LOS CUERPOS SUTILES
El cuerpo del ser humano, además del cuerpo físico, consta de siete capas o de los 7 cuerpos sutiles, más difícilmente perceptibles. Este conjunto conforma la llamada aura o campo energético. Cada cuerpo está relacionado con uno de los siete centros energéticos o chakras principales y tiene unas funciones propias. Pero todos ellos se interpenetran, e incluso lo hacen con el cuerpo físico, de modo que lo que suceda en cualquiera de los cuerpos influirá directamente en los demás.
Estos cuerpos tienen colores, variables en función del contenido del cuerpo en cuestión. Cada cuerpo vibra a una frecuencia más elevada que el que le subyace, de manera que la energía se va densificando en el paso del séptimo cuerpo sutil al cuerpo físico, a través de los otros seis cuerpos sutiles. Los tres primeros cuerpos hacen referencia al plano terrenal, mientras que los tres últimos lo hacen al espiritual, actuando el cuarto como la unión entre ambos.
Cuerpo físico o material:
Es también llamado “yo inferior”, funciona en la tercera dimensión, en el plano material denso; es el punto de anclaje del hijo de DIOS, el hombre la materia física; por medio del ejecutamos nuestros actos físicos y nos movemos durante cada existencia en el plano material.
Este cuerpo es que lleva la peor parte de la vida, ya que es a través de él como se manifiesta todo lo existente en los seis cuerpos no visibles a nuestros ojos físicos.
Por su conducto sentimos alegría, sufrimientos materiales etc. Está destinado a convertirse en el templo donde mora la chispa divina y por la cual se dice:
Que el hombre esta creado a imagen y semejanza del Padre.
El cuerpo físico está conformado por el elemento tierra; está representado por el dedo anular; está relacionado con el sentido del olfato; y su color es el amarillo; su polaridad es positiva en el hombre y negativa en la mujer.
Cuerpo Etéreo o doble etérico:
Otro de Los 7 cuerpos sutiles es el etéreo, también conocido como cuerpo vital, y el hinduismo nos dice que es el vehículo del Prana; también se le llama el aura de la salud. Es un molde exacto del cuerpo físico, el cual se une con el cuerpo emocional. Tiene el tamaño del cuerpo físico y sobresale solo dos centímetros de nuestra piel, aunque su tamaño puede variar según la salud que tengamos. Aquí, es donde se encuentran los chakras. Su función principal es transmitir al cuerpo físico la energía de vida y protegerlo de los cambios emocionales del cuerpo emocional.
No puede dejar el plano físico porque es parte del cuerpo físico, y si llegase a separarse lo primero que sucede es que se desfasan los chakras, los cuales son los encargados de transmitir la energía de vida, y por ende perjudican la salud; en casos extremos, su desfase, podría llegar a producir la muerte. Por lo tanto, cualquier daño en el etérico aparece en el cuerpo físico. Es importante entonces, comprender que las enfermedades se manifiestan primero en el etérico y después en el físico. Ya sabes, si quieres sanar el cuerpo físico es necesario sanar primero el cuerpo etérico. Está formado por el elemento fuego.
Cuerpo Emocional, Astral o de Deseos:
Este cuerpo comanda muchos procesos de nuestra vida orgánica. Es el vehículo que se encarga de transmitir las emociones, deseos y pasiones más profundas que nos acompañan, y aquellas que se van desarrollando en nuestra actual reencarnación.
Este cuerpo se entrelaza con nuestro campo energético y constantemente está sujeto a diferentes cambios, dependiendo del estado de nuestra consciencia y el yugo de nuestra mente. Prácticamente, es la prolongación del cuerpo físico tridimensional, esto significa que une este plano físico con el etéreo.
Cuerpo Mental:
También conocido como cuerpo pensante o cuerpo mental inferior. Funciona en cuarta dimensión y está ligado a nuestros cuerpos físicos y etérico. Su función es hacernos pensar y contiene todos los conocimientos, opiniones y conceptos extraídos de toda fuente de información.
Nunca se cansa, por ello siempre estamos pensando, pero debemos aprender a controlarlo para que cumpla con su verdadera misión: la de ser un depósito de ciertas verdades que pueda necesitar la chispa divina para expandir el conocimiento de la verdad en el mundo de la forma.
Se diferencia en su manera de archivar todas nuestras experiencias y las ajenas, mientras el eterico solo almacena experiencias personales. Se encuentra envolviendo nuestro cuerpo eterico. El cuerpo mental está conformado por el elemento aire, está representado por el dedo meñique, está relacionado con el sentido del tacto, con el estado gaseoso de la materia y con el color azul, su polaridad es negativa en el hombre y positiva en la mujer.
Este cuerpo ha sido mal utilizado por el hombre a lo largo de sus experiencias en el mundo de las formas, por su intermedio el hombre ha generado una serie de formas de pensamientos de baja vibración, de duda, de celos y de condenación hacia sí mismo y hacia los demás.
Tres cuerpos superiores
Cuerpo Causal, Mente Superior o Abstracta:
Llamado también cuerpo espiritual. Es el Yo Superior o Ángel Solar, nuestro verdadero Ángel Guardián. Es el Espíritu Santo. Es la parte femenina (Binah), de la Triada Superior, del Árbol de la Vida. Recoge todas las cosas positivas que hemos hecho en cada existencia. Es el encargado de proveer todo lo que pidamos al Creador. Es la parte divina que hay en nosotros y que es inmortal. Permanece intacto entre cada encarnación. Aquí está grabado todo lo que hemos vivido en esta vida y vidas pasadas. Se le representa con el color rosa.
Cuerpo Búdico o Crístico:
se nutre de las aspiraciones elevadas y amorosas: ternura y compasión para toda la humanidad. Es la parte masculina (Jojmá), de la Triada Superior, del Árbol de la Vida. Es la intuición en el hombre. Es el Hijo. Radica en nuestro corazón y se manifiesta a través de la Llama Triple. Si se le permite libertad de acción puede actuar como un Director Divino. Se le representa con el color amarillo o dorado.
Cuerpo Átmico o Atma:
Es la poderosa y mágica presencia Yo Soy. Aquí radica el Espíritu, la parte más sutil de la naturaleza humana. Pertenece a Keter, de la Triada Superior, del Árbol de la Vida. Desde aquí se irradia el verdadero ser que envuelve en el Cuerpo Crístico. Es el Padre. Nuestra Presencia Divina es la perfección de Dios en nosotros. Es el Yo Supremo Espíritu Divino. Es la presencia de Dios en nosotros. Se representa con el color azul.
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