domingo, 6 de noviembre de 2016

DESPERTAR AL ALMA

Alma Luminosa, la palabra ‘Despertar' es el término con el que se describe aquello que ocurre cuando empezamos a comprender que somos Almas en evolucion, que como Almas hemos elegido todo lo que vivimos, que somos Almas libres, y, por lo tanto, artífices de nuestra vida.

Son tan libres, que podemos completar o no el diseño hecho por nuestra Alma antes de reencarnarse en esta vida; también podemos modificarlo, o ampliarlo.

Este despertar nos lleva a cambios radicales, tanto dentro de nosotros como alrededor de nosotros.

Sentimos derrumbarse aquellos muros de protección que hemos erigido para sobrevivir. Vemos desaparecer las seguridades que habíamos creado, o que creímos tales, porque descubrimos que son ilusiones.

Se vuelve natural poner en tela de juicio lo conocido, lo aprendido, aquello en que creímos, las cosas que creímos indispensables.

Tenemos la sensación de ‘despertarnos’ de un sueño profundo, sentimos que hay cosas que recordar, intuimos que hay mucho por descubrir.

Todo alrededor nuestro no es más como antes, y percibimos que existe otra realidad además de la que vemos.

El Despertar siempre es un huracán: hace que se derrumben muchas cosas, perturba, y, en un principio, crea confusión, vuelve inciertos nuestros pasos.

Puede ocurrir lentamente o rápidamente, porque cada uno tiene su historia, su programa.

Somos libres de permitir que el Despertar ocurra con los tiempos que elegimos, y, también, de seguir durmiendo…

Despertarse es como limpiar una casa que está cerrada desde hace mucho tiempo, con tanto polvo por todas partes.

Para limpiar bien es necesario mover lo que está adentro, tomar en mano cada cosa, y, a veces, incluso, llevar todo fuera de las habitaciones.

En ese momento existe mucha confusión, el polvo que vuela a menudo opaca todo, y vuelve pesada la respiración.

A menudo uno quisiera cerrar los ojos, o dejar ese lugar, o pedir a otros de hacer ese trabajo por nosotros.

Pero si resistimos y completamos la limpieza, luego podemos gozar de la casa, descubrimos aquello objetos bellísimos que el polvo había cubierto. Algunos de estos objetos se vuelven muy útiles, otros indispensables para nuestra nueva vida.

Nuevos colores, nuevos perfumes, nuevas sensaciones, nuevas emociones, nos donan un bienestar nuevo, nos hacen sentir cómodos en aquella casa antes nos parecía desconocida.

Puede ser bastante diferente a la casa anterior, pero sólo allí nos sentimos realmente en casa, entre objetos aparentemente nuevos, pero que sentimos de haber ya conocido, amado, usado, y que nos pertenecen.

Oímos la alegría de ser nosotros mismos, de iniciar un bonito viaje para descubrir nuestra Esencia, alcanzar nuestra meta.

También para mí el Despertar ha sido muy tormentoso, muy intenso y largo, tan largo que todavía no me siento un Alma ‘despierta’...

A menudo en esta nueva ‘Casa’ he limpiado a fondo, he reordenado con cuidado cada cosa y todo con mucho esfuerzo, con gran empeño y mucha voluntad.

Y en cuanto me sentaba para disfrutar todo, he aquí que un ‘ráfaga de viento’ abría la puerta y volaba por el aire todo, de nuevo entraba el polvo en todas partes, creando así bastante desorden y la necesidad de volver a hacer todo.

Y esto no ha ocurrido sólo a mí.

Son estos los momentos en que se piensas que cada esfuerzo, cada fatiga, no valga nada, que, quizás, al final, se está peor que antes. 

Pero una voz dentro de nuestro corazón nos recuerda que antes del Despertar, para superar las dificultades, tomábamos ‘tranquilizantes’, de diferentes tipos, en modos diferentes.

Antes no vivíamos plenamente la vida, porque no observábamos con la conciencia todo lo que en ella ocurría, no gozábamos de muchas cosas, porque nos pasaban inobservadas.

Antes no vivíamos totalmente nuestras potencialidades, no expresábamos nuestras emociones, como luego hemos aprendido a hacer. 

Ahora soy muy feliz por todo lo que he hecho de no simple, de no fácil, para continuar mi Despertar, porque las conciencias del Alma han quitado cada posibilidad de temores, de angustias, de desesperación.

Con ellas ha aumentado las alegrías por aprender cómo vivir plenamente la vida.

Ahora siento que todo lo que ocurre, dentro y fuera de mí, son grandes ocasiones de crecimiento, de Despertar, que me ayudan a conocer la verdadera realidad, el significado de cada cosa.

Esto me lleva a amar al sol, a la lluvia, al viento, al mar calmo y a las olas altas, porque ahora mi casa es el Universo y todo lo que en él existe es bueno para mí, todo lo que en él ocurre es justo para mí, para mi Alma. 

Y sonrío a las ráfagas de viento que llegan, porque he experimentado que ellas traen lo nuevo, crean lo nuevo, y lo nuevo siempre es maravilloso, si también yo me convierto en nueva, junto a aquello que es nuevo.

SATYA.


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