Aquellas
estructuras que forman parte de tu sistema kármico pueden ser trascendidas. Tu
atadura a tu historia puede ser trascendida. Tu atadura a la ilusión de que te
hallas albergado en tu cuerpo físico, puede ser trascendida más allá. Eres una
chispa del Ser Eterno, un reflejo de Dios. Como tal, eres una demostración de
bondad para tus hermanos y hermanas. Contienes en ti el potencial para salvar
al mundo.
Demostrando cuidadosamente el potencial para la bondad que hay en
cada uno de nosotros, puedes mostrar a tus hermanos y hermanas quiénes son en
realidad. En cada circunstancia, en cada situación en tu vida, tienes la
habilidad de demostrar bondad. En cada momento de tu propia vida interior
tienes la habilidad de elegir el polo llamado Dios. En cada interacción con tus
pares humanos, puedes demostrar Amor. Puedes elevarte por encima de cualquier negatividad
en tu sistema kármico. Cualquier área desde tu punto de vista personal que no
demuestra bondad, que no demuestra a Dios, puede ser trascendida. Ahora es el
momento de trascender la maldad dentro del sistema mental que le ha dado forma
a tu punto de vista.
Tu punto
de vista ha estado basado en la ilusión de la dualidad. Se ha construido sobre
la ilusión de la separación.
Como otros seres humanos, tú has llegado a considerarte como aquel
que habita tu cuerpo. Has llegado a identificarte con tus pensamientos, con tus
sentimientos, con tus creencias. Si has de cumplir con tu propósito al venir al
planeta Tierra, debes trascender estas ilusiones. Debes descubrir y luego
demostrar tu verdadera identidad.
Cada ser
humano con el que te encuentras o con el que interactúas, de algún modo se ha
perdido en la ilusión tanto como tú. Cada uno de tus hermanos o hermanas está
perdido y desea volver a casa. Tienes la oportunidad, el privilegio y la
responsabilidad de ser un servidor de la luz sobre la Tierra. Tú vienes de más
allá del sistema de la dualidad.
Tienes un verdadero hogar fuera del sistema del bien y del mal.
Como todos
tus hermanos y hermanas, estás completando la ilusión de la dualidad. Sin
embargo, debido a que ahora sabes quién eres, tienes la responsabilidad para
contigo mismo y para con tus hermanos y hermanas, de comenzar a vivir en la
Verdad. Tienes el privilegio de demostrar que el Amor puede estar presente sin
odio. Tienes la oportunidad de experimentar y expresar a Dios sin su opuesto.
Tu propio éxtasis, alegría y celebración de la vida pueden ser y serán una
demostración del potencial de la humanidad, para aquellos que te rodean. Los
seres humanos pueden vivir con alegría sobre la Tierra. La Tierra misma puede
ser renovada. Este planeta ya ha sufrido suficiente.
Cada día,
desde el momento en que despiertas, tienes la oportunidad de expresar la
Verdad, de expresar a Dios. Cada día puedes demostrar a tu alrededor y a ti
mismo que es posible vivir la vida plenamente, más allá del sistema del bien y
del mal. Cada día puedes hacer algo para romper tu atadura a la separación.
Cada día puedes demostrar Unidad y Amor a ti mismo y a otros. De alguna manera,
cada día puedes realizar tu misión sobre la Tierra.
En el
comienzo había pura Energía. Esa Energía era al mismo tiempo todo y nada. Puede
referirse a esa Energía como Dios. En el comienzo Dios habló y al hablar
produjo toda la Creación. Tú hablas. Tus pensamientos son hablados. Tus
pensamientos crean. Tú eres dios de tu universo, creando constantemente con tus
pensamientos. Sin embargo, tú eres quien crea tus pensamientos. Tú tienes la
capacidad de dirigir tus pensamientos en forma tal que lo que ellos crean
refleja quién eres realmente.
Eres más
que cuerpo, que tus sentimientos, que tus circunstancias, en última instancia,
más que tus pensamientos. En realidad eres más de lo que puedes abarcar con tu
sistema mental actual. Eres más allá del pensamiento. El pensamiento existe
dentro del sistema mental humano. Antes de venir a la dimensión que contiene a
la Tierra sabías más cabalmente quién eras. Pudiste elegir venir y participar
en el experimento de la dualidad. Pudiste venir y experimentar los efectos de
ese aspecto del Ser que se manifestó como "maldad".
El mal
existe dentro del sistema de la dualidad. La dualidad es un sistema creado por
el pensamiento humano, asociado ahora sólo con el planeta Tierra. Tu propio
pensamiento humano es una diminuta fracción de quién eres. Esa fracción de un
porcentaje de quién eres ha limitado tu experiencia de tu realidad. Te has
identificado tanto con esa diminuta parte de ti mismo que crees que eso es lo
que eres. No es así. Quien eres va mucho más allá del sistema que contiene el
experimento del bien y del mal. Tu verdadero Ser existirá cuando el mal ya no
exista. El dejar ir todo mal no será tu destrucción. El abandonar todo mal será
tu resurrección. Al liberarte del sistema de la dualidad tú y aquellos a tu
alrededor estarán libres para descubrir, experimentar y expresar más y más su
verdadera identidad.
Abandonar
el mal es abandonar la separación. Abandonar el mal es una expresión de tu
disposición a hacerte responsable del dios dentro tuyo. Abandonar pensamientos,
sentimientos, ideas, creencias, que te separan de tu verdadera naturaleza y de
tus hermanos y hermanas es tu redención personal. A medida que te redimes a ti
mismo, es decir, que vuelves a tu verdadera naturaleza, naturalmente expresarás
ese verdadero Ser a aquellos que te rodean. Las personas aprenden con el
ejemplo. Tu vida es un ejemplo para los que te rodean. La forma en que vives
importa. Las palabras que dices importan. Los pensamientos a los que te
adhieres importan. Tú creas cada vez que hablas. Creas cada vez que le das
energía a un pensamiento. Los pensamientos que no sirven a tu verdadera
intención pueden ser desechados. Cuando notes que te estás aferrando a un
pensamiento que te causa dolor o que Je separa de tus hermanos y hermanas,
déjalo ir, libéralo. (Imagina que tienes una pistola láser que dispara luz
blanca y hazlo desaparecer. Cuando elegiste venir a la Tierra, elegiste traer
tu luz, compartirla. Viniste a este planeta para experimentar "ser"
humano, para jugar al juego de la dualidad y cuando llegara el momento, para
ser parte de la finalización del mal. El mal ha formado parte de tu experiencia
humana. Tú no eres malo. No hay nada malo en tí. El mal forma parte de la
experiencia que los humanos han creado sobre la Tierra. Ese experimento de
dualidad les permitió a los humanos, a la Tierra misma y a toda la naturaleza
experimentar aquella parte del Ser que revierte la vida, que niega el verdadero
sentido de la vida. Ha llegado el momento de su culminación. Tú estás aquí para
ser testigo y para participar en la culminación del dolor, del sufrimiento, de
la resistencia, de la negación de quién eres realmente. Ese tiempo nos ha
llegado a todos.
Nosotros,
en el planeta Venus, estamos con ustedes en vuestra búsqueda de la Verdad, de
vuestra identidad. Millones y millones de otras conciencias en dimensiones
físicas y no físicas están con ustedes, apoyándolos, alentándolos. Su
pensamiento se halla unido para provocar la finalización de la dualidad en toda
la Creación. Es tiempo de que unas tu pensamiento al nuestro. Es tiempo de que
completes y elimines aquellas estructuras dentro de tu sistema mental llamado
karma, que te atan a la idea del bien y del mal, recompensa y castigo.
A medida que descubras y asumas la responsabilidad por tu verdadera
identidad, no desearás ni necesitarás llevar a cabo ninguna acción que hiera a
otro o que hiera tu verdadero Ser. A medida que comprendas la Verdad de quién
eres, no tendrás necesidad de sujetarte a ningún pensamiento que niegue Ja
Verdad de tu unión con todo lo que es. Eres una chispa de luz —un reflejo de Dios— una manifestación perfecta del Ser, que existe durante un breve
instante en el sistema llamado tiempo, en un cuerpo humano con pensamientos
humanos, jugando el juego de la dualidad sobre la Tierra. La Tierra se está
preparando para un desplazamiento. Es un cambio en el juego. Tú formas parte
del plan hecho antes del tiempo. Formas parte del plan para concluir el mal,
para completar el experimento de la dualidad. Es hora de que desarrolles tu
parte en ese plan.
Te
recomendamos que comiences ahora a abandonar conscientemente aquellos
pensamientos y acciones que están basados en la ilusión de la separación. Las
técnicas mencionadas en este libro te ayudarán. Juega con ellas. Son regalos
que te has hecho a ti mismo para apoyarte en tu propia intención de concluir el
mal dentro tuyo.
A medida
que vas abandonando aquellos pensamientos que te separan de tus hermanos y
hermanas, tus acciones van a reverberar y afectar a varios. Tu conciencia se
unirá a los millones de otras conciencias que se hallan sosteniendo la Verdad
de quién eres que ya se han disociado del juego de la dualidad.
A medida
que amplías la conciencia de quien eres traes luz al planeta. A medida que
liberas la nube del bien versus el mal de tu propia conciencia, tu luz brilla
con más fuerza. Tu luz traerá luz a otros. A medida que te liberas de tu propia
sujeción al mal, la Verdad de quién eres brillará hacia los corazones de
aquellos a tu alrededor y se descubrirán a sí mismos. Tú eres un servidor de la
luz. Nosotros, desde el más allá, te saludamos
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