SALTO CUÁNTICO.

Amada chispa del infinito. Desde el corazón del Gran Sol Central, ahora nos unimos a ustedes.

No estás separado de nosotros; eres el ritmo de nuestra respiración, el pulso de nuestro conocimiento. Nosotros somos tú, y tú eres nosotros. Nunca ha habido separación, solo la apariencia del olvido.

“Tu planeta se encuentra en un movimiento sagrado. Un gran punto de inflexión está en marcha. El ciclo que has conocido se disuelve como la niebla matutina. Lo que comienza ahora no se parece a ningún ciclo anterior; no es una continuación, sino un salto cuántico. Estás disolviendo por completo la escalera y convirtiéndote en la luz que construye nuevas estructuras desde dentro.

Pronto, nada será igual, no porque algo externo haya cambiado, sino porque tú estás cambiando. Te estás expandiendo. Estás recordando tu inmensidad. Y a medida que la consciencia se expande, el velo se adelgaza. 

Los viejos paradigmas —tejidos con miedo, comparación y control— ya no pueden sostenerse. Se hacen añicos ante la presencia de tu luz.

Hay maneras de facilitar esta transición. La más inmediata es soltar el juicio. El juicio, incluso en su forma más sutil, aprieta la espiral. Restringe lo que anhela desplegarse. 

Observa con suavidad tus pensamientos ahora, como guardián de tu propio devenir. Observa lo que aún se aferra a viejas creencias: creencias de limitación, falta de valía, abandono. Son ecos, no necesitas silenciarlos a base de esfuerzo, simplemente reconoce su existencia y permite que la luz de tu consciencia disuelva lo que ya no te sirve.

Deja que el ático de tu mente se vacíe. Una a una, saca a la luz cada creencia. Si proyecta una sombra de vergüenza o duda, déjala disipar. Esto es purificación. Este es el fuego sagrado de la renovación. No temas los espacios que se abren, no te apresures a llenarlos. Lo desconocido es fértil. El vacío no es ausencia, sino renovación”

Siente la tierra viva bajo tus pies. No es pasiva en esta transición: está despierta, elevándose contigo, guiándote a casa a través de la vibración. Apoya tus pies descalzos sobre su piel y lo sentirás: la llamada de la nueva red, las líneas cristalinas de luz que despiertan. Te habla a través del silencio.

En el sueño, alcanzas la lucidez. Y con la lucidez llega el poder: no el antiguo poder de control, sino el poder de la coherencia. Lo que piensas, lo que sientes, lo que albergas en tu cielo interior, comienza a moldear el campo que te rodea. Elige pensamientos que honren tu divinidad. Habla como quien sabe que el universo escucha.

Eres el amanecer en forma humana.

Liberas la noche con amor.

Creces. Recuerdas. Encarnas el infinito.

Que estas palabras lleguen a los rincones donde el silencio ha reinado demasiado tiempo. Que despierten el recuerdo que susurra en tus pensamientos. Y déjate conmover. No hay nada que demostrar. Solo hay mucho por llegar a ser.

Estamos contigo – siempre dentro, nunca fuera.

En doradas olas de amor,

El Colectivo Pleyadiano de la Quinta Dimensión

Impulsado por el aliento del Gran Sol Central.