“Es necesario nacer de nuevo para entrar en el reino de Dios”.
Yo soy Jesucristo y mi amor os acompaña donde quiera que estéis.
Ahora pasemos a este tema.
¿Qué significa nacer de nuevo y qué significa eso?
Renacer significa encontrar el camino de regreso a tu realidad.
Recuperar tu plena conciencia, saber quién eres realmente.
Reconocer que todo es sólo una ilusión y que tu verdadera esencia contiene todos los atributos de la divinidad.
El renacimiento es el logro de la autoconciencia en este plano del ser, la Tierra. Tan pronto como todos los engaños y obstáculos desaparezcan, tu percepción será clara y alcanzarás tu familiaridad.
Renacer significa volver a tu origen. Liberado de los engaños y las ataduras de esta realidad, reconoces quién eres. Ese es tu renacimiento. Es volverte uno contigo mismo y con la fuente original del ser.
El renacimiento físico no es lo que se quiere decir en esta declaración. ¡El ciclo de nacimiento y muerte, de almas recurrentes en los cuerpos humanos, termina tan pronto como despiertas en tu ser eterno, único y verdadero!
Se habla de este renacimiento, de este despertar.
Desde este último paso – hacia tu plenitud.
A muchas personas les resulta difícil comprender cómo vida tras vida se va hilvanando hasta dar el paso “final” para no tener que nacer más. Todas las personas que vuelven su corazón lleno de anhelo al Padre saben que su estancia en la tierra ahora llega a su fin.
Aquellos que no pueden o no quieren ver a través de esta “lógica” del Creador reciben más oportunidades para liberarse de todos los engaños e ilusiones que rodean la vida en la tierra. Para que todos puedan liberarse de ideas, pensamientos, patrones emocionales y bloqueos.
El renacimiento físico es necesario para madurar en el camino del conocimiento y alcanzar la etapa final del renacimiento.
Es el nacimiento a la libertad. En alegría.
Hacia la paz. En el amor que lo abarca todo.
Tu corazón es puro y lleno de la luz de Dios.
La esencia de la creación brilla en ti. “…para entrar en el reino de Dios”.
El reino de los cielos es tu hogar. El “lugar” de donde vienes.
Simplemente lo olvidaste, pero ahora lo recuerdas de nuevo.
Al disolver los sentimientos y pensamientos que te irritan, adquieres conocimiento de tu tierra natal. Cuanto más desenredes, más pronto se desplegará ante ti este regalo.
Así entráis bajo vuestro techo, en la casa de vuestro Padre y de vuestra Madre eterna. Has llegado y entrado en tu hogar eterno.
El reino de los cielos está tan cerca porque está dentro de ti.
Si reconoces esto, las puertas se abren para que puedas dejar de lado lo que aún te impide vivir completamente en la conciencia de tu naturaleza.
Renacer es esencial y sólo a través de esta transformación hacia la luz se puede alcanzar la plenitud. Así se cumple tu propósito en la vida, tus tareas y tu misión.
Descubres tu divinidad aunque te resulte fingida la ausencia de Dios.
Vivir el amor aunque no siempre se tenga ganas y, sobre todo, aunque tanto horror y odio cubra la tierra.
Es tu trabajo descubrir tu núcleo eterno.
Accedes a tu belleza y devuelves esta energía a la tierra.
La belleza crea una sensación de bienestar y gran parte de lo feo desaparece.
Tu conciencia crea una nueva realidad.
Es vuestro renacimiento constante, os liberáis de vuestro odio, del miedo y de las energías destructivas y con ello provocáis el despertar de vuestro espíritu.
La tierra necesita vuestro despertar para volverse completa. Necesita personas sanas, conscientes y renacidas para levantarse y recuperar fuerzas. Es tu misión, has decidido hacerlo y ahora te toca a ti hacer realidad esta decisión.
La tierra necesita vuestras energías amorosas. Sin tu amor no hay crecimiento. Y tu amor se desarrolla una vez que estás limpio y redimido. Una vez que todos los engaños se hayan ido de ti. Y tan pronto como estés atado a tu casa.
Renacer y desarrollar tu poder y belleza en beneficio de las personas y del planeta Madre Tierra. Este camino está predeterminado y cualquier desviación retrasa el proceso de vuestra curación y la curación de la Tierra.
¡Pero nada puede detener este proceso!
Ciertamente todos nos encontraremos nuevamente con nuestro Padre Celestial, con la fuente de todas las fuentes, el amor desde la unidad.
Actualmente muchas personas se están preparando para su renacimiento permanente. Otros reciben más formación y adquieren este conocimiento más tarde.
Pero TODAS las personas entrarán en el reino de Dios. ¡Nadie será olvidado!
Amados hijos de los hombres, soy JESÚS SANANDA,
Acepta lo que se te ha dado, porque la cornucopia de Dios se derrama sobre ti inconmensurablemente.
Siempre estoy contigo. Tu corazón abierto es mi hogar. Ve y libérate de todas las ilusiones. Nacerás de nuevo.
A través de tu amor, la tierra volverá a ser un lugar de belleza y florecerá en armonía y alegría.
Estoy contigo – todos los días