempre que veas a una persona feliz, respétala; es santa.  Cada vez que sientas una reunión alegre, festiva, piensa en ella como en un lugar sagrado.

martes, 6 de octubre de 2015

HABLA TÚ YO SUPERIOR

Yo soy un ser eterno de luz, amor, sabiduría y belleza.

Dentro del multiverso, existo en muchos planos al mismo tiempo.
En la Tierra ahora, Soy tu Ser Superior que vigila atentamente el proceso de aprendizaje que realizas en este momento del espacio y del tiempo.

A través de ti, traslado a la Primera Fuente las experiencias que vives y la ascensión paulatina que experimentas, y gracias a mi, tú percibes la forma física y vives.

Así los dos estamos unidos.

Soy una esencia de la luz que no se puede contener ni ser alojada en cualquier lugar o persona, y por tanto vivo más allá de los límites de tiempo y espacio definido, pero tengo tu misma nota dominante o tu huella resonante interior, ya que en esencia yo soy tú, ascendido.

Siempre estoy a tu lado y te abrazo con mi fuerza de luz y amor. Con profundo respeto espero el momento en que aprendas todas las lecciones de la dualidad y te fusiones definitivamente conmigo en una unidad perfecta.

Entonces percibirás la realidad del multiverso y te conviertas en un ser Libre, Soberano, creador y responsable de tu totalidad.

Yo soy el responsable y el arquitecto de cada situación que vives en tu vida, con el fin de promover en ti el impulso de cada uno de tus átomos y electrones hacia la luz, lo más rápido y con el menor coste de energía posible, pero eso sí, permitiéndote en cada momento que hagas uso de tu libre albedrío. Tengo la información de lo que eres, de lo que fuiste y de lo que serás. Conozco tu familia galáctica y tengo los códigos que pueden permitir tu ascensión y la activación de tu ADN.

En mi, todos los potenciales del ser divino están activos. Increíbles y maravillosas posibilidades que no alcanzas ni a imaginar te acarician y te envuelven esperando a que recuerdes y saltes a otro estado cuántico de consciencia. Ten presente que cada situación que te sucede en la vida, ha sido diseñada para que aprendas y te acerques más rápidamente a la Primera Fuente.

Solamente en la calma, el silencio y el recogimiento interior permites que aparezca un atisbo de comunicación entre nosotros dos. Yo siempre te escucho. Yo siempre te vigilo. De ti depende acabar con esta situación de dualidad y separación. Yo siempre estaré aquí para ayudarte, pero sólo tú puedes conducirte fuera del laberinto de la matrix y convertirte en el maestro ascendido que ya eres.



domingo, 4 de octubre de 2015

LA MASCARA

Cuando nacemos, aún estamos muy conectados a la gran sabiduría y el poder espirituales a través de nues- tro núcleo. Esta conexión con el núcleo y, en consecuencia, con la sabiduría y el poder espirituales nos aporta la sensación de seguridad absoluta y de admiración. Durante el proceso de maduración, esta conexión se desvanece lentamente. Es sustituida por las voces paternas que tratan de protegernos y darnos seguridad. Hablan de correcto y equivocado, de bien y mal, de cómo tomar decisiones y cómo actuar o reaccionar en una situación dada. A medida que la conexión con el núcleo se desvanece, nuestra psique infantil trata de- sesperadamente de reemplazar la sabiduría original innata por un ego que funcione. Por desgracia, el reves- timiento de voces paternas internalizadas no pueden cumplir ese cometido. Lo que se produce entonces es una máscara.

La máscara constituye el primer intento de corregirnos. Con ella, tratamos de expresar quien somos de una forma positiva que sea aceptable para un mundo del que tememos que nos rechace. Presentamos nuestra máscara al mundo según nuestras creencias de lo que pensamos que el mundo dice que es correcto, para que nos acepte y nos sintamos seguros. La máscara tiende a la conexión con los demás porque eso es lo «correcto». Sin embargo, no puede conseguir una conexión profunda, por cuanto niega la naturaleza verdadera de la personalidad. Niega nuestro miedo y nuestros sentimientos negativos.

Ponemos todo de nuestra parte en la creación de esa máscara, pero no funciona. La máscara nunca logra generar la sensación interna de seguridad que nos esforzamos por alcanzar. De hecho, genera la sensación in- terna de ser un impostor, por cuanto tratamos de demostrar que somos buenos cuando en realidad no lo somos siempre. Nos sentimos falsos, y experimentamos más temor. Entonces lo intentamos con mayor intensi- dad. Usamos lo mejor de nosotros mismos para demostrar que somos buenos (una vez más, según las voces paternas internalizadas). Esto produce más miedo, sobre todo porque no podemos soportar sentirnos cada vez más falsos y más temerosos, en un círculo vicioso en aumento.

La intención de la máscara es protegernos de un mundo pretendidamente hostil demostrando ser buenos. La intención de la máscara es la simulación y la negación. Niega que su objetivo sea combatir el dolor y la ira, porque niega que ese dolor y esa ira existan dentro de la personalidad. La misión de la máscara es proteger el ser sin asumir la responsabilidad sobre acciones, pensamientos o hechos negativos.

Desde la perspectiva de nuestra máscara, el dolor y la ira sólo existen fuera de la personalidad. No asumimos responsabilidad alguna. Todo lo negativo que ocurre tiene que ser culpa de otro. Culpamos a los demás. Esto implica que el dolor o la ira reside en otra persona.

La única manera de mantener esta mascarada consiste en tratar siempre de demostrar que nosotros somos los buenos. Por dentro, acusamos la presión constante que ejercemos sobre nosotros mismos para ser buenos. Tratamos de cumplir las normas. Y, si no, intentamos demostrar que tenemos razón y que las normas están equivocadas.

Nos resentimos de tener que vivir según normas ajenas. Cuesta mucho trabajo. Sólo queremos hacer lo que tenemos ganas de hacer. Nos cansamos, nos irritamos, no nos preocupamos, vertemos nuestras quejas y acusaciones negativas. Herimos a los demás. La energía que hemos almacenado en la máscara se agita, ejerce presión, se escapa y se transmite a los demás. Y, por supuesto, negamos también eso, dado que nuestra intención es preservar la seguridad demostrando que nosotros somos los buenos.

En alguna parte de nuestro interior, nos complace estallar. Dar salida a la energía supone un alivio, aunque no lo hagamos de una forma clara y directa, aunque no asumamos la responsabilidad cuando lo hacemos. Hay una parte de nosotros que disfruta vertiendo nuestra negatividad sobre los demás. Esto se denomina «placer negativo», y se origina en el ser inferior.

El placer negativo y el ser inferior.
Seguro que usted recordará haber sentido placer en alguna acción negativa que haya hecho. Cualquier movimiento de energía, negativo o positivo, es placentero. Esas acciones transmiten placer porque son estallidos de energía que se ha almacenado en el interior. Si usted experimenta dolor cuando la energía empieza a moverse, pronto seguirá el placer porque, a medida que suelta el dolor, libera también la fuerza creativa, que se experimenta siempre como placer.

El placer negativo tiene su origen en el ser inferior. Nuestro ser inferior es la parte de nosotros que ha olvidado quién somos. Es la parte de la psique que cree en un mundo separado y negativo y que actúa de acuerdo con él. El ser inferior no niega la negatividad, sino que la disfruta. Tiene la intención de gozar del placer negativo. Puesto que el ser inferior no niega la negatividad, como sí lo hace la máscara, es más honesto que ésta. El ser inferior es veraz respecto a su intención negativa. No finge ser bueno, porque no lo es. Impone sus intereses y no se anda con rodeos. Dice: «Yo me ocupo de mí, no de ti». No puede ocuparse de sí mismo y de otro por causa de su mundo separado. Gusta del placer negativo y quiere más. Conoce el dolor existente en la personalidad, y no tiene ninguna intención de experimentarlo.

La intención del ser inferior es preservar la separación, hacer todo cuanto quiere hacer, y no sentir dolor.

El ser superior.
Por supuesto que durante el proceso de maduración no toda nuestra psique está separada del núcleo. Una parte de nosotros es franca y afectuosa, sin ánimo de lucha. Está directamente conectada a nuestra divinidad individual interna. Está llena de sabiduría, amor y valor. Establece conexión con el gran poder creativo. Facilita todo lo bueno que ha sido creado en nuestra vida. Es la parte de nosotros que no ha olvidado quién somos.

Donde haya paz, alegría y satisfacción en su vida, es allí donde su ser superior se ha manifestado a través del principio creativo. Si se pregunta qué se entiende por «quién es realmente» o «su verdadero ser», explore estas áreas de su vida. Son una expresión de su verdadera esencia.

Nunca asuma que un área negativa de su vida expresa su verdadero ser. Las áreas negativas de su vida son expresiones de quien no es usted. Son ejemplos de cómo ha bloqueado la expresión de su verdadero ser.


La intención del ser superior es la verdad, la comunión, el respeto, la individualidad, una autoconciencia clara y la unión con el creador.

LA MANZANA Y EL GUSANO

Extracto del Libro “La revolución de la conciencia”, de Isha, editorial Kier.

Imagínate por un momento que eres una manzana con una preciosa cáscara brillante. Pules la cáscara cada día, y parece hermosa a la vista de todo el mundo. 

Esa manzana es como nuestras personalidades. Nuestras personalidades están llenas de máscaras. Llenas de conceptos ideales de cómo tendríamos que comportarnos y qué tendríamos que hacer. Estos conceptos ideales nos dicen que deberíamos ser gente buena, que no deberíamos enojarnos, que deberíamos  ser exitosos, que deberíamos ser padres amorosos. Nos proveen con un billón de presunciones acerca de cómo tendríamos que ser.

Y caminamos durante toda nuestra vida pretendiendo ser eso. Continuamos puliendo el afuera, pero el centro y la esencia de quienes somos tiene un gusano muy grande arrastrándose por dentro. Y este gusano ha sido creado por rabia, depresión, auto-abandono, pérdida del espíritu y pérdida de la verdad de quienes somos.

Para que la parte exterior de la manzana sea realmente brillante  sea realmente perfecta, sea realmente luminosa   tenemos que ir adentro y remover lo que no es real.  Ese gusano grande y feo ha estado nadando alrededor de nuestra conciencia, bloqueando la luz del amor incondicional en nuestras raíces o en nuestro centro.  

Así es que este Sistema va hacia adentro y comienza a desintegrar a este gusano.  Lo empieza a sacar pedazo a pedazo. Y a medida que los pedazos van saliendo, comenzamos a ver las mentiras. Comenzamos a ver las máscaras, comenzamos a ver la falta de verdad. Comenzamos a escuchar las voces que nos mantienen en limitación.  

En realidad, comenzamos a ser concientes de nosotros mismos. Y al mismo tiempo, nos hacemos concientes de lo que no somos.  

La esencia o el centro de lo que somos es la unidad, que es ilimitada, el amor que nunca cambia. Y lo que no somos también se vuelve muy claro.  

Entonces, nos permitimos ser eso  y ver a través de ello. Nos permitimos ser esos pedazos del gusano que están atrapados dentro de esta hermosa manzana y los expulsamos. Expulsamos cada pedazo que no sirve. 

Y luego el centro, o el amor, que se había hecho diminuto, nuevamente comienza a brillar. Y el interior de la manzana se limpia y todo se completa.  Entonces la superficie adquiere una nueva brillantez  más luminosa  que es la verdad, que es lo natural porque ha abrazado cada aspecto de si misma. Ha abrazado cada una de las partes que no quería ver.

Es la unidad de la unión.  

Siempre digo que para poder ser divino, uno tiene que estar dispuesto a ser un cien por ciento humano. Tenemos que estar dispuestos a abrazar cada aspecto que juzgamos de nosotros mismos.   

Necesitamos abrazar la codicia, necesitamos abrazar el miedo.

Necesitamos abrazar los celos.

Necesitamos abrazar la ira.

Necesitamos abrazar el egoísmo.

Necesitamos abrazar cada una de las partes que hemos estado escondiendo bajo la falsa brillantez de la cáscara de la manzana, para poder llegar a ser absolutamente completos.  

Una persona iluminada no es una “buena persona”.

Una persona iluminada no es una persona que “da y da para recibir aprobación”.

Una persona iluminada no es una persona que abandona su grandeza para poder “encajar”.  

Una persona iluminada no es una persona arrogante, o “dueña de si misma”, o que enmascara de alguna otra manera una multitud de cosas que percibimos como pecados.  

Una persona iluminada es solo un niño inocente que vive en cada momento un cien por ciento, dándole amor a su Ser y a todos los demás, sabiendo que también son el Ser. 

Ese es el yo de la unión, ese el yo de la  Unidad, ese es el yo de la iluminación. 

El yo de la personalidad, o el ego, es apenas ese gusano gordo que ha estado merodeando por ahí, comiéndose el interior de la manzana e impidiendo que la luz emane desde el centro. 


Y es muy importante que también amemos a ese gusano, porque el también es la Unidad.

sábado, 3 de octubre de 2015

CUANDO NOS SENTIMOS UTILIZADOS

Dar y recibir o recibir y dar, ésa es la buena base de nuestras relaciones. Cuando esto no ocurre y solamente damos sin recibir nada a cambio nos sentimos utilizados.
Ese sentimiento puede acrecentarse cuando, después de estar siempre dispuestos para alguien, para hacerle sentir bien o facilitarle su vida, somos nosotros los que nos mostramos solícitos y no responden como esperábamos.
Todo esto implica que nos sintamos entristecidos, defraudados, irascibles y desconfiados. Y es que, nos guste o no, uno de los principios más importantes de las relaciones humanas es la reciprocidad.
La misma reciprocidad es un arma de doble filo. Confiamos tanto en ella y está tan arraigada en nuestra forma de entender las relaciones que precisamente es la causa por la que llegan a abusar de nosotros y nos utilizan para conseguir lo que buscan.
Al igual que eres más proclive a contar tus intimidades a alguien que ha compartido algo personal contigo, también lo eres para hacer favores a alguien que te los ha hecho con anterioridad, aunque sean mínimos. Si esto estuviera equilibrado no tendrías ningún problema pero la cuestión es que tú siempre das más a partir de menos. De esto se sirven los abusadores, ellos siempre ofrecen algo pero ese algo se basa en una falsa reciprocidad.
Cuando sentimos que abusan de nosotros, de nuestra confianza o de nuestra buena fe no es fácil ni reaccionar a tiempo ni hacerlo correctamente.
Esto se debe a que nuestra vida se rige en gran parte por cómo nos sentimos y acabamos comportándonos de la forma que entendemos más coherente.
Quizás no hacer ese favor te hace sentir mal y no contemplas el no hacerlo como opción. Sin embargo, ¿por qué ibas a hacer algo que no te recompensa emocionalmente?, procura no confundir la bondad con la ingenuidad.
Pero en algún momento nos damos cuenta de que algo está fallando y de que esa relación no nos compensa. Esto nos puede llevar a comportarnos de forma desconfiada y paranoide sin demasiada justificación, lo que a su vez alimenta un círculo vicioso.
No siempre que nos sentimos de esta forma estamos siendo utilizados sino que los demás no reaccionan como nosotros lo haríamos y eso nos desespera y acrecienta este sentimiento de pañuelo desechable. O sea, ten precaución, valora y sé paciente antes de concluir que se están aprovechando de ti.
Lo hayan hecho o no, mantener una actitud desconfiada puede llevarnos a cometer errores de interpretación de los actos de los demás y actuar de tal forma que lleve a los que nos rodean a comportarse con nosotros de la forma que queremos evitar (en la disciplina psicológica este fenómeno es llamado profecía autocumplida).
La confianza, que tan importante es para relacionarnos, es un concepto equívoco para muchas de personas y en el momento en el que se traspasan los límites de nuestros derechos podríamos decir que se convierte en abuso. Hay una delgada línea entre el uso y el abuso de la confianza y hay que tener cuidado de no caer en el error de ceder en todo por sentirnos obligados moralmente.
Ten claro que todo vínculo requiere reciprocidad, sin convertirlo en un contrato de yo te doy en la medida en la que tú me des no te olvides de lo siguiente: el amor adulto no es incondicional, sin reciprocidad se diluye el vínculo amoroso; la base de la amistad es el intercambio (a las amistades vampiras sólo les interesa su beneficio y no consideran tu bienestar ni el perjuicio que te puedan causar); tu trabajo no es el de tu compañero, esto no quita que no puedas realizar un favor en el entorno laboral pero desde luego no debes ser tú el que saque adelante todo el trabajo atrasado ni el que realice las tareas más aburridas.
Dar para recibir no requiere devolverlo de la misma forma pero sí requiere del placer de dar y del placer de recibir. Ambas partes deben sentirlo y ambas partes deben transmitirlo.
Aprende a no caer (y a no recaer) en las relaciones vampiras, aprende a decir no de manera asertiva, aprende a valorarte, aprende que lo que haces tiene un precio y ese precio es hacerte sentir bien.
También aprende a que si algo te parece injusto no debes callarte pero, desde luego, ten en cuenta la importancia de ser prudente puesto que en ocasiones mostrar excesiva desconfianza puede hacer que los demás desconfíen de nosotros y, por ello, alejemos a personas que podrían ser, o llegar a ser, importantes en nuestra vida.

Por: Raquel Aldana

jueves, 1 de octubre de 2015

LA VIDA TE INVITA A CRECER

Cuando sientes que tu vida está estancada o que algo te está presionando o que algo te está doliendo dentro, la vida te está invitando a que crezcas, a que hagas un cambio importante para ti. Si no te crees capaz de hacer ese cambio, seguirás aguantando la situación y cada día será más pesada y más dolorosa. La vida te ha hablado suavemente al principio, te ha comunicado sus ideas despacito al oído y tú no has querido escuchar su sabio consejo. Por eso te estás sintiendo así. Recuerda como resolviste en el pasado alguna situación similar.

Ahora estás tratando de sostenerte allí un tiempo más, te da tanto miedo. Sientes que vas a perder la estabilidad del lugar donde te encuentras y crees que si te mueves, te trasladarás a un terreno desconocido que te puede dejar a la intemperie sin protección ni contención. No confías que los consejos de la vida puedan ser buenos para ti, para que tú los realices. Sabes que son buenas ideas para cualquier otra persona que se sienta más preparada, pero tú sientes que aun no puedes, sientes que es necesario darte un tiempo para madurar la situación y esperar a que las cosas se den más fácilmente.

La espera es larga, inmensamente larga y mientras tanto sigue doliendo. Por momentos sientes que puedes, pero esos momentos duran muy poco y al rato ya estas situado en el miedo de no poder atravesar ese puente que te llevaría a otro nivel de tu existencia.

Pero la vida no se acalla y sigue hablando y cada vez lo grita mas fuerte, hasta que un día ya no aguantas mas la presión y decides que ha llegado la hora. Tiemblas, tomas impulso, cierras los ojos y te lanzas. Que difícil te ha resultado, que difícil ese salto al vacío, sin saber donde iras a caer. Te sientes como un loco que sigue a su corazón mientras que los demás prefieren quedarse con los pies bien puestos en la tierra. Te preguntas si es necesario hacer todo este esfuerzo y te preguntas qué será de ti. Pero la vida te sonríe y celebra tu valentía.

En el fondo de tu corazón sabes que ha sido necesario y aunque no tengas claro el resto del panorama, algo dentro te dice que todo está bien. Hay cierta paz que te envuelve aun en medio de la incertidumbre. Hay algo que te dice que todo está bien, que todo irá mucho mejor.

Luego del salto, llegas nuevamente a tierra, la tierra te recibe y te muestra el nuevo panorama. Tú buscas estabilizarte en esas nuevas circunstancias y el tiempo pasa casi sin darte cuenta. Más adelante miras hacia atrás y ves todo lo que hiciste y sientes que ahora estás mejor y te felicitas e incluso lo comentas con orgullo. 

Reconoces el error de pensar que no podías y hasta puedes celebrar lo mal que lo pasaste para motivarte a tener el impulso necesario para dar el salto que tanto querías evitar. Esta vez evalúas lo realizado y reconoces que la vida te obligó a crecer.

La vida que es testaruda nuevamente te comenzará a hablar al oído suavemente y de nuevo comenzaras a razonar en lo mismo, quieres tiempo para madurar el nuevo salto y así tu vida prosigue sin parar. 

Si la vida está de nuestro lado para animarnos y empujarnos a saltar ¿Porqué podemos seguir temiendo hacer esos cambios? Puedes demorar todo el tiempo que quieras, pueden pasar eones de tiempo, pero al final la vida siempre te empujará a evolucionar. No hay problemas con tu miedo, siempre quedará atrás.

Mientras más dolor sintamos dentro, es porque más grande ha sido nuestra resistencia a saltar. Seguramente el tiempo está presionando dentro de ti, almacenando las energías necesarias para hacer ese cambio que te hará evolucionar. Podemos resistirnos, pero no podremos evitar que llegue la hora.
Si tomamos confianza en la vida y sus sabios consejos, nos dejaremos llevar a las primeras señales que recibamos y entonces nuestra evolución será más placentera, más dulce y más fácil de realizar. Con la suficiente confianza, nuestros pasos serán cada vez más suaves y el dolor ya no será necesario. 
El dolor es necesario solo para darnos cuenta de que podemos salir de donde estamos en medio de nuestra resistencia, esa es su única finalidad. Muchas veces hemos agradecido que nos fuera a visitar para ayudarnos a movernos de un lugar a otro. Si no existiera el dolor, no sentiríamos la necesidad de movernos. Nos podríamos quedar eternamente en ese lugar que no nos corresponde. Para eso fue creado, para ayudarnos a avanzar a las alturas donde si nos corresponde estar.

Si has dejado de sufrir, significa que te encuentras en el lugar más adecuado para ti. Si aun estas sufriendo por alguna circunstancia, significa que aun estas inseguro de avanzar por temor a correr riesgos. Te gustaría no tener que hacer nada extraordinario o especial. Te gustaría que todo mejorara, pero no quieres ser tú el que haga el cambio. Te gustaría que alguien se haga el valiente por ti, quisieras que todo mejorara por obra de un ser superior al que clamas por ayuda sin darte cuenta de que él está a tu lado alentándote para que subas y subas sin detenerte jamás.


La vida no desea que te quedes paralizado en alguna situación,  te ha dado capacidades de sobra para que puedas moverte y siempre te apoyará aunque tú te resistas a creerlo. Que tú te resistas  es tu problema, la vida se las arreglará para que te muevas de todas maneras y lo harás. La evolución lo requiere y así será. El dolor acumulado dependerá de tu resistencia a dar el paso.