jueves, 24 de noviembre de 2022

ENERGÍAS MASCULINA Y FEMENINA.

 Amados amigos, amados hombres y mujeres:


Yo Soy María Magdalena. Soy vuestra hermana y vuestra amiga. Conozco vuestro viaje, pues yo también he sido humana y sé lo que es pasar por la profundidad de las emociones humanas.


Estáis llenos de valentía y me gustaría que os honrarais a vosotros mismos. Todos tenéis en vuestro interior una profunda sabiduría; todos sois almas viejas. Consentisteis dar el salto a la realidad material para volver de nuevo a la Tierra, sabiendo que hacerlo ocultaría vuestro conocimiento, vuestra sabiduría.


Cuando regresáis a la Tierra, venís de un reino de Paz y Luz, pero en todos vosotros todavía hay problemas sin resolver que surgieron en vidas anteriores. Por eso, cuando encarnáis de nuevo, como es el caso actual, aceptáis volver a esforzaros en resolver aquellos conflictos.


En vuestra alma hay un profundo anhelo de sanaros y de llegar a ser completos. Y al hacerlo, también contribuís al crecimiento de la Humanidad, mientras estáis en la Tierra. Sanarse a uno mismo y compartir vuestra energía con el mundo, no son cosas separadas. Vuestra alma está haciendo la transición a una conciencia basada en el corazón y dejando atrás una conciencia basada en el ego, y a eso es también hacia donde se dirige la Humanidad en general. Una Nueva Tierra está emergiendo y vosotros sois sus constructores y creadores. Sanándoos a vosotros mismos a nivel interno, es como mejor contribuís al nacimiento del Nuevo Mundo.


Algunos dudáis de vosotros mismos y pensáis que no habéis logrado mucho en la vida. Pero esta vida que estáis viviendo ahora no se fundamenta en conseguir logros mundanos, si no en convertiros en los maestros de vuestra propia energía; se trata de reconocer verdaderamente que sois un alma, un ser divino, esa chispa de Luz que existía ya al principio de la Creación; y se trata de reconocer esa Luz como propia.


Venís de un pasado y una tradición donde esa chispa de Luz se ha sofocado y reprimido. Y una de las formas en las cuales vuestra Luz se reprimió fue a través de la lucha que surgió entre hombres y mujeres. Vuestro espíritu es libre y puede bailar con cualquier energía que quiera; todos habéis vivido vidas tanto femeninas como masculinas. Pero, en vuestra tradición y sociedad, los papeles de hombre y mujer fueron definidos y reducidos.


Las mujeres se vieron obligadas a negar su verdadero poder, creatividad e independencia. Durante mucho tiempo se creyó que las mujeres eran inferiores a los hombres y que no tenían la capacidad de pensar y razonar con claridad. Actualmente, muchas de esas cosas han cambiado, pero no tendríais que subestimar las huellas que esa tradición ha dejado en la psique femenina.


Por otro lado y desde una edad temprana, los niños fueron desanimados a mostrar sus sentimientos y a ser vulnerables. Se les enseñó a reprimir su energía femenina intuitiva, porque tenían que ser fuertes y hacerse con el control. Y de esa manera, se creó una polaridad artificial entre hombres y mujeres, haciendo que pareciera que venían de planetas diferentes, como dice un famoso libro, aunque en realidad haya supuesto una verdadera tragedia.


Nadie puede vivir únicamente de la energía masculina o femenina. La verdadera alegría de una relación romántica está en el encuentro de dos almas. Y en esa reunión, también interpretas el papel de hombre y mujer. Pero ese reparto de papeles es mucho más diverso y único que los simples roles que se les permitieron asumir a hombres y mujeres en el pasado.


Otro efecto trágico de todo ello es que muchos de vosotros anheláis una pareja perfecta. A menudo negáis vuestra propia energía femenina o masculina y la buscáis en el sexo opuesto. Y si os enamoráis de alguien de esa manera, esperando que él o ella os complete, eso desembocará en una decepción, ya que nadie más puede completaros; solo vosotros podéis hacerlo.


Quizá haya una gran atracción en la idea de «la media naranja perfecta», pero también puede ser una enorme trampa. Lo que realmente anheláis es volver a ser uno con vuestra alma: convertiros en uno con el espíritu libre e independiente que realmente sois. Y cuando entráis en una relación desde el nivel de vuestra alma, sintiéndoos completos dentro de vosotros mismos, entonces esa relación puede ser verdaderamente abundante, sin llenar vacíos dentro de vosotros, sino añadiendo amor, alegría y armonía a una vida que ya es plena de por sí.


Ahora os pido que conectéis con vuestra alma de la siguiente manera:


Si eres mujer, imagina que tu energía masculina viene hacia ti. Si eres hombre, imagina que tu energía femenina penetra en tu campo energético. Puedes llegar a ver a un hombre o a una mujer real, elegantemente vestidos y muy hermosos. Imagina lo que quieras. Si tienes imágenes de una pareja perfecta, puedes evocar esa imagen en estos momentos.


Ahora imagina que él o ella está ahí para ti y mírale a los ojos. Extiende tus manos para recibir a esa otra persona y pregúntate: «¿Qué parte de mi cuerpo necesita más la energía de este ser?» Si eres hombre, fíjate en cómo esa energía femenina potencia tus sentimientos y, si puedes, permite que entre en tu corazón. Si eres mujer, pídele a la energía masculina que te apoye en la zona de tu abdomen y chakras inferiores y siente cómo la energía masculina te ofrece una sensación de espacio y libertad dentro de tu campo energético.


Si dejas que las energías masculinas y femeninas se fusionen dentro de ti, seguirás siendo un ser sexual. Te sentirás atraído por una pareja, pero el intercambio de energía será diferente. Asumirás toda la responsabilidad de ti mismo en una relación y eso aportará alegría y libertad a la relación. Entonces no esperarás que la otra persona te complete, porque  tú ya eres completo en ti mismo.


Si nos fijamos en la transición y la transformación general de la conciencia en la Tierra, podremos observar que tiene mucho que ver con el modo en que las energías masculina y femenina se relacionan entre sí. A medida que completéis vuestro viaje interior y encontréis la unión sagrada entre las dos energías, os iréis convirtiendo en unos habitantes de la Nueva Tierra. Tendréis un pie en el mundo humano, siendo hombre o mujer, padre o madre, hija o hijo, desempeñando diferentes papeles según quienes seáis, mientras que el otro pie estará firmemente apostado en el reino de vuestra alma, que también es el reino de la libertad. Y así será como realmente canalizaréis y uniréis el reino del Alma con el reino de la Tierra.


Finalmente, os pido que simplemente sintáis a vuestro alrededor la energía de vuestro verdadero ser, de vuestra alma. Estáis a salvo; estáis siendo sostenidos y mecidos en brazos divinos; sois niños del universo. Estáis ahí para explorar y vivir libremente. No os avergoncéis; no os sintáis culpables. ¡Sed libres!


¡Muchas gracias!

MARÍA MAGDALENA

 

Canalizado por Pamela Kribbe

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