viernes, 1 de julio de 2022

DOBLE NACIONALIDAD.

 Todos los nacidos venimos con una doble nacionalidad, la de Luz y la propia del lugar donde nacemos en la dimensión que corresponda.


En nuestro caso somos terrícolas y Seres de Luz, pero tenemos tan presente la de terrícolas, que no recordamos la otra nacionalidad, porque, mira tú por dónde, no trajimos el pasaporte que nos recuerde esa Nacionalidad de Luz.


Y así, año tras año, vivimos desde esa creencia, el convencimiento de que sólo somos esos diminutos terrícolas  avasallados, la mayoría  de las veces por leyes y gobiernos que nos ahogan y que limitan lo más posible nuestras capacidades y libertades. Y así vamos viviendo, sobreviviendo más bien, con todo eso que nos enseñan en este limitadísimo mundo físico.


Pero, por lo que sea, llega un momento en nuestra vida que alguien o algo nos hace dirigir nuestra atención hacia esa parte olvidada de nosotros que pertenece a esa otra Nación de Luz, increíble, de la que no teníamos ni idea.


Cuando decidimos buscar ese pasaporte perdido, indagamos y, al final, lo encontramos en nuestra Conciencia, esa parte de nosotros que es la foto que aparece en ese pasaporte de Luz y nos reconocemos en ella; a partir  de ahí, todo cambia, la vida terrícola se nos hace más liviana, porque sus leyes ya no son nuestras leyes, sus injusticias ya no las sentimos como algo que hay que asumir quieras o no, porque esa otra Nacionalidad nos hace que nos sintamos por encima de todo ello, porque nos damos cuenta  que podemos  cambiar de país (terrícola y Luz) cuando queramos, porque cuando nos sentimos más de Luz que terrícolas, esa parte más débil más densa, más inconsciente se enciende y nos permite pensar, sentir y actuar desde ese ciudadano consciente de su poder y de su sabiduría, ser conscientes de ser ese ciudadano de Luz que te permite pasear y no sucumbir en ese otro país donde estás, aunque no seas parte integrante de él, porque esa Doble  Nacionalidad, te permite elegir  donde prefieres estar, qué quieres ser, cómo quieres actuar y cómo decides vivir en esa otra nación.


Te das cuenta de que el país físico en el que te has acostumbrado a vivir es falaz, engañoso, y que si te reconoces y te sientes ciudadano de Luz, la Magia de ese país de origen se hace patente, tan patente como cualquier experiencia física que te haya tocado vivir, y la Magia que te otorga el ser ciudadano de Luz te permite cambiar la naturaleza de las circunstancias que te rodean en ese mundo físico.


Si te manifiestas desde tu Nacionalidad de Luz, tu ciudadanía terrícola  cambia por completo a tu favor, ya que tú  decides moldear tu vida como si fuera arcilla y todo a tu alrededor cambia en cuanto comienzas a ser consciente de usar esas dos nacionalidades a tu favor.


Si usáis vuestra doble nacionalidad y compartís ambas para vuestro Mayor Bien, la Magia iluminará los caminos a recorrer por esos dos países.

¡Sed esos ciudadanos de la Nación de Luz!


Con mucho Amor,

LOS MAESTROS.

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