LA SOLEDAD DIVINA.

Saludos, amados:

Yo Soy Metatrón, Señor de la Luz y os damos la bienvenida a esta reunión. 

En esta extraordinaria fase de tiempo lineal en vuestro planeta recién ascendido, se os presenta una coyuntura única y muy oportuna para la auto-revisión y una soledad elegida. 

Maestros, muchos de vosotros, particularmente aquellos que habéis sobrepasado la edad de 49 años, el séptimo ciclo de siete años, os halláis en un estado de soledad soberana. La pareja se ha ido, los hijos también, las relaciones finalizan, los contratos matrimoniales han concluido y muchos de vosotros os encontráis viviendo solos. Y aunque este sendero a veces sea recóndito, difícil y muchos sintáis que no es natural, se trata de una reclusión que encierra un alto propósito. 

Veréis, en momentos de soledad elegida, uno es capaz de acallar la mente y abrirse al Espíritu y en ese proceso las Compuertas Angélicas se abren y el Espíritu os abraza. La paradoja es que cuando os halláis experimentando la Soledad Sagrada, en verdad no estáis solos. 

Maestros, al desapegarse, aunque sea difícil, esa separación os capacita para tener una libertad desenmarañada a fin de poder examinar vuestro ser y su expresión de vida en una profunda ilustración. Y ese es un requisito para cualquier alma avanzada. 

En el flujo de la vida hacia el Camino a la Maestría, hay muchos espacios para ejercer una contemplación recogida. Siempre ha sido así. De modo que os decimos que uséis este tiempo con sabiduría y que lo abracéis, porque estáis en la cúspide de una gran graduación. 

En muchos de vuestros textos religiosos, hay un mensaje recurrente: «Para todo hay una estación, un tiempo para cada propósito bajo el cielo». La Soledad Divina es una condición muy noble, una que, cuando es entendida, ofrece saltos cuánticos en términos de crecimiento y un reconocimiento para un propósito profundo. 

Veréis, en último término, el Ser Divino está solo en su búsqueda final de la Omnipotencia. Dicho con vuestras palabras, el alma viene a la Tierra sola y parte de la Tierra sola. La gran mayoría de maestros Ascendidos que han caminado por la Tierra, han vislumbrado la Soledad durante milenios en sus encarnaciones antes de alcanzar la Maestría, y así os está pasando ahora a muchos de vosotros. 

Amados, muchos de los que os encontráis solos en este momento, creéis que tendríais que buscar pareja. Muchos buscáis a vuestra «pareja cósmica», a vuestra «alma gemela». Sin embargo, os decimos que, en muchos casos las almas avanzadas están solas porque así lo han planeado. Y esa es una empresa especial y noble, porque es el momento idóneo para la Soledad Divina. 

Entre las almas que buscan la Maestría, aproximadamente una de cada cuatro vidas, es una vida que se elige para recalibrar y avanzar, valiéndose de la libertad para alcanzarla en Soledad Sagrada. Aquellos que están buscando la Luz Santificada, lo que se llama la «Iluminación Consagrada», eligen períodos específicos en su plan de vida para estar solos durante un tiempo. 

Eso no significa que vayan a permanecer siempre en soledad, si no que ese será un tiempo elegido para profundizar en el ser, alcanzar el amor por uno mismo y hacer los ajustes finales. El amor hacia uno mismo es una condición que muchos, sobre todo aquellos que procedéis de la herencia católica, habéis perdido. 

El catolicismo, con sus enseñanzas del pecado original, os enseña que falláis por naturaleza y que necesitáis ser perdonados. Pasáis una vida y otra postrados y pidiendo perdón por quienes sois. Perdisteis vuestro sentido de la Divinidad y se os hace más fácil dar que recibir. El equilibrio se perdió. Otros puede que tengáis un sensación de auto-condenación por errores y tropiezos a través de los cuales habéis programado un sentido profundo de culpa y desvaloración. 

La habilidad para amarse a uno mismo ha sido corrompida y ha creado una auto-negación debido a que sois incapaces de perdonaros a vosotros mismos por cualquier acción que os haya llevado a esa creencia errónea. Como resultado, las relaciones han fallado. 

Eso de que no podréis amar a los demás hasta que os améis a vosotros mismos, una gran Verdad. Mientras retengáis creencias de indignidad, crearéis una reacción de rechazo y negación en otros. Es el doble filo de la Ley de Atracción. Repetiréis ese exilo auto-creado, ese castigo auto-proyectado hasta que aprendáis que sois divinos, que sois una chispa sin fallas de Dios en vuestra divinidad eterna. 

Cuando aceptéis este gran saber y aprendáis a crear conscientemente vuestra vida, ésta cambiará. Pero el amor por uno mismo es un requisito absoluto. 

El Amor no es una emoción, es una frecuencia vibratoria. El amor no se gana, es un derecho de nacimiento. El Amor es la única resonancia que os permitirá graduaros en reinos superiores. El Amor es el camino, un camino que tiene que contener el amor a uno mismo.

Amados humanos, hasta que no os améis a vosotros mismos no podréis amar a los demás ni obtener la Maestría ni gozar de una vida amorosa. Y daros cuenta de ello, puede llevaros vidas de auto-examen en soledad. ¡El Amor comienza en vosotros, no hay otro camino!

Amados humanos, la Vida es difícil y desafiante, esa es una gran Verdad. Muchas situaciones en la vida son incómodas y provocativas. Eso es por diseño. Es como escribís vuestra vida para poder crecer. Los obstáculos en vuestro camino fueron puestos por vosotros, por vuestro Ser Superior, para que sirvieran como catapultas. 

No es fácil, nada de gran valor se obtiene sin esfuerzo. Pero a menudo, cuando estáis fuera de la zona de confort, en un estado de un acertijo confuso o de tristeza, sois conducidos por la circunstancia que tenéis que afrontar y resolvéis los desafíos y los trascendéis. Hacerlo es un atributo de la Maestría en su aspecto más sutil y gran cantidad de buscadores estáis reconociendo al Ser actualmente.

Estos son tiempos perfectamente diseñados para esta limpieza final, barrer con lo que estaba oculto y pueda resolverse. La Nueva Tierra se está transformando cada vez más en el aspecto Cristalino y nada puede permanecer en la sombra, nada puede ocultarse ante la coherente e impecable Luz de la recién Ascendida Tierra. 

Y para los muchos que estáis en soledad y los otros muchos que no lo estáis, este es un momento perfecto y escogido para pulir cualquier área oscurecida y superar cualquier obstáculo final. 

Podríais preguntaros si es la soledad o el compañerismo lo que brinda un mayor avance al alma en la energía de la Nueva Tierra. Abreviando les diremos que tanto tener pareja como estar solo tiene su propósito divino, y subrayamos ambas condiciones. Mucho se gana en una relación comprometida y amorosa. Esa es la circunstancia natural en muchos viajes al plano terrestre. Sin embargo, a causa de la búsqueda del alma de la Maestría final, el estado de soledad también es natural. Así que enfatizamos que hay un gran propósito en la soledad y que las almas avanzadas lo planearon así. 

No es ningún error que, en los pasos finales del Sendero Ascendido de la Iluminación, un gran número de vosotros estéis solos en estos tiempos. Si tú te hallas entre estos, te decimos que lo más probable es que tu soledad sea apropiada. Quizá sea como debería ser, porque es como muchos de vosotros lo planeasteis. Aún así, a muchos de vosotros la soledad se os hace insoportable y os apresuráis en buscar pareja, esa alma gemela esquiva.

Amadas almas, hay mucha confusión alrededor del concepto de “alma gemela” o “pareja cósmica” y el rol y la naturaleza de un compañerismo óptimo en la Maestría del Ser. La soledad tiende a ser un período de sublime reverencia del Ser. Vuestra vida y vuestra experiencia en este plano es vuestra propia creación, vuestro propio tapiz viviente, entretejido por cada creencia individual. 

Dentro de la soledad, el alma es dirigida hacia la auto-revisión y se otorga a sí misma una oportunidad para adentrarse profundamente en las aguas profundas que fluyen dentro de vosotros y nadar en el océano del Ser; y, al hacerlo, redescubrir el amor interno y reconocer la brillante Chispa de Dios que verdaderamente sois. 

Las relaciones son un método para reflejar la emotividad de vuestros sistemas de creencias y retroalimentar lo que simplemente funciona y lo que no. El desapego requiere que el individuo explore el ser para familiarizarse con el horizonte interno y eso facilita y necesita de la soberanía. La Soberanía es la preponderancia a la Maestría. Una relación de dos humanos soberanos y no dependientes tiene más equilibrio, más creatividad y más longevidad que la unión de dos seres co-dependientes uno del otro. ¿Lo entendéis?

En último término, cada alma tiene que definir claramente el SER para poder alcanzar la Maestría. La auto-maestría se incorpora en períodos de un desapego planificado y es en ese período cuando la impecabilidad se cristaliza. Y les decimos, amados, que la cristalización a través de la impecabilidad es una fase imprescindible de la auto-maestría. Es una coyuntura calibrada en el viaje multidimensional. Uno entra en el vacío, el gran misterio en la búsqueda de la fortaleza y la visión soberana, solo, sin un hombro en el que apoyarse; y en el proceso uno descubre la totalidad sublime y la auto-consumación. 

No malinterpretéis el significado; tener un compañero o compañera en el aspecto natural de la pareja cósmica, también es muy válido. Pero, concluyentemente, uno camina el sendero de la Maestría en desapego soberano y se vuelve iluminado cuando aprende a trascender el ser físico.

 

Cada uno de vosotros tendrá que adentrarse en la conquista final de lo que señalamos como «impecabilidad». La Impecabilidad es la cristalización o la claridad uniforme del alma, y es una virtud muy necesaria de la Maestría. Ello involucra la liberación de la dependencia, la liberación de todo lo que no os sirve a vuestra divinidad. Es como reinicializar y reprogramar todo lo que sois. 

Ya os hemos dicho que el lenguaje, el entretejido de las dimensiones superiores, es la Geometría Sagrada. Pues bien, la Impecabilidad es la claridad geométrica de la mente del alma. Al definirse uno mismo a través de la impecabilidad, uno se vuelve cristalino y eso le otorga mayor capacidad para la Consciencia Divina dentro de la luz geométrica de planos elevados coherentes. Ahora bien, solo se cumple asumiendo quién se es, lo que uno cree y después viviéndolo. Reconociendo las verdades propias y alineándose totalmente con ellas. 

Yo Soy Metatrón, Señor de la Luz, y comparto con vosotros estas verdades.

¡Sois amados! 

¡Y así es!

Arcángel Metatrón a través de James Tyberonn