Un paso atrás.
Amada gente hermosa:
¡Yo Soy María, quien fuera la madre de Jeshua en la Tierra!
Os saludo a todos desde el amor y la calidez del Hogar. Dejad que la energía del Hogar os reciba y os envuelva. Permitid que fluya por todo vuestro cuerpo. Sentid la cálida y suave energía del Hogar. Relajaos por completo, no necesitáis hacer nada ni llevar nada a cabo, solo ser, estar y recibir.
Tú has venido aquí a dar algo de ti mismo, compartir una parte de tu energía y recibir algo a cambio, aunque no sepas con exactitud lo que es. A menudo no puedes entender la importancia o el resultado de algo que realizas desde la inspiración, desde una sensación de alegría.
Ahora deja que la energía tome la forma de lo que tu alma quiere recibir. Deja que borbotee desde la Tierra. Permite que el corazón de la Tierra te toque, te alimente y te dé lo que necesitas. Estás enraizado en la Tierra y donde sea que vayas o estés en este planeta, estás conectado con ella.
Los lugares de este planeta tienen diferentes energías. ¿Por qué estás ahora aquí y no allá? Deja que la Tierra te cuente. Siente su energía de madre, enriquecedora y tierna que, sin hablar sabe qué es lo necesario. Siéntete respaldado por su energía y deja de cavilar sobre lo que debes hacer o lo que crees que necesitas. La Tierra, tu madre, ya sabe lo que te conviene y lo que necesitas. Confía en ella y deja de resistirte. Imagina que todas las células de tu cuerpo se abren por completo para recibir aquello que les hace bien, lo que las nutre y las rejuvenece.
Estás transitando un tiempo de cambio que, por supuesto, siempre es parte de tu vida en todo momento. Pero ahora hay algo que está aconteciendo en la conciencia colectiva de todas las personas que habitan la Tierra. Una conciencia mediante la cual mucha gente desea lo mismo, por lo que está surgiendo un movimiento.
Ahora hay muchas personas en la Tierra que están despertando, que sienten en lo más profundo el llamado de su alma. Algunos no saben por qué lo sienten ni pueden describirlo con palabras, mientras que otros tienen un conocimiento más consciente de ello. Juntos crean un conjunto, una onda combinada de energía que los eleva y procura llevarlos hacia un nuevo tiempo y a una Nueva Tierra.
Esta combinación de energía se vuelve más fuerte a medida que ustedes afinan sus energías. Cada individuo es un canal para esta nueva energía, la Nueva Conciencia que quiere enraizarse en la Tierra.
Imagina que estás en la cresta de una ola enorme de agua a la que ilumina la luz del sol. El agua brilla con colores dorados y pasteles. En esa ola, hay una enorme corriente poderosa y tu única salvación es seguir a esa ola de cambio. No nadar contra la corriente, sino confiar y dejarte llevar por ella.
Imagina que te relajas y que, entregado por completo, el agua de la ola penetra en todas tus células sin que sepas adónde te lleva. Mientras más confías y te entregas al cambio, más fácil y liviano resulta. ¿Cómo lo haces? ¿Cómo aprendes a confiar y a entregarte?
Esa es la cuestión para muchos de ustedes, ya que precisamente durante este tiempo muchos están siendo puestos a prueba a medida que las creencias caen y, sobre todo, a medida que las estructuras materiales colapsan: los trabajos, los hogares, todo lo relacionado con el dinero. En el campo de las relaciones, desaparecen muchas certezas externas, lo que puede causar mucha confusión, como si se moviera el suelo donde pisas. Muchas personas sienten que se están ahogando en esta ola de cambio y pierden la visión más amplia que les muestra hacia dónde los está llevando.
En el proceso de transición en el que te hallas ahora en la Tierra, hay un trasfondo de mucha ansiedad, pánico, incertidumbre, duda, soledad y tristeza y, a veces, sientes ese trasfondo. Cuando estás con otras personas, esa energía puede llegar precipitadamente y te sobrepasa. En estos tiempos resides en dos mundos.
Aquí me dirijo a ti, que estás dando los pasos conscientemente hacia el Nuevo Mundo, hacia la Nueva Conciencia basada en el corazón. Quieres avanzar en esa corriente de energía dorada y brillante y, sin embargo, al mismo tiempo te sientes arrastrado hacia una montaña de viejas energías que pueden resultar caóticas.
¿Cómo te mantienes de pie en ese campo de energías en movimiento? La clave está en dar un paso atrás y dos hacia adelante. Si te sientes arrastrado hacia esa energía antigua de miedo, duda, desconfianza o autocrítica, da un paso hacia atrás. Sé consciente de lo que está ocurriendo y de que tú no eres eso. Da un paso atrás hacia tu centro dorado, la energía del Hogar, recuerda quién eres y reafírmate en que ya no necesitas continuar sólo para que la vieja energía te consuma, que ya estás listo para la Nueva Era.
Te hablo de esta manera porque tú ya estás listo para residir en la Nueva Tierra. En especial en el ámbito de las relaciones, por ejemplo, puede resultar muy tentador mantener un pie en el viejo mundo porque te sientes muy conectado con ciertas personas y quieres llevarlos contigo en tu viaje. Pero eso no puede suceder porque cada uno crea y elige su propio camino. No puede hacerse por otra persona; no puedes forzar a nadie a cambiar. Soltar y plantarse firmemente sobre la Nueva Tierra, es una señal infalible de amor.
No estás abandonándolos; todavía estás presente aunque formas parte de otra realidad. En cuanto ellos tengan la madurez necesaria y estén listos para recibir esa realidad, se les abrirá una nueva conexión. Tú ya no puedes aferrarte a relaciones dominadas por la dependencia, el miedo o la lucha. Y esto es aplicable a todos los ámbitos: relaciones de pareja, familiares y laborales.
Solo podrás ser parte de dos mundos durante cierto tiempo. En algún momento, tendrás que desprenderte. Por lo tanto, atrévete a despedirte de las personas o situaciones que te arrastran hacia lo viejo. Date cuenta que, en el fondo, estás haciéndote un favor a ti mismo y a los otros porque vas a vivir con más fuerza desde lo nuevo y te conviertes en un ejemplo para ellos.
Ahora te pido que pienses en alguien que haya en tu vida, alguien con quien estés en una relación en la que sientes que una energía vieja está actuando entre ustedes, que hay diversos aspectos de poder y de dependencia, de lucha y de ansiedad que están desempeñando un papel destacado en esa relación. Atrévete a ser honesto y auténtico en ese punto.
Imagínate que esa otra persona está frente a ti y observa si descubres una o más lazos energéticos entre tú y la otra persona. Observa si hay algún lazo que no brille o que no se sienta libre y que no fluya. Hazte esta pregunta: «¿Por qué sigo sosteniendo ese lazo, por qué deseo o me siento obligado a mantenerlo?»
Míralo con honestidad y franqueza y deshaz el lazo y desconéctate de él. Date cuenta de que romperlo es un acto de amor, porque el propósito de toda vida es irradiar desde su centro, independiente y libremente. Eso es Amor. Solo cuando eres independiente y libre puedes conectar en con otra persona y ser feliz. Mientras necesites de otro para llenar un vacío o para sentirte completo, hay expectativas y ni tú eres libre ni dejas que la otra persona lo sea.
En la Nueva Era se vive en libertad. Eres completo en tu interior. Siéntelo un momento.
¿Qué se siente cuando el aura está llena de tu propia energía, cuando puedes relajarte y estar en paz dentro de ti? Cuando puedes sentir esta paz, estás conectado a tu Yo Divino más profundo, tu alma.
Imagina que tu alma está presente en ese espacio como si fuera un sol radiante, una esfera de Luz que está ahí en lo alto de tu cabeza. Siente que la Luz de tu alma te abraza con cariño y cómo penetra en todas las células de tu cuerpo. Siente lo feliz que es tu alma cuando puede acogerte. Lo hermoso que eres tú para tu alma así tal como eres, es decir, perfecto. Ella está muy orgullosa de ti. Para ella, todo lo que tú eres es muy valioso.
Deja que la Luz de tu alma, tu Centro Divino, fluya por tu corazón hasta llegar al abdomen. Siente la fuente inagotable de energía que es. Si te desenvuelves en el mundo a través de esa conexión, conoces con asombro, interés y alegría a otras personas. No tienes necesidad de que alguien te complete.
Imagina que hacemos eso aquí y ahora. Desde la unión del Centro Divino que es el alma, todos los que estamos aquí formamos un círculo e irradiamos Luz. No esperes nada, no necesitas nada. Simplemente sé quien eres y no retengas nada. Deja que tu esencia irradie Luz por doquier.
Ahora, mira qué sucede en el centro del círculo: emerge una luz, una creación conjunta. Todos son libres y, sin embargo, emerge algo que es más grande que la suma de sus partes. Hay algo más grande y vasto. Te pido que sientas lo que surge de esa creación común, desde esa combinación de energías que quiere venir a ti. Obsérvalo en completa libertad y mantente abierto. Tras cada ser humano se oculta una fuente infinita de Luz y Amor, que es la alegría de las relaciones, la promesa de una aventura juntos.
Nunca terminas de observar y experimentar. Cada ser humano es una maravilla en sí mismo. ¡Permítenos celebrar eso contigo!
Los saludo a todos desde el Hogar, recordándoles la belleza que son y el valor que tienen.
MARÍA
Canalizado por Pamela Kribbe
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