sábado, 26 de julio de 2025

LAS CREENCIAS LIMITANTES

 ¿QUIERES SABER CUÁLES SON TUS CREENCIAS LIMITANTES? 


¿Qué es lo que tienes en tu interior que te impide avanzar? 

¿Cuáles son tus techos mentales? 

¿Qué es eso que te lastimó tanto que ahora te impide creer que algo es posible?  


Observa lo que hablas de ti mismo la mayor parte del tiempo y lo que dices o piensas de otras personas, ahí estará la respuesta.  


¿Te imaginabas algo más complicado? A veces en las cosas más sencillas están las respuestas que buscas, solo que a tu mente le encanta el drama, le encanta enredarse más de la cuenta. 


La forma en la que hablas de ti o del mundo determina qué llevas por dentro. Solo basta con que seas consciente de tus conversaciones. Si estás hablando de dinero con alguien y en tu conversación te quejas de lo caro que está todo y que el dinero no alcanza, etc., esa será tu relación con el dinero y eso verás en tu realidad. 


Si en esa conversación hablas del amor romántico y dices que es difícil, que es complicado encontrar a alguien con quién compartir tu ser o que no eres feliz con tu pareja pero aún sigues con esa persona, esa será tu realidad en ese aspecto. 


Si luego te quejas de tu trabajo y de cómo desearías uno mejor o que te diera más tiempo pero no puedes dejarlo por tus necesidades, esa será tu realidad en ese ámbito. 


Si también empiezas a hablar de lo caro y complicado que es comer sano y de lo difícil que es hacer ejercicio, esa será la relación con tu cuerpo y bienestar. 


Si empiezas a quejarte de las personas y de lo mal que hacen las cosas según tú, esa será tu relación contigo mismo.


Todo aquello de lo que hablas, te define. De hecho, no tienes que decirlo,  la palabra solo es la manifestación material de lo que YA piensas, pero si observas lo que hablas será una herramienta para darte cuenta cuál es tu creencia limitante, cuál es ese bloqueo, cuál es ese techo mental. 


Ese es el primer paso, reconocer cómo hablas, cómo son tus conversaciones, de qué te quejas, qué es aquello que ves mal en el otro, que es aquello que ves mal en el mundo. Porque ese mundo, esas personas de las que te quejas y todo lo que piensas acerca de cada aspecto de tu vida son las proyecciones de tus propias creencias, y todo en lo que creas, lo creas en tu realidad.


Una creencia es un pensamiento repetido en el tiempo, reforzado con sentimiento y acciones, convertido en un hábito, una forma de ser. Cuanto más lo repitas, más lo declares a través de la palabra, cuanto más le prestes tu atención, y más permitas que dirija tus emociones y acciones, más grande se va a volver. Aquello en lo que enfocas tu atención, enfocas tu energía.


Presta atención a lo que hablas, luego date cuenta de qué piensas a través de eso y cuida tus pensamientos. Luego presta atención a cómo te sientes a través de esos pensamientos. Esto es lo que construye día a día tus creencias, y por ende, tu realidad, o más bien, la percepción que tienes de esa realidad.

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