De nueva cuenta abrimos este espacio para alinearnos a la vibración del Proyecto Conciencia Solar. Nos encontramos en un momento planetario muy intenso, en el que fuertes energías se están moviendo desde las profundidades de la Tierra, para invitarnos a tomar consciencia de aquellos aspectos que en este momento podemos liberar. Eso se debe a que, cada cierto tiempo la Madre GAIA mueve las energías de los entramados planetarios, de manera que se puedan abrir las puertas para la transformación o la expansión. Son oleadas de Luz que fluyen en un vaivén constante a través del entramado de la consciencia colectiva de la humanidad, generando un efecto en el estado de animo de las personas y en sus pensamientos y emociones. Por ello es que hay días en los que se siente como si las personas estuvieras ansiosas o mal humoradas y días en los que todo fluye mejor.
La Madre GAIA irradia frecuencias de Luz e información hacia ese entramado de la consciencia colectiva de la Humanidad y con ello se impulsa el flujo de la vibración colectiva.
Dentro de esos flujos de energía hay ciclos en los que GAIA irradia energías de transformación o depuración y en esos días se exaltan más los miedos y las creencias limitantes. Y ciclos en los que GAIA irradia energías de expansión e inspiración y en esos días llegan ideas nuevas o se generan más oportunidades.
GAIA irradia energías de transformación con el propósito de impulsar la evolución, pues es información pura, que si se recibe en el corazón puede impulsarte hacia la expansión. Sin embargo, el efecto natural en la consciencia humana parecería ser negativo, en el sentido de que aquello que se exalta durante esos días son los miedos o las creencias limitantes. Eso sucede debido a que, si bien, la Madre GAIA está irradiando energías para la transformación, la consciencia humana se sostiene en el plano de la Tercera Dimensión y este es un plano de libre albedrio, en el cual, el individuo tiene que elegir por sí mismo con qué frecuencia habrá de resonar.
El propósito, por lo tanto, no es que los miedos se exalten, sino generar el impulso para su trascendencia mediante la elección. Ese proceso de elección no debería ser complicado, pues lo lógico es que el Ser Humano elija sentirse y estar bien; con lo cual, trascender los sentimientos o pensamientos limitantes, debería ser tan sencillo como elegir no sostenerlos. No obstante, la Humanidad está habituada a vivir con su instinto de supervivencia activo y por lo mismo, permanentemente vive a la defensiva. Eso genera que cada vez que los miedos internos surgen, con ellos se activan los sistemas de defensa del ego, que son los comportamientos con los que se crean conflictos internos y externos y entonces, resulta complicado transformar la emoción.
Eso genera que el ser humano se deje llevar por las emociones que está sintiendo, sin permitirse observarse a si mismo, para decidir si sostiene o no esas emociones. Al ser humano le falta practicar la auto observación, pues se suele reaccionar por instinto bajo el impulso de la emoción. Y entonces hay días en los que desde que despiertas te sientes feliz y bien alineado. Mientras que hay días en los que, desde que despiertas estas de mal humor. Lo común es que las personas se dejen llevar por ese estado de ánimo y entonces sus reacciones se basaran en ello. Pero, permanecer de mal humor va a generarte un estado de consciencia que ocasionara que durante el día vayas creando situaciones conflictivas con los demás. Pues tu instinto de supervivencia estará activado y tus reacciones serán de ofensiva auto defensiva.
La mejor manera de navegar a través de esos días en los que todos a tu alrededor, incluyéndote, se encuentren más irritables o ansiosos de lo normal, es observando las emociones que vas sintiendo y elegir cambiar y no engancharte con aquellas que te produzcan malestar, enojo o frustración. Como vibras y que sostienes en tu campo emocional depende enteramente de ti. Así que procura no culpar a los demás por tus estados de ánimo, pues si te sientes mal es porque tú lo estas permitiendo y alimentando.
¿Te han resultado emocionalmente desgastantes las últimas dos semanas? Quizá se deba a que en este momento estamos recibiendo oleadas de energía de transformación, que por sí mismas están abriendo las puertas de nuestras memorias y están sacando a la luz temas que habíamos dejado pendientes por resolver, ya sea con nosotros mismos o con los demás.
Uno de esos temas es la herida de la separación de lo femenino y lo masculino. Una herida que desde hace ya varios años se está trabajando dentro de los niveles de la consciencia colectiva de la humanidad que se está enfocando al despertar de la Conciencia Crística. Esa herida de separación nos impulsa a vivir en una permanente desconexión interior en la que nuestras energías femenina y masculina no lograr equilibrarse la una a la otra.
Los seres humanos en todo caso, tenemos dificultades para convivir y compartir el mundo en el que vivimos, porque en verdad cada cabeza es un mundo. Cada uno interpreta la realidad mediante sus propios filtros. Siendo, la competencia y la supervivencia la consciencia básica y mediante ambas se impulsa la convivencia y la interpretación de la realidad. Esa competencia vibra entre la energía femenina y masculina a nivel colectivo, pero también a nivel interior. En esa desconexión interior nuestro ego busca siempre asumir el poder y al no estar conectados con nuestro corazón, no escuchamos la voz de nuestra Alma, de donde surge nuestra sabiduría. No somos capaces de confiar plenamente en nosotros mismos y al mismo tiempo no somos capaces de confiar en los demás.
De manera que, no solemos ser del todo conscientes de como tenemos una serie de comportamientos basados en el instinto de supervivencia, que nos llevan a depredar naturalmente y a actuar desde la separación y la competencia. De esa forma le otorgamos el poder al ego y no nos abrimos a la sabiduría del corazón.
En la mayoría de los casos, esos comportamientos se generaron mediante una experiencia dolorosa o transmisión de creencias mediante la interacción familiar y social. En base a esos condicionamientos actuamos en modo automático. Produciendo reacciones, actitudes y comportamientos que nos mantienen en la carencia, en la lucha, en el miedo y el dolor. No solemos ser del todo conscientes de cómo, muy en el fondo vibra una memoria de culpa que nos lleva a permanentemente auto sabotear nuestra propia abundancia y felicidad. Porque, por mucha Fe que digamos tener, en el fondo hay siempre un gran porcentaje de duda. No confiamos en nosotros mismos como aspectos Divinos de la creación y por lo tanto, no somos capaces de confiar en los demás ni el Universo. Muy en el fondo, el Ser Humano se siente solo, desprotegido y perdido y, por lo tanto, el instinto de supervivencia se acciona en automático, conduciéndonos a vivir proyectándonos mediante nuestros sistemas de defensa. Es por ello que los Seres Humanos juzgamos y criticamos a los demás. Lo hacemos cuando de alguna manera nos sentimos amenazados por el otro. Pues incluso lo que parece ser diferente o lo que no lo comprendemos, lo consideramos amenaza y buscamos destruirlo. De esa conciencia de supervivencia surge el bullyin, la homofobia y el racismo.
Todo ello se origina de esa ancestral herida de separación en la que, dentro de la historia de Lemuria y Atlántida, la energía femenina se sintió traicionada por la masculina, mientras que la energía masculina se sintió amenazada por la femenina. La herida esta diluida en el colectivo, impulsándonos a no lograr confiar en la intuición del corazón. Darle el poder al ego por instinto de supervivencia y competir los unos con los otros. Porque nos sentimos heridos y separados por dentro, vivimos hiriendo y creando separación en lo exterior.
Sin embargo, para la Madre Tierra ya es momento de que la Humanidad genere un salto cuántico de consciencia y se produzca una nueva evolución colectiva, como ya ha sucedido en otras ocasiones. El ingreso a la Banda de Fotones y el cambio de eras de Piscis a Acuario, son el escenario perfecto para una transformación de la consciencia colectiva de la Humanidad. Pues ambos eventos cósmicos generan un impulso de Luz muy grande que la Madre GAIA utiliza para sanarse a sí misma y continuarse expandiendo en su propio aprendizaje multidimensional. Ese salto de consciencia para la Humanidad, se va a generar a medida que trascendamos los comportamientos y emociones que nos someten a la conciencia de separación.
Para la Madre GAIA la evolución de la Humanidad es una prioridad. Ya que, la Humanidad es una parte muy importante de los ecosistemas de la Tierra, pues representa el sostén de la vibración de la Tercera y Cuarta Dimensión. La Humanidad sostiene la energía del cuerpo emocional de la Tierra y por lo tanto somos un ecosistema que GAIA nutre y equilibra como a todos los otros. Somos un ecosistema multidimensional cuyo cuerpo físico se encuentra en Tercera Dimensión, pero la consciencia se encuentra en Cuarta Dimensión. La Humanidad es el sostén del cuerpo emocional de la Tierra y al mismo tiempo representa el entramado de la consciencia creadora a nivel planetario. Por ello, somos un ecosistema que GAIA nivela de manera multidimensional. En la Tercera Dimensión mediante la Naturaleza y en la Cuarta Dimensión a través del flujo de energía e información.
En este tiempo la Madre GAIA está irradiando las frecuencias necesarias para que aquellos que tenemos la intención y la claridad de actuar en pro de nuestro despertar de consciencia, seamos capaces de lograrlo mediante la auto observación.
Como lo mencionamos en la transmisión del mes pasado. Este Proyecto se sostiene en la intención de lograr alinearnos con la Conciencia de la Madre GAIA y formar parte de su proceso de una manera consciente. Actuando cada uno desde su lugar, para ordenar primeramente su propio Ser y su realidad. A medida que cada uno de nosotros toma consciencia del lugar tan importante que ocupa en la creación y en el entramado de la Consciencia colectiva de la Humanidad, seremos capaces de expandirnos para iniciar el camino hacia la reconexión con la Conciencia Cristica y la vibración de la Quinta Dimensión.
Pues recordemos que la Quinta Dimensión es un estado de consciencia, en el que el Ser ha logrado trascender el miedo que se genera como resultado de la consciencia de separación de la Tercera Dimensión.
La Quinta Dimensión es un estado de consciencia que podemos lograr integrar en nosotros a través de nuestro cuerpo físico. Y eso se logra mediante la transformación de los comportamientos que nos sumergen en la dualidad. Comportamientos y emociones que nos mantienen vibrando en la supervivencia, en la separación.
La vibración de la Quinta Dimensión se abre mediante la integración de la energía femenina y masculina en nuestro interior. Así como la apertura del corazón hacia el Amor Incondicional y el Entendimiento. Cuando comienzas a vibrar en la consciencia de la Quinta Dimensión comprendes que tus actos forman parte del gran tejido de la consciencia humana y que cada acto genera una consecuencia y un efecto en tu entorno. Ese es el inicio del camino hacia la Conciencia Cristica, cuando uno comienza a ser más responsable por sí mismo, por lo que piensa, lo que cree y lo que actúa. Cuando ya elegimos ser responsables por lo que nos sucede y decidimos de una manera consciente cambiar para mejorar nuestra vida. Cuando ya dejamos de culpar a los demás por lo que nos sucede y tomamos consciencia de que cada acto siempre va a generar una consecuencia.
Cuando ya comenzamos a vibrar en esa octava de la frecuencia colectiva, es que las puertas de la Quinta Dimensión se comienzan a abrir y entonces es posible alinearse a la vibración colectiva de la Madre GAIA y la Naturaleza.
Damos un salto más allá de la consciencia colectiva de la Humanidad y nos abrimos a comenzar a escuchar la voz de la Tierra y de todo cuanto habita en ella. Ese es el propósito del Proyecto Conciencia Solar. Que juntos podamos abrirnos hacia la conexión con GAIA para aportar nuestra Luz al entramado colectivo de la consciencia humana. Por ello es que es tan importante la coherencia entre el corazón y los actos, pues es el camino más seguro para sanar la herida de la separación y conectar con la Conciencia de la Unidad.
En la canalización del mes pasado se dijo que en esta nueva etapa del Proyecto Conciencia Solar comenzaríamos a conectar con distintos puntos planetarios desde los cuales la Madre GAIA que están irradiando información.
En esta ocasión abriremos la conexión con un lugar muy especial del Planeta que está irradiando la vibración de la “Sabiduría de la Sacerdotisa”. La Sabiduría de la Sacerdotisa es el Rayo Verde Esmeralda y ese lugar con el que conectaremos es la Laguna Guatavita, con la intención de conectar con la energía femenina de la Tierra.
La Laguna Guatavita se encuentra en Colombia. A 72 KM al noreste de Bogotá, es la antesala de la Ciudad de Dorada, la Ciudad de Luz que se encuentra en la Sierra Nevada donde se encuentra resguardado el Disco Solar Xemanco. Guatavita sostiene la energía del Rayo Esmeralda y su Guardiana es un Ser de Luz de la Naturaleza, un Deva que se presenta a sí misma como una mujer gigante vestida de color verde esmeralda. Tambien es importante recordar que Colombia es también la Tierra donde surge el Cristal Esmeralda en su más pura calidad.
La energía que la Laguna Guatavita irradia hacia la consciencia colectiva de la Humanidad, representa a la sabiduría de la energía femenina. Una Sabiduría que surge del empoderarse a sí misma mediante el perdón y el reconocimiento del Amor como el origen de todo lo que es. Esa Sabiduría de lo femenino viene de su capacidad receptiva y dadora de vida. Pues en toda la naturaleza lo femenino es aquello que gesta y da vida, ya que ese es su rol. Gestar y dar vida, es su cualidad como aspecto creador, la cual va más allá del género y la sexualidad. Pues dentro del corazón de cada ser existen y conviven las dos energías en igualdad. Nuestro aspecto femenino interior, es el que gesta y da vida a la realidad en la que vivimos. Mientras que nuestro aspecto masculino interior, custodia y se encarga de accionar aquello que se intuye y se sueña.
Todo lo que creamos en nuestra vida, cada plan, cada proyecto, se genera mediante la interacción de nuestros aspectos femenino y masculino. Cada uno aporta su parte para la manifestación de nuestra realidad.
La cualidad de la energía femenina es nutrir, dar amor para que aquello que ama pueda crecer.
La cualidad de la energía masculina es proteger, custodiar mediante el orden aquello que se ama.
Nuestro aspecto femenino es creativo y se encarga de soñar y gestar. Nuestro aspecto masculino es activo y mediante el ponemos en marcha los proyectos.
Hombres y mujeres llevamos en el corazón a las dos energías y al mismo tiempo sostenemos la energía de los dos arquetipos colectivos. Somos por igual la Sacerdotisa como el Guerrero. Aunque en muchos casos nuestra balanza interior se incline más hacia una u otra energía. Por lo tanto, todos tenemos ese aspecto femenino receptivo que vibra con la energía del Rayo Verde Esmeralda y que tiene la fuerza para impulsarnos mediante el Amor Incondicional hacia la trascendencia de nuestras más profundas heridas. Esa es la Luz de la sabiduría femenina, en su receptividad y capacidad dadora de vida conoce el Amor que te impulsa a querer nutrir y sanar. Mediante esa energía seremos capaces de nutrir a nuestro propio ser para sanar las heridas que aún nos pesan en el corazón.
En conexión con la Laguna Guatavita y la Red de Vida recibiremos la vibración de la Sabiduría de lo Femenino mediante el Rayo Verde Esmeralda y la energía que la Madre GAIA irradia desde ese punto planetario.
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