ACERCA DE LA MUERTE.
Existe mucho miedo respecto a la muerte.
Miedo a la aniquilación, miedo al olvido, miedo a ser devorado por el gran agujero negro asociado a la muerte.
Nadie muere sin elegir hacerlo. El yo superior toma esa decisión.
Por tanto nadie “muere antes de su hora”.
Sin embargo puede haber una sensación de “vida sin completar”, por así decirlo, cuando las “lecciones de vida” que elegiste no se completaron, por una u otra razón.
Morir no necesita ser un proceso doloroso.
Lo que en realidad tiene lugar es de una naturaleza grandiosa y majestuosa.
Morir es un acontecimiento sagrado en donde el alma se conecta consigo misma de la manera más íntima.
La mayoría de ustedes se darán cuenta inmediatamente de la transición de su fallecimiento.
Estarán encantados de darse cuenta de que aún están conscientes, aunque muertos en sentido físico. Muchos estarán encantados de comprender que todavía ustedes son “ustedes”.
Tendrán un cuerpo pero se sentirá más fluido que el cuerpo físico al que estaban acostumbrados. Lo más probable es que tome la apariencia de su cuerpo físico más reciente.
Aunque hay libertad de tomar cualquier apariencia que ustedes deseen, la mayoría de las personas aprecian algo de continuidad por un tiempo.
Los que están en su cuerpo físico no te verán.
Después de morir, cuando proyectas tu consciencia por el pensamiento hacia el reino físico, estarás en forma etérica, como fantasma, según tú lo llamas.
No les sorprenderá saber que la mayoría de ustedes asistirán etéreamente a su propios velorios y funerales.
Cuando llega la muerte ustedes sin esfuerzo regresan a su estado natural del ser.
Las cargas terrenales se levantan de sus hombros.
Residir dentro de un cuerpo físico les impone limitaciones.
NACER.
El ángel dentro de ustedes ama volar y ser libre, investigar libremente la miríada de mundos que constituyen el universo. Hay tanto por explorar y por experimentar.
En un nivel interior ustedes se permitieron comenzar esta vida terrestre. Fue una elección consciente.
Aún así hubo un momento en el cual ustedes dijeron “sí”. Ésta fue una elección valiente. Es un acto de enorme coraje canjear su libertad angelical y sensación de ausencia de limitación por la aventura de volverse humano, de volverse mortal.
Nacer en el reino de lo físico es mucho más traumático que regresar al “reino angélico”. De hecho, el abandono de lo físico se puede describir apropiadamente como “volver a casa”.
Una vez que ustedes nacen en un cuerpo terrestre, más o menos pierden contacto con esta libertad angelical y sensación de estar sin límites.
Nacer en la tierra, ha sido un salto a la ignorancia.
Olvidando temporalmente quiénes son, no recordando que su estado libre del ser es parte de ser humano.
Ustedes olvidan que están a salvo y son libres, sin importar donde estén. Siendo humanos, ustedes empiezan a reclamar esa sensación natural de libertad y de seguridad. En su búsqueda pueden llegar a ser engañados por poderes que parecen ofrecerles lo que ustedes están buscando, pero en realidad los están volviendo dependientes de algo externo a ustedes.
Pueden depender de juicios que vienen de afuera de ustedes, diciéndoles cómo comportarse para ser amados.
Estas imágenes falsas del Hogar, estos sustitutos, tienden a entristecerlos y a deprimirlos.
En verdad, el viaje hacia abajo del cielo a la Tierra ha sido uno arduo.
La muerte, sin embargo, los transporta de regreso al plano del amor y de la seguridad eterna. Es al morir que ustedes se rinden a quienes siempre han sido.
Si mueren conscientemente, si pueden aceptar la muerte y rendirse a ella, morir pasa a ser un acontecimiento alegre.
ANTES DEL “MORIR”
Antes de morir ustedes pasan por una etapa de despedir y liberar.
Etapas del duelo.
Negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Es una fase en donde dicen adiós a la vida terrenal, a sus seres queridos.
Esto puede ser difícil, sin embargo al mismo tiempo les ofrece la posibilidad de reflejar profundamente quienes ustedes son, y lo que han aprendido y realizado en la Tierra durante su vida.
En la aflicción que pueden sentir por dejar a sus seres queridos, siempre se torna tan claro lo que los conecta a ustedes con ellos. Es un lazo de amor que es inmortal. Este lazo es tan poderoso que sin esfuerzo pasa a través del límite que es la muerte.
Aquellos que quedan atrás a menudo asocian la fase anterior a la muerte de sus seres queridos con sentimientos de tristeza y pérdida. Es natural lamentar la partida de un ser querido; es natural extrañar y añorar la presencia física del ser querido.
Ustedes pueden tener una comunicación directa con un ser querido después que él muere, desde vuestro corazón a su corazón. Su mensaje será recibido, siempre.
MORIR.
Que les sucede a USTEDES una vez que pasan los límites de la muerte?
Una vez que han pasado la etapa del duelo, la etapa donde decir adiós, comenzarán a sentir a la muerte acercándose. Ahora cambia el foco de su conciencia. Al soltar el mundo externo, las personas, su cuerpo, se tornará hacia adentro y se moverá más profundo dentro de ustedes.
Su conciencia del mundo externo disminuye y esto les permite prepararse para el viaje interior en el cual están por embarcarse.
Si ustedes aceptan la muerte conscientemente, experimentarán un “alistarse”, una disposición para realmente liberar.
Para sus seres queridos éste es el momento de dejarlos ir, porque ustedes necesitan toda su fuerza para volcarse hacia adentro y prepararse.
Durante la etapa final, la persona que muere siente la dimensión terrestre de un modo desprendido. Otra dimensión está entrando en su consciencia, con una radiación tan prometedora y tentadora, que ya no es más difícil rendirse y dejar atrás todas las cosas terrenales. Incluso la presencia de sus seres queridos ahora no detendrá su partida.
La energía del Hogar, Dios, el cielo o como sea que quieran llamarlo es tan abrumadoramente complaciente, cálida y apaciguante que se torna fácil soltar y devolver a la Tierra su cuerpo cansado y gastado.
Una vez que liberen en paz, su alma se elevará de su cuerpo suavemente y con fluidez. Se sentirán sostenidos por fuerzas universales de amor y sabiduría. Si ustedes mueren sin resistencia, su entorno inmediato se llenará de una energía cálida y encantadora. Experimentarán una indecible sensación de alivio. Son libres, y todo se vuelve claro.
PLANO ASTRAL.
Luego de su llegada aquí, al plano astral, ustedes percibirán seres de luz a su alrededor. Habrá guías para asistirlos y personas que ustedes conocían y que murieron antes que ustedes.
Experimentarán un sentimiento de agradecimiento y de admiración, a medida que entran a este plano de amor incondicional y sabiduría.
Una vez que llegan a este lado, al plano astral, hay una fase de ajuste en la cual se acostumbran a su nuevo entorno y lentamente liberan sus ataduras a la vida terrenal.
Necesitarán aclimatarse. Habrá guías que los sostendrán y que están especializados en esto.
Una vez que ustedes mismos hayan muerto, verán a la gente que está viviendo en la Tierra desde una perspectiva diferente.
Serán más tolerantes, mansos y se encontrarán con un sentimiento de sabiduría incrementada.
No van a estar de repente completamente equilibrados, porque hay emociones y sentimientos que se llevan con ustedes y que necesitan tratar.
No van a ser perfectos u omniscientes una vez que dejen la vida física. Y en realidad eso no está tan mal, ¡porque de este lado aún hay mucho que experimentar y descubrir!
Habrá una fase en la que revisarás detalladamente la trama de tu experiencia física recién completada. Sin embargo, después de esta revisión, descubrirás que llega otra expansión natural: sucede una fusión álmica gradual en la que te integras con tus otras vidas, y con otros aspectos no sólo de tus vidas terrestres, sino de otras realidades.
Podrás visitar amigos y familiares, revisar el pasado, saludar a amigos de la infancia, y viajar sin fisuras en el espacio y en el tiempo. Podrás recordar tu infancia, verte como un niñito rodeado por tu familia en una Navidad, y caminar por los salones de tu escuela tal como era sesenta años antes.
Algunas personas han tenido dificultades en aceptar la muerte en la Tierra y su transición hacia el otro lado puede haber sido menos pacífica.
Usualmente ellos necesitan más tiempo para adaptarse a sus nuevas circunstancias de vida.
A veces les lleva un tiempo antes de que realmente se den cuenta de que han muerto.
Algunas personas han sufrido una enfermedad de largo plazo y hallan difícil quitarse de encima la idea de estar enfermo. Ellos no pueden creer totalmente que estén sanos otra vez, y a menudo requieren la paciencia y el apoyo bondadoso de un guía espiritual que los ayude a liberar su viejo cuerpo. El cuerpo viejo puede pegarse al alma, puramente como un concepto, como una forma de pensamiento.
Lo mismo vale para los hábitos emocionales y los patrones de comportamiento. Pueden repetirse en el plano astral hasta que el alma descubre su libertad, su poder para liberarse y abrirse a algo nuevo.
Otra posibilidad es que el alma permanezca atada al reino de la Tierra, a los seres queridos en particular, porque ella murió súbitamente o muy joven. Esto puede pasar en el caso de accidentes, catástrofes, o cuando la persona estaba en la flor de su vida. Éstas son situaciones en las cuales un alma particular no se sentía dispuesta o preparada para partir. Morir en esos casos es más o menos traumático. De este lado hay apoyo amoroso para estas almas traumatizadas, como siempre lo hay. Tarde o temprano el alma alcanzará un estado de aceptación y de comprensión de la situación.
Siempre hay una razón viable para lo que parece ser una partida prematura desde el plano terrestre. Morir nunca es una coincidencia.
La mayoría de las personas permanecen en el plano astral por bastante tiempo después que han muerto.
Ellos miran hacia atrás a su vida en la Tierra y reflexionan sobre todas las experiencias por las que han pasado.
En el reino astral ustedes pueden experimentar tanto alegría como depresión, ambas emociones positivas y negativas.
Sus alrededores reflejan su realidad psicológica interior. Las emociones con las cuales tienen que llegar a un acuerdo adquieren la forma de colores, paisajes y encuentros.
En el plano astral ustedes tienen la oportunidad de escoger el equipaje emocional que trajeron consigo de su reciente vida en la Tierra. En esto son asistidos por varios guías amorosos. En cierto momento, ustedes soltarán todas sus ataduras y su dolor emocional y estarán preparados para moverse por completo más allá del plano astral.
TRASCENDER AL PLANO DE LA ESENCIA.
Mientras se extiende su estadía en el plano astral, su espíritu se expande dentro de niveles más amplios y más profundos de conciencia.
Soltarán cada vez más los modos de pensar y de sentir a los que estuvieron acostumbrados en la Tierra.
Esencialmente, ustedes gradualmente regresan al centro de quienes son, su alma, la chispa divina interior.
Cuanto más entran, o regresan, a ese estado de conciencia, más se desprenden de la personalidad terrestre y de la dimensión de la Tierra.
Ustedes sentirán un flujo del ser que se extiende más allá de ese aspecto suyo. Entrarán en contacto con otras vidas que pasaron en la Tierra, encarnaciones en donde personificaron otros aspectos de su alma.
Ustedes se vuelven conscientes del espacio sin límites que es su alma y de las muchas experiencias que han acumulado en su viaje hacia el universo.
Cuando ahora la gente en la Tierra se conecte con ustedes, ellos sentirán a una persona que ha ganado en sabiduría y en amor espiritual.
De hecho, a medida que se aproximan al centro de su alma, ustedes están dejando el plano astral y están entrando al plano esencial, el reino de la Esencia.
PLANO DE LA ESENCIA.
Ahí es cuando pasan al plano de la esencia. Cuando esto sucede es como una segunda muerte. Dejan atrás todo lo que no pertenece verdaderamente a ustedes y se permiten fundirse con el Yo superior, su centro divino.
En el momento en que pasan al plano esencial, serán conscientes del inmenso poder que los mueve. Experimentarán su unidad con Dios.
El plano de la esencia, el plano del Tú eterno, es el asiento de la conciencia divina desde la cual se origina toda la creación.
Revisión de la vida. Todos ustedes tendrán esta experiencia, y podrán elegir las partes importantes no sólo para estudiarlas, sino para revivirlas a discreción.
En muchos casos, el alma elige áreas en las que se realizaron actos erróneos. A menudo serás guiado para considerar respuestas alternativas, para comprender lo que podría haber pasado y cómo hubieras tenido un resultado mejor.
En ese proceso tiene lugar un aprendizaje profundo. Esto es lo que tus textos religiosos llaman “el juicio”. Sin embargo, en este estado no hay emociones de culpa ni tormento, porque en este nivel estás por encima de la personalidad como tú la entiendes. Tu revisión de esto desde un estado más elevado del ser, que es desapegado, por así decirlo, es casi como una observación en tercera persona. Ocurre en lo que se podría considerar un centro de entrenamiento.
Cuando ustedes alcancen el plano esencial en la vida después de la muerte, serán capaces de hacer elecciones conscientes en cuanto a su destino futuro.
En este plano ustedes puedes arreglar, con la ayuda de maestros y guías, otra encarnación en la Tierra, o planear un viaje diferente, dependiendo de sus metas.
En el plano esencial pueden oír claramente la voz de su alma.
Es desde este plano que ustedes alguna vez dijeron “sí” a la vida en la cual se hallan ahora.
SER CONSCIENTES.
Cuanto más conscientes se vuelven de esta dimensión durante su vida en la Tierra, más fácil será morir pacíficamente y, luego de su muerte, moverse más allá del plano astral hacia el plano de la esencia.
La muerte no es nada más que una transición, una de las muchas transiciones que pasan en la vida.
Morir en rendición consciente es un acontecimiento sagrado, lleno de vida y de belleza.
La majestuosidad de lo que se está desplegando será tangible para aquellos que estén presentes.
Cuanto más hayan experimentado aquellos que están presentes “morir mientras se está vivo”, más serán llenados con una admiración y reverencia acerca de la transición que están presenciando.
Conectarse a menudo con el plano esencial durante su vida es la mejor manera de prepararse para la muerte, y para lo que se halla más allá.
Al volverse conscientes ahora, antes de la muerte física, de que el verdadero centro de quienes ustedes son no depende del actual cuerpo físico en el cual residen, ni de la identidad que asumen en el mundo, ustedes se liberan para suavemente hacer la transición una vez que llegue el momento.
Para morir pacíficamente, se les pide que se desprendan a nivel interno de cualquier cosa que los ate a la existencia terrenal.
Practiquen este desprendimiento continuamente mientras están viviendo, y ustedes estarán preparados para morir.
Habrán conquistado la muerte antes de morir.