¿Cuál es
la diferencia entre el rebelde y el revolucionario?
No solo hay una diferencia cuantitativa
entre un rebelde y un revolucionario, sino también una diferencia cualitativa.
El revolucionario es parte del mundo político. Su enfoque es
político; su entendimiento es que cambiar la estructura social, es suficiente
para cambiar al hombre.
El
rebelde es un fenómeno espiritual. Su actitud es absolutamente individual. Su
visión es que si queremos cambiar la sociedad, tenemos que cambiar el
individuo.
La sociedad en sí misma no existe; es sólo una palabra, como muchedumbre. Si
vas a buscarla no la encontrarás en ninguna parte. Donde sea que encuentres a
alguien, encontrarás al individuo. Sociedad es sólo un nombre colectivo - sólo
un nombre, no una realidad - sin sustancia. El individuo tiene un alma, tiene
una posibilidad de evolución, de cambio, de transformación; por tanto la
diferencia es tremenda.
El
rebelde es la esencia misma de la religión. Trae al mundo un cambio de
consciencia. Si la consciencia cambia, entonces la estructura social estará
obligada a seguirla. En sentido contrario no funciona - y ha sido probado por
todas las revoluciones, porque todas han fracasado.
Ninguna revolución ha tenido éxito todavía en cambiar al hombre. Aún
así, el hombre parece no estar consciente de este hecho; él aún sigue pensando
en términos de revolución, de cambiar la burocracia, de cambiar las leyes, los
sistemas políticos. Feudalismo, capitalismo, comunismo, socialismo, fascismo -
todos ellos a su manera son revolucionarios-. Todos
ellos han fracaso, y fracasado totalmente, porque el hombre ha permanecido el
mismo.
Un
Gautam Buddha, un Zarathustra, un Jesús - estos son rebeldes. Su confianza está
en el individuo. Ellos no han tenido éxito tampoco, pero su fracaso es
totalmente diferente al fracaso del revolucionario.
Los
revolucionarios han intentado su metodología en muchos países en muchas
maneras, y han fracasado. Pero un Gautam Buddha no ha tenido éxito - porque no
ha sido probado. Un Jesús no ha tenido éxito, porque los judíos le crucificaron
y los cristianos le enterraron; él no ha sido probado, no se le ha dado la
oportunidad. El rebelde es aún una dimensión no experimentada.
Los
revolucionarios pertenecen a una esfera muy mundana. El rebelde y su rebeldía
son sagrados. El revolucionario no puede pararse solo. Necesita una
muchedumbre, un partido político, un gobierno. Necesita poder y el poder
corrompe. Y el poder absoluto corrompe absolutamente.
Todos los revolucionarios que han conseguido tomar el poder, han
sido corrompidos por el poder. No pudieron cambiar al poder y sus
instituciones; el poder los cambió a ellos y a sus mentes. Los corrompió. Sólo
los nombres de los poderosos se volvieron diferentes..., pero
la sociedad continuó permaneciendo la misma.
La
consciencia del hombre no ha crecido por siglos. Sólo de vez en cuando un
hombre florece, pero en millones de personas el florecimiento de un hombre no
es una regla, es una excepción. Y porque está solo, la muchedumbre no puede
tolerarlo. Se convierte en una clase de humillación; su misma presencia se
vuelve insultante, porque te abre los ojos, te hace más consciente de tu
potencial y tu futuro.
Hiere tu
ego, que no hayas hecho nada para crecer, para ser más consciente, más amoroso,
más dichoso, más creativo, más silencioso, y para hacer un bello mundo a tu
alrededor. No has aportado nada al mundo; tu existencia no ha sido una
bendición, sino una maldición. Has traído tu cólera, tu violencia, tus celos,
tu competitividad, tu codicia por el poder. Haces del mundo un campo de
batalla; estás sediento de sangre y haces a otros sediento de sangre. Privas a
la humanidad de su humanismo. Ayudas al hombre a caer por debajo de su
humanidad, incluso a veces por debajo de los animales.
Un
Gautam Buddha o un Kabir o un Chuang Tzu, te hiere porque él ha florecido, y tú
estás ahí parado. La primaveras van y vienen, nada florece en ti, ningún ave
viene y hace su nido en ti, ni cantan sus canciones a tu alrededor. Es mejor
crucificar a Jesús y envenenar a Sócrates, hacerlos a un lado, de modo que no
necesites sentirte en ninguna forma espiritualmente inferior.
El mundo
ha conocido sólo unos cuantos rebeldes, pero ahora es el momento. Si la
humanidad demuestra ser incapaz de producir un gran número de rebeldes - un
espíritu rebelde - entonces nuestros días sobre la tierra están contados,
entonces este siglo puede convertirse en nuestro cementerio. Estamos llegando
muy cerca a ese punto.
Tenemos que cambiar nuestra consciencia, crear mayor energía
meditativa en el mundo, crear más amor. Tenemos que destruir al hombre viejo y
su fealdad, sus ideologías podridas, sus estúpidas discriminaciones e idiotas
supersticiones, y crear un nuevo hombre con ojos frescos, con nuevos valores -
una discontinuidad con el pasado-. Ese es el
significado de rebeldía.
La
rebelión es una discontinuidad. No es una reforma, no es una revolución. Es
simplemente desconectarte de todo lo que es viejo. Las viejas religiones, las
viejas ideologías políticas, el viejo hombre, todo lo que es viejo - te
desconectas de ello. Comienzas una vida fresca, desde sus principios. Y a menos
que preparemos a la humanidad para empezar la vida nuevamente - una
resurrección, una muerte de lo viejo y un nacimiento de lo nuevo...
El
revolucionario intenta cambiar lo viejo. El rebelde simplemente sale de lo
viejo, así como la serpiente se desprende de su vieja piel - y nunca mira hacia
atrás. A menos que creemos tal clase de rebeldes alrededor del mundo, el hombre
no tiene futuro.
El rebelde permanece en la sociedad, pero no es más parte de la
sociedad. Esta es su renuncia, y esta es su rebelión. No es obstinado, no es
rígido, no es egoísta; simplemente no va luchando ciegamente. Si encuentra que
algo está bien, lo obedece, pero obedece a su propio sentimiento de lo
correcto, no a una orden dada por lo demás. Y si se da cuenta de que no está
bien, la desobedece - cualquiera sea su costo. Puede aceptar la crucifixión, pero no aceptará ninguna esclavitud espiritual.
El
hombre viejo ha traído al hombre a su muerte final. La mente vieja, las
ideologías viejas, las religiones viejas - todas ellas se han amalgamado para
traer esta situación de suicidio global. Sólo el hombre nuevo puede salvar la
humanidad, este planeta, y la bella vida de este planeta.
Practica
la rebelión, no revolución.
Extractado
de libro "El rebelde" de OSHO.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario