martes, 25 de junio de 2024

DESPERTAR LA CONCIENCIA CRISTICA


Amados amigos: ¡Yo Soy Jeshua!


Os hablo de corazón con mucho cariño y os saludo con afecto. Os conozco a todos. Puedo ver y sentir el alma de cada uno e incluso conozco a algunos de vosotros de cuando viví en la Tierra hace más de 2000 años. Yo fui un ser humano como vosotros. Tenía acceso a mi alma, a la energía de mi alma, pero también luché con dudas humanas, miedo y enojo. Por eso me siento tan cercano a vosotros ahora, porque sé muy bien por lo que estáis pasando. Sois ángeles, eso es cierto, pero también tenéis que lidiar con el miedo y la oscuridad humanos, que pueden nublar la conexión con la voz de vuestra alma. En este momento, os saludo a todos, atravesando el velo de la ilusión. Estoy con vosotros de corazón y os digo que una nueva era ha comenzado, una nueva era en la que los humanos serán más capaces de canalizar la energía de su alma hacia la Tierra.


Todos vosotros tenéis un profundo anhelo de conectar con vuestra alma. Desafortunadamente, en la sociedad no os enseñan cómo hacerlo. Todavía hay mucho miedo y negatividad en la sociedad y durante vuestra crianza, y es por eso que, en muchos de vosotros, la conciencia se va nublando a medida que crecéis. A menudo, cuando sois pequeños, aún podéis conectar con la alegría y la inspiración de vuestra alma. Sentid a ese niño que hay en vosotros y que todavía vive. Invitadlo a que venga a vuestros brazos. Ese niño es una parte de vuestra alma y quiere regresar a vosotros. Pero también sed conscientes de la nube de miedo e ilusión que lleváis a cuestas. Podéis imaginárosla como una energía de color gris oscuro. No tengáis miedo de mirarla. Es vuestra presencia y vuestro coraje lo que hace que desvanezca.


Es muy frecuente que las personas traten de escapar de su oscuridad interior. Buscan soluciones fuera de ellas mismas. Buscan poder y reconocimiento en el mundo exterior. Pero eso nunca os dará lo que buscáis. Tenéis que abordar vuestro vacío interior, vuestro miedo. No tengáis miedo de hacerlo, imaginad que ahora sostenéis una antorcha de luz y os situáis en medio de esa nube de oscuridad. Si os ponéis dentro de ella, podréis escuchar voces llorando. Esas voces son vuestras. Son partes de vosotros que se sienten solas, desoladas. No veáis vuestra oscuridad interior o vuestro dolor como un enemigo. Vedlas como un niño o niños que se han perdido y asustado. Dirigíos hacia ellos y enfrentadlos. Sostened vuestra antorcha de luz. Si lo hacéis, al instante sentiréis un aumento en vuestro propio poder, vuestra fuerza.


Eso es lo que significa asumir la responsabilidad de vosotros mismos. Si queréis conectar con vuestra alma y escuchar sus mensajes, también tendríais que enfrentaros a la oscuridad interior. A menudo, si las personas no quieren enfrentarse a su oscuridad interior, se dan situaciones en su vida que se perciben como una crisis: un accidente, una enfermedad, la pérdida de un ser querido… De hecho, la vida os está invitando a descubrir la oscuridad que hay dentro de vosotros. La vida en la Tierra siempre implica llevaros de regreso a vuestra alma, sin embargo eso no tiene que ser mediante el sufrimiento ni la crisis. Si tenéis el coraje de enfrentaros voluntariamente a vuestra oscuridad, no tendréis que atraer crisis externas para hacerlo. Eso es lo que significa seguir el camino espiritual, prepararse para mirar adentro, escuchar la guía de vuestra alma y enfrentarse a todo lo que os impide escuchar a vuestra alma.


Los que estáis escuchándome, estáis todos en el camino espiritual. Os reconozco como hermanos y hermanas y admiro vuestro coraje. No seáis demasiado duros con vosotros mismos. Este es un camino de altibajos. Aunque el camino interior puede ser muy empinado y estrecho, también hay momentos de alegría y alivio. A medida que atravesáis vuestra oscuridad interior, en algún momento sentiréis la luz de vuestra alma y eso puede elevaros fuera de la pesadez que pertenece al reino de la Tierra. Está destinado que recibáis alegría y felicidad en vuestra vida.


Ahora, acude al nivel de tu alma. Recuerda quiénes eres realmente y de dónde procedes. Un lugar de Unidad, un lugar de Amor Incondicional. Siente tu presencia ahí y ahora. Inhálalo y hazlo tuyo, porque lo es. Al sentirlo en tu corazón, lo estás trayendo a la Tierra. Yo aprecio mucho el trabajo interno que estás haciendo. Estás creando el portal hacia una nueva realidad en la Tierra. Todos tenéis un sueño, una visión de cómo es la Nueva Tierra.


Ahora viaja conmigo durante un momento hacia el futuro, a la Nueva Tierra. Ya estás allí. A nivel del alma, el tiempo no es más que una ilusión. Siente la energía de la Nueva Tierra que está naciendo ahora mismo. Ahora da un paso más. Vete a ti mismo allí, viviendo en un lugar, una casa. Ve tu entorno y la comunidad en la que vives. Deja que tu imaginación fluya libremente. Siente la energía de ese lugar. Los detalles no importan tanto. Echa un vistazo a tu casa. ¿Qué sientes al estar en ella? Ve cómo refleja tu energía. Y ahora pregúntale a ese yo futuro tuyo qué está haciendo en ese lugar, qué le gusta hacer durante el día. ¿Hay algún tipo de trabajo o creatividad que le atraiga? Siente lo que os te más alegría. Siente cómo las energías de la alegría y la inspiración fluyen a través de ti fácilmente. Y también reconoce cómo en ese lugar puedes aprender a través de la alegría en vez de hacerlo mediante el sufrimiento. Todavía estás aprendiendo y creciendo en ese lugar, pero ocurre de una manera mucho más armoniosa y amorosa.


Ahora invita a la energía de la Nueva Tierra a unirse a ti, aquí en el presente. La estás atrayendo hacia ti. Cree que es posible vivir con alegría, inspiración y paz. Requiere que estés dispuesto a enfrentarte a tu oscuridad más profunda, sí, pero mira a dónde te lleva y observa la belleza de tu visión.


Cuando estuve en la Tierra, también tuve una visión. Vosotros, mientras estáis escuchando aquí ahora, sois parte del futuro que preví. Yo estuve ahí para traer las Semillas de la Conciencia Crística a la Tierra; vosotros sois aquellas semillas y estáis empezando a florecer. Os reverencio por ello y quiero recordaros que somos uno en nuestra misión. Cada uno de vosotros tiene su propia contribución que aportar. Todos vosotros sois necesarios y muy valorados. Así que os pido que disfrutéis de vuestra grandeza. Sois hermosos seres de luz. Conocéis los extremos del amor y el miedo y aún así mantenéis encendida vuestra antorcha de Luz. Por eso estáis aquí, por eso habéis encarnado una vez más en la Tierra. Imaginad que todos estamos sosteniendo esa antorcha de Luz juntos, ahí donde esté cada uno. Sentid cómo nos ilumina a todos. Dejad que ilumine la oscuridad que también hay ahí. Y recordad siempre que la oscuridad quiere que la luz brille sobre ella. Quiere ser parte del todo, unirse a la Unidad. Esta es la esencia de la Conciencia Crística, que no rechacéis la oscuridad sino que la abracéis con vuestra Luz.


Muchas gracias.


JESHUA


Canalizado por Pamela Kribbe

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