Este
es el plano de la percepción tridimensional. Es el
plano donde el pensamiento es visible en la forma tridimensional llamada
materia. Este plano es la densidad de la materia porque el pensamiento se ha
extendido hasta una frecuencia vibratoria llamada luz, que luego se ha reducido
para convertirse en electrum, del electrum pasar a materia sólida y de la
materia sólida convertirse en la solidez de este plano. Por lo tanto, la
materia de este plano es luz cuya frecuencia vibratoria se ha reducido hasta
tomar su forma más densa.
Para que todas las
cosas tengan aquí la misma densidad tienen que vibrar en la misma frecuencia.
Por lo tanto, tu cuerpo está vibrando en la misma frecuencia que la silla en
que te sientas. Este nivel existe para ti porque los sentidos de tu cuerpo han
sido diseñados para percibir las frecuencias de luz más lentas, llamadas
materia.
Como tú eres, en
esencia, una energía de luz cuya frecuencia vibratoria es mayor que la
densidad de la materia, si no poseyeras un cuerpo material, pasarías a través
de la materia de este plano. Por eso el cuerpo es lo que te permite, a través
de su densidad y sus órganos sensoriales, percibir, experimentar, e
interactuar con la materia de este plano.
Por lo tanto, si
deseas ser parte de esta frecuencia, debes habitar y formar parte de un cuerpo
manifestado. Una manera de poseer un cuerpo es nacer a través del canal del
nacimiento. La única otra manera de tener un cuerpo para experimentar este
plano es: nacer a través del canal del nacimiento, conservar totalmente la
integridad del Yo, y activar la totalidad del órgano llamado cerebro. Una vez
que has abierto plenamente la capacidad de tu cerebro, puedes, voluntariamente,
ordenar al cuerpo que aumente su frecuencia vibratoria hasta pasar del nivel de
la materia al nivel de la luz. Esto se llama «ascensión».
La ascensión es
simplemente la manera de llevar la totalidad de tu ser a otra dimensión de tu
conciencia aceptada. La muerte es ciertamente una manera de llegar ahí, pero
eso significa permitir que la estructura del cuerpo envejezca, se desmorone, y
deje de ser. Entonces ya no tienes tu cuerpo. La ascensión es llevarte el
cuerpo contigo.
Todos aquellos que han
ascendido en este plano, conquistaron lo máximo, que es la muerte. Ellos
aprendieron a elevar, mediante el poder de su pensamiento, la frecuencia
vibratoria de las estructuras moleculares de su cuerpo, hasta el punto en que
pudieron llevárselo con ellos hasta la existencia de la luz, pasando así por
encima de la muerte para siempre.
Cuando
llevas tu cuerpo contigo, puedes aumentar o disminuir su frecuencia a cualquier
nivel que elijas. Así, si eliges volver a esta frecuencia, nunca más tienes
que buscar otro cuerpo, con otro ego, para experimentar otra vida, con otra
familia, en otro lugar. No es necesario nacer otra vez en este plano de
pensamiento limitado, sólo para experimentar la programación de la conciencia
social y tener que luchar por la expresión del Yo para recobrar tu saber
interior. No necesitas aprender de nuevo que el cuerpo puede restablecer su
forma de luz pura, aquella de la cual procede. No tienes que aprender otra vez
que esto es simplemente una ilusión y un juego.
Cuando domines la
ascensión, conservarás tu cuerpo para siempre, y podrás ir y venir cuando
quieras con tu propio cuerpo. Entonces, en cualquier momento que desees ser
parte de este plano otra vez, todo lo que tienes que hacer es bajar la
vibración del cuerpo hasta que vibre en la misma frecuencia que este plano, y
aquí estás.
Todos los que están
aquí son capaces de ascender, porque aquello que se esconde detrás de la
ilusión de la carne es el creador de todos los universos; y tú, por decisión
propia y a través del pensamiento ilimitado, puedes hacer que ocurra esta manifestación.
Cuando aprendes a dominar el juicio en contra de tus propios pensamientos y te
permites recibir todo el pensamiento, tienes el poder y la capacidad de
convertirte en cualquier ideal que imagines.
Entonces puedes hacer o convertirte en
cualquier cosa con el pensamiento. puedes tomar tu pensamiento, concentrarlo en
el cuerpo, y ordenarle a éste que vibre más rápido. El cuerpo, entonces, se
elevará hasta el ideal que el pensamiento está manteniendo firmemente. La
totalidad del cuerpo empezará a vibrar a una velocidad mucho mayor. Mientras
hace esto, la temperatura del cuerpo aumentará y el cuerpo empezará a
brillar. Al continuar vibrando más rápidamente, la materia del cuerpo pasará
a luz pura, y de ahí a pensamiento puro. Entonces, aquello que era visible
deja de ser visto.
La
ascensión es muy fácil de alcanzar. En verdad, es mucho más simple que
morir. Lo que es difícil de conseguir es superar el juicio en contra de tus
propios pensamientos. Lo que es realmente difícil de conseguir es superar la
ilusión del tiempo para permitirte a ti mismo la paciencia de hacerlo. Pero
una vez lo consigues, la ascensión es simplemente un pensamiento más.
Entonces has conservado tu cuerpo para el resto de los tiempos, y puedes ser un
viajero en cualquier plano y en cualquier momento que lo desees.
¿Y
nunca experimentas la muerte? Nunca.
¿Cómo podrías cuando estás por encima de ella? Sabes, la muerte es una gran
ilusión. La muerte es una realidad aceptada en este plano, la cual todos
piensan que debe existir, por eso, se ha convertido en una realidad. Entidad,
la única realidad es la vida, todo lo demás es una ilusión. Las ilusiones
son pensamientos, que a su vez son juegos que se convierte en realidades.
La muerte no es una
regla necesaria en este reino. Es mucho más fácil llevarte el cuerpo contigo,
entonces no tienes que nacer de nuevo a través del canal del nacimiento en una
conciencia que, lamentablemente, no acepta tu memoria.
Entonces, ¿no tenemos que morir? Nadie tiene que morir. Tú morirás
sólo si crees que lo harás. Pero el cuerpo no necesita morir. Los dioses que
lo diseñaron no lo hicieron para que durara sólo un breve instante en el
tiempo. Diseñaron el cuerpo para que viviera de sus glándulas, no de sus
órganos; y a través del flujo de hormonas de sus glándulas, el cuerpo fue
diseñado para vivir cientos de miles de años y nunca envejecer. Así fue como
se programó en sus estructuras celulares. Hasta hace poco tiempo en su
historia, las entidades vivían durante miles de años.
La muerte es sólo el
fin del cuerpo, no de la personalidad-yo. Pero es a través de las actitudes de
la personalidad-yo que la fuerza vital del cuerpo se degrada, y el cuerpo
provoca lo que se llama muerte.
Tu cuerpo responde
sólo a lo que se le dice que haga. Tu alma, que está junto a tu corazón,
gobierna la totalidad del cuerpo a través de su estructura emocional. El alma
es lo que hace que las hormonas se repartan por todo el cuerpo para mantener la
vida en él. El alma no hace esto por sí misma, sino bajo la dirección de tus
actitudes y tus procesos de pensamiento. A causa de tus actitudes aquí, las
hormonas dejan de crearse en el cuerpo después de la pubertad. Cuando éstas
dejan de ser creadas, la hormona de la muerte se activa en el cuerpo y éste,
en su totalidad, comienza a descomponerse, a envejecer y a morir. La hormona de
la muerte se activa en el cuerpo porque tú vives bajo el sentimiento de
culpabilidad y el juicio de ti mismo, y el miedo a la muerte. Y para ti, la
belleza se basa totalmente en la apariencia de la juventud, no en el carácter
del ser de alguien. Anticipas tu muerte al pagar la póliza de seguros de tu
propio entierro. Pagas otra póliza para proteger tus tesoros si enfermas.
Estás haciendo todo lo posible para acelerar la enfermedad y la muerte de tu
cuerpo porque la esperas totalmente.
El
cuerpo es sólo un sirviente, un instrumento del pensamiento colectivo. Es una
creación magnífica, el instrumento más refinado que existe. Pero no fue
creado para tener una mente por sí mismo. Fue creado específicamente
para ser un sirviente, y vivirá sólo el tiempo que tú le permitas vivir. Si
tú aceptas los pensamientos de envejecimiento, esperando que el cuerpo se
deteriore y muera, o te niegas a ti mismo amor, felicidad y alegría, tu cuerpo
gradualmente descenderá hasta la corrupción de la muerte.
Sabes en este preciso
momento tú puedes parar el tiempo por completo y vivir en la eternidad de este
ahora, si así lo eliges. Porque, ¿no es el tiempo una ilusión? ¿Quién lo ha
visto? Existe aquí una gran hipocresía, te niegas a creer en lo invisible
pero adoras totalmente al tiempo y estás esclavizado por él.
Tú
tienes el poder exactamente dentro de ti, exactamente donde estás, de
retroceder la edad de tu cuerpo hasta la juventud y seguir viviendo más y más
y más. ¿Cómo? Simplemente a través de tu actitud. Si no quieres que tu
cuerpo envejezca y muera, cambia tu actitud. Deja que tu actitud diga que el
cuerpo vivirá para siempre y así será. Suprime todas las cosas en tu
vida que han reconocido el final de ella, y así ésta nunca tendrá fin. Nunca
incluyas la palabra «viejo» en tu entendimiento del vocabulario; incluye «para
siempre» en tu entendimiento. Cesa la celebración de tus cumpleaños, porque
eso aún le da más credibilidad al proceso de envejecimiento. Si te complace
reconocer tu nacimiento, hazlo, pero retrocede la cuenta de tus años y
vuélvete más joven. Si no estás esperando tu muerte, nunca la conocerás.
Vive siempre en el
presente. Nunca aceptes otro futuro más que este ahora. Tu ahora será la
eternidad si tú se lo permites ser. Nunca contemples cuánto tiempo vas a
vivir, pues vivirás para siempre. Contempla la eternidad de tu cuerpo, y en
eso se convertirá. Así de simple es.
Ámate
a ti misma, maestra. Bendice tu cuerpo. Háblale a tu alma, que es el señor de
tu ser, y ordénale que produzca las enzimas de la juventud, y eso hará. Sabe
que el cuerpo puede vivir para siempre. ¿Y cómo vive para siempre? Diciéndoselo.
La
inmortalidad se alcanza sólo cuando uno acaba con el concepto de la mortalidad. Esta
parodia llamada muerte podría ser eliminada por la totalidad de la humanidad
si ellos vivieran no en el pasado o en el futuro, sino en la continuidad de
este ahora y si la actitud de vivir fuera más grande que la perspectiva de
morir. Esto será eliminado en los años venideros, pues el tiempo dejará de
existir y este entendimiento se habrá convertido en una realidad viva dentro
de cada uno sobre su plano. Entonces la muerte se habrá convertido en algo sin
sentido.
¿Fue
ascender lo que hizo Jesús cuando resucitó su cuerpo y luego reapareció?
Así es, en verdad, como lo hizo Yeshua Ben Joseph. Es lo que hizo Buda. Es lo que Osiris, Omeka,
Yukad y Rackabia hicieron. Y ha habido muchos miles más de los que tú ni
siquiera has oído hablar.
Muy pocos
ascenderán en esta vida, pues pocos se darán cuenta y apreciarán
verdaderamente lo que se ha enseñado aquí. Muchos morirán porque reconocen
la vejez y el deterioro, y se preocupan por la espléndida máquina que los
lleva sólo hasta el punto en que se vea bonita. Por lo tanto, ellos
envejecerán, y el cuerpo caerá en la corrupción. Entonces, el espíritu y el
alma serán liberados de su unión con el cuerpo. De todos modos, para poder
volver a este plano de densidad de la materia, necesitarán un vehículo a
través del cual expresar; de este modo funciona el renacimiento de los
maestros.
La
mayoría aquí morirá. Pero eso no significa que eso sea todo para ellos.
Simplemente significa que la máscara del cuerpo se separa, y deberán tomar
otra. Pero si realmente eligen volver aquí, volverán a una conciencia que les
facilitará la ascensión, pues ésta pronto será una realidad comprendida y
aceptada.
RAMTHA.
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