Alma
Luminosa, la palabra
‘Despertar' es el término con el que se describe aquello que ocurre cuando
empezamos a comprender que somos Almas en evolucion, que como Almas hemos
elegido todo lo que vivimos, que somos Almas libres, y, por lo tanto, artífices
de nuestra vida.
Son tan libres, que
podemos completar o no el diseño hecho por nuestra Alma antes de reencarnarse
en esta vida; también podemos modificarlo, o ampliarlo.
Este despertar nos
lleva a cambios radicales, tanto dentro de nosotros como alrededor de nosotros.
Sentimos derrumbarse
aquellos muros de protección que hemos erigido para sobrevivir. Vemos
desaparecer las seguridades que habíamos creado, o que creímos tales, porque
descubrimos que son ilusiones.
Se vuelve natural
poner en tela de juicio lo conocido, lo aprendido, aquello en que creímos, las
cosas que creímos indispensables.
Tenemos la sensación
de ‘despertarnos’ de un sueño profundo, sentimos que hay cosas que recordar,
intuimos que hay mucho por descubrir.
Todo alrededor
nuestro no es más como antes, y percibimos que existe otra realidad además de
la que vemos.
El Despertar siempre
es un huracán: hace que se derrumben muchas cosas, perturba, y, en un
principio, crea confusión, vuelve inciertos nuestros pasos.
Puede ocurrir
lentamente o rápidamente, porque cada uno tiene su historia, su programa.
Somos libres de
permitir que el Despertar ocurra con los tiempos que elegimos, y, también, de
seguir durmiendo…
Despertarse es como
limpiar una casa que está cerrada desde hace mucho tiempo, con tanto polvo por
todas partes.
Para limpiar bien es
necesario mover lo que está adentro, tomar en mano cada cosa, y, a veces,
incluso, llevar todo fuera de las habitaciones.
En ese momento
existe mucha confusión, el polvo que vuela a menudo opaca todo, y vuelve pesada
la respiración.
A menudo uno
quisiera cerrar los ojos, o dejar ese lugar, o pedir a otros de hacer ese
trabajo por nosotros.
Pero si resistimos y
completamos la limpieza, luego podemos gozar de la casa, descubrimos aquello
objetos bellísimos que el polvo había cubierto. Algunos de estos objetos se
vuelven muy útiles, otros indispensables para nuestra nueva vida.
Nuevos colores,
nuevos perfumes, nuevas sensaciones, nuevas emociones, nos donan un bienestar
nuevo, nos hacen sentir cómodos en aquella casa antes nos parecía desconocida.
Puede ser bastante
diferente a la casa anterior, pero sólo allí nos sentimos realmente en casa,
entre objetos aparentemente nuevos, pero que sentimos de haber ya conocido,
amado, usado, y que nos pertenecen.
Oímos la alegría de
ser nosotros mismos, de iniciar un bonito viaje para descubrir nuestra Esencia,
alcanzar nuestra meta.
También para mí el
Despertar ha sido muy tormentoso, muy intenso y largo, tan largo que todavía no
me siento un Alma ‘despierta’...
A menudo en esta
nueva ‘Casa’ he limpiado a fondo, he reordenado con cuidado cada cosa y todo
con mucho esfuerzo, con gran empeño y mucha voluntad.
Y en cuanto me
sentaba para disfrutar todo, he aquí que un ‘ráfaga de viento’ abría la puerta
y volaba por el aire todo, de nuevo entraba el polvo en todas partes, creando
así bastante desorden y la necesidad de volver a hacer todo.
Y esto no ha
ocurrido sólo a mí.
Son
estos los momentos en que se piensas que cada esfuerzo, cada fatiga, no valga
nada, que, quizás, al final, se está peor que antes.
Pero una voz dentro
de nuestro corazón nos recuerda que antes del Despertar, para superar las
dificultades, tomábamos ‘tranquilizantes’, de diferentes tipos, en modos
diferentes.
Antes no vivíamos
plenamente la vida, porque no observábamos con la conciencia todo lo que en
ella ocurría, no gozábamos de muchas cosas, porque nos pasaban inobservadas.
Antes
no vivíamos totalmente nuestras potencialidades, no expresábamos nuestras
emociones, como luego hemos aprendido a hacer.
Ahora soy muy feliz
por todo lo que he hecho de no simple, de no fácil, para continuar mi
Despertar, porque las conciencias del Alma han quitado cada posibilidad de
temores, de angustias, de desesperación.
Con ellas ha
aumentado las alegrías por aprender cómo vivir plenamente la vida.
Ahora siento que
todo lo que ocurre, dentro y fuera de mí, son grandes ocasiones de crecimiento,
de Despertar, que me ayudan a conocer la verdadera realidad, el significado de
cada cosa.
Esto
me lleva a amar al sol, a la lluvia, al viento, al mar calmo y a las olas
altas, porque ahora mi casa es el Universo y todo lo que en él existe es bueno
para mí, todo lo que en él ocurre es justo para mí, para mi Alma.
Y sonrío a las
ráfagas de viento que llegan, porque he experimentado que ellas traen lo nuevo,
crean lo nuevo, y lo nuevo siempre es maravilloso, si también yo me convierto
en nueva, junto a aquello que es nuevo.
SATYA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario