LOS SIETE CUERPOS (Parte I)
¿QUÉ? Conocer, experimentar y desarrollar los siete cuerpos.
¿CÓMO? A través de la meditación, la auto observación y las prácticas específicas. ¿PARA QUÉ? Para vivir conscientemente con profundidad y trascendencia.
INTRODUCCIÓN:
El hombre no es un cuerpo físico dotado de un alma, sino un alma que se encuentra en la materia a fin de sacar provecho de sus experiencias y de retornar a la Fuente Suprema.
Naciste con alas, ¿Para qué prefieres gatear y arrastrarte por la vida? Somos infinitos y eternos en cuerpos temporales.
Tienes que crecer desde dentro hacia fuera, nadie puede enseñarte, nadie puede hacerte espiritual, no hay otro maestro, sino tu propio Real Ser Esencial.
Cuando observo mi primer cuerpo desde fuera de él, soy sólo un animal con la posibilidad de transformarme en ser humano. La única diferencia es que yo puedo llegar a ser humano y el animal no. Al menos en lo que a este punto respecta, ambos nos encontramos por debajo de la humanidad; somos subhumanos. Sin embargo, yo tengo la posibilidad de ir más allá. Y, a partir del segundo cuerpo, ocurre el florecimiento del ser humano.
En verdad, ningún ser humano común y corriente tiene derecho a ser llamado ser humano, en el pleno sentido de la palabra, hasta que sus cuatro cuerpos internos (físico, astral, mental y causal) se hayan desarrollado totalmente. De Humanoides pasamos a Humanos. Por eso, el Hombre/Mujer verdadero/a posee numerosas cualidades que el ser humano ordinario no tiene. Todas las religiones, todas las antiguas enseñanzas aportan la idea para el desarrollo pleno de los cuerpos internos, y todas indican prácticas que llevan a la adquisición y el desarrollo de estos cuerpos embrionarios.
Los siete cuerpos del ser humano, para su estudio los dividimos en dos grupos: cuatro cuerpos inferiores y tres cuerpos superiores. Estudiemos los cuatro cuerpos inferiores del ser humano: Primero el Cuerpo Físico con su contraparte superior el Cuerpo Etérico, segundo el Cuerpo Astral, tercero el Cuerpo Mental y cuarto el Cuerpo Causal.
En sí, las palabras no tienen significado alguno. Sólo las experiencias lo tienen. Sólo una experiencia directa respecto a estos siete cuerpos tendrá significado para ti. Para ayudarte, existen diferentes métodos, prácticas, claves a utilizar en cada plano. El desarrollo de cada uno de estos cuerpos nos hace ciudadanos conscientes para movernos a voluntad en cada una de estas dimensiones superiores de conciencia.
La auténtica educación es educarse para desarrollar la conciencia alerta y despierta.
DESARROLLO:
Como resultado de la investigación de muchos sabios de épocas pasadas y a la vez de las búsquedas realizadas según métodos muy excepcionales, la individualidad integral de todo ser humano – conforme a las leyes superiores, así como a las condiciones del proceso de vida de los hombres que se han establecido en la Tierra desde el comienzo, debe consistir absolutamente de siete cuerpos distintos bien determinados.
No solamente el gnosticismo habla sobre los distintos cuerpos del ser humano, sino que toda creencia religiosa del mundo hace alusión a la existencia de varios cuerpos, o tiene el conocimiento, aunque sea teórico y exotérico, mencionan, por ejemplo, cuerpo, alma y espíritu; otros hablan de cuerpo, mente y espíritu, etc.
Necesitamos saber y verificar que no solo somos este cuerpo físico de carne y hueso, poseemos otros cuerpos en forma embrionaria (cuerpos lunares, vagos, vaporosos, fantasmales, semillas) que penetran y compenetran el cuerpo físico sin confundirse. Cada uno pertenece a una dimensión distinta.
Para su estudio vamos a dividirlos en dos grupos: los cuatro cuerpos inferiores, más densos, o de pecado, como le llamaban los cristianos primitivos, porque en ellos se manifiesta y expresa el ego: primero el cuerpo físico y su contraparte superior el cuerpo etérico, segundo el cuerpo astral, tercero el cuerpo mental y cuarto el cuerpo causal; y luego los tres cuerpos superiores: conciencia, alma y espíritu, donde solo se expresa nuestro Ser esencial.
Cuatro cuerpos inferiores
Tres cuerpos superiores
- CUERPO FISICO- HUMANO- PLANETARIO-SAMSARA.
El cuerpo físico en sí mismo está formado por sistemas, los sistemas están formados por órganos y cada órgano está formado por tejidos, los tejidos por células, a su vez cada célula está compuesta por moléculas y cada molécula por átomos. Si fraccionamos cualquier átomo generamos energía. Los átomos en sí mismo se componen de iones que giran alrededor de los electrones, protones y neutrones. Todo eso lo sabe la física nuclear.
En última instancia el cuerpo físico se resume en distintos tipos y subtipos de energía, eso es interesantísimo. El mismo pensamiento humano es energía; del cerebro salen determinadas ondas que pueden ser registradas. Ya sabemos que los científicos miden las ondas mentales con aparatos muy sensibles que las catalogan en microvoltios.
Así pues, en última instancia nuestro organismo se resume a distintos tipos y subtipos de energía. La llamada materia no es más que energía condensada.
Templo del Dios vivo.
Para la reproducción de la especie humana sólo se necesitan un espermatozoide y un óvulo. Eso es todo. No vemos científicamente por qué motivo el ser humano goce derramando quinientos millones de espermatozoides cuando realmente sólo necesita uno solo.
El huevo es grande y redondo, posee núcleo propio con un protoplasma grueso que tiene aspecto de yema.
El espermatozoide es distinto, el espermatozoide resulta ser largo y delgado, tiene un cuerpo puntiagudo y oval donde se halla el núcleo fundamental. El espermatozoide tiene una cola larga como el pez.
El movimiento del huevo femenino entre las aguas de la vida es lento, aguarda paciente que el espermatozoide del varón lo busque. El espermatozoide del varón impulsándose con su cola de pez, entre las aguas del caos sexual. Navega muy lejos en busca del huevo que le espera.
Los biólogos no saben con toda exactitud científica cuál es esa causa causorum que une el espermatozoide al huevo. Ese es un enigma para la ciencia. Se lanzan hipótesis como en todo, opiniones más o menos científicas, se cree que el protoplasma del huevo posea una gran atracción química por el del esperma, etc. Todas esas son hipótesis, pero nada más que eso: ¡Hipótesis! Aún en el supuesto de que esa hipótesis fuera cierta, tan poco resolvería el enigma. No podríamos lógicamente admitir que una operación química se haga sola, sin un principio consciente directriz. Del protoplasma del huevo pasaríamos al energetismo del huevo. La lógica nos invita a aceptar la energía como campo magnético de atracción para el huevo. La lógica nos invita a aceptar la electricidad como fuerza dinámica impulsando el espermatozoide hasta el huevo. En última síntesis el átomo es un exponente de energías. Las fuerzas electromagnéticas de todo protoplasma son una tremenda realidad. Todo irradia. Admitimos la mecánica de los fenómenos, pero necesitamos una explicación noumenal de las leyes que regulan dicha mecánica.
Realmente la conciencia cósmica resulta ser la inteligencia primaria que establece la unión del espermatozoide con el óvulo. No podríamos aceptar un fenómeno inteligente, sin una causa también inteligente. Hechos son hechos y tenemos que rendirnos ante los hechos.
Los gnósticos hablan del Tercer Logos. La ciencia debe saber que el Tercer Logos es precisamente la inteligencia primaria. El Tercer Logos no es un individúo. El Tercer Logos de los gnósticos es la inteligencia primaria de la naturaleza. La tercera fuerza primaria.
La energía creadora del Tercer Logos es la inteligencia primaria de la naturaleza que une el espermatozoide al óvulo. La energía creadora del Tercer Logos se bipolariza en positiva y negativa.
El espermatozoide es el exponente de las fuerzas positivas del Tercer Logos. El óvulo es el exponente de las fuerzas negativas del Tercer Logos. Ambos polos de la energía se unen para crear. Ley es ley
Cuando el espermatozoide entra en el huevo, pasa por la decapitación de Juan Bautista.
La semejanza de los animales en la etapa embrionaria, incluyendo al ser humano, es exhibida por los materialistas Darwinistas para probar que los seres superiores y más complejos han surgido por evolución y transformación de las especies, de los seres inferiores y más simples.
Nosotros los Gnósticos consideramos que las semejanzas de los animales incluyendo al hombre en la etapa embrionaria, demuestra hasta la saciedad, dos cosas: la unidad de la vida y una simiente
original. En el caos la simiente de todo lo que existe duerme como simiente original dentro de los átomos seminales de la gran vida universal.
La energía creadora del Tercer Logos hace fecundas las aguas de la vida, (el semen universal) y brotan los gérmenes de toda existencia.
Cada especie tiene un prototipo universal en el caos original. En el famoso blastodermo existen tres capas de células absolutamente diferentes. La primera es la interna, la segunda es la media, la tercera es la externa.
El zoospermo unido con el óvulo, se multiplica por división celular, y crea esa comunidad celular llamada blastodermo. El estado gelatinoso del zoospermo y del óvulo demuestran que en el principio del universo la vida era sutil, fluídica, gelatinosa, y más tarde grosera, dura. Nos acordamos de la gran tortuga adorada por los indios Mayas. Primero es sutil, gelatinosa y luego aparece su dura concha llena de constelaciones y de mundos. Tal como es arriba es abajo...
Afortunadamente ya los hombres de ciencia descubrieron mundos en estado protoplasmático.
El zoospermo y el óvulo deben pasar de un proceso de evolución y desarrollo antes de ser convertido en un nuevo vehículo del alma humana. Las causas internas de la maduración del huevo-esperma son muy desconocidas por la biología.
Las causas íntimas de la maduración de un universo en estado protoplasmático son un enigma para la astronomía y para la astrofísica. Muy interesante es que los hombres de ciencia resolvieran el enigma aquel de los cromosomas. ¿Por qué el huevo solo tiene 46 cromosomas? ¿Por qué el zoospermo tiene también 46 cromosomas? ¡Enigmas! ¡Enigmas! ¡Enigmas!
¿Por qué motivo íntimo, el zoospermo y el óvulo pierden durante la maduración exactamente la misma cantidad matemática de 23 cromosomas cada uno? ¿Quién es ese que se toma la molestia de hacer un cálculo matemático tan perfecto?
¿Por qué causa cuando se unen el zoospermo y el óvulo después de la maduración, vuelven juntos a tener la misma cantidad original de los 46 cromosomas?
En esto existen dos operaciones. matemáticas: resta y suma. El capital básico es 46. (46 cromosomas del cuerpo físico más 2 del cuerpo etérico igual 48 cromosomas en total) ¿Podrían existir operaciones matemáticas sin una inteligencia matemática? Esto está demostrando por simple inducción lógica, la realidad de la Inteligencia Primaria de la Naturaleza, la cual llamarnos los gnósticos, Tercer Logos.
Después que el óvulo ha sido fecundado por el espermatozoide se gesta el útero durante nueve meses. La célula del huevo y del esperma tiene dos núcleos, el del esperma y del óvulo. Estos dos núcleos se unen sabiamente. El protoplasma de los dos núcleos se mezcla. Dentro de la célula huevo-esperma, existe una esfera de atracción. La gran esfera de atracción también se bipolariza obedeciendo a la inteligencia primaria. Cada una de las dos polaridades de esa esfera de atracción tira del núcleo y lo estira, convirtiéndolo de bola en Huso. En el centro del huso nuclear se encuentran revueltos los cromosomas y los genes. Los genes están dentro de los mismos cromosomas. Los genes nos dan la herencia del padre y de la madre.
Empero no todo lo que el ser humano recibe es hereditario. De familias virtuosas han nacido terribles asesinos. De familias mediocres han nacido grandes genios.
Si un clarividente examina el espermatozoide que ya maduro se dirige hacia el óvulo, puede ver en el vértice superior del espermatozoide un átomo importantísimo. El átomo simiente. Ese átomo es un trío de materia, energía y conciencia. De ese átomo sale un hilo muy fino que está unido a cierta suma de valores energéticos de la naturaleza. Esos valores son el Ser, el alma.
Nosotros somos puntos en el espacio que accedemos a servir de vehículos a determinadas sumas de valores de la naturaleza. La muerte es una resta de quebrados. Hecha la resta, quedan los "valores".
Los valores de la naturaleza son electro-magnéticos. Los valores reemplazan el cuerpo físico ya muerto, mediante nuevos procesos biológicos, cuyos pasos sigue cuidadosamente la biología. Esta es la ley de la reencarnación. Ley es ley. La ley se cumple.
Dentro de los átomos físicos del óvulo-esperma hay energía. Esa energía está organizada. Esa organización enérgica es la Mumia. Dentro de cada átomo de la Mumia están los átomos del cuerpo astral. Dentro del cuerpo astral están los valores de conciencia de la naturaleza. (Conocemos la constitución séptuple de la Teosofía, pero estamos sintetizando).
La Esencia o germen de alma queda conectada al ovulo fecundado desde el mismo momento de la concepción. La Esencia o germen de alma, entra al cuerpo físico en el momento de nacer al dar su primer aliento ya en el mundo físico, fuera del vientre materno.
No estamos sentando dogmas. Estamos analizando y la ciencia ya pudo materializar el cuerpo astral en algunos laboratorios. Hechos son hechos y tenemos que rendirnos ante los hechos.
Las virtudes y defectos de cada hombre dependen de la calidad de los valores que en él reencarnen. Por la época del dominio moro en España, existió un santón moro que estudiaba el Corán. Ese santón estuvo en España durante la ocupación de los moros. Leía el Corán y estudiaba la Biblia. El resultado fue que ese conocimiento se le indigestó y se llenó de escepticismo.
Ese hombre murió lleno de dudas. Los valores de ese hombre se reencarnaron en un hombre que se llamó Voltaire. Cualquier hombre puede desarrollar la clarividencia y ver los valores de conciencia evolucionando a través del tiempo y del espacio.
El cuerpo físico se compone de los siguientes sistemas:
1. Sistema Óseo
2. Sistema Muscular
3. Sistema Circulatorio o sanguíneo
4. Sistema Endocrino
5. Sistema Nervioso
6. Sistema Respiratorio
7. Sistema Digestivo
8. Sistema Linfático
9. Sistema Reproductor
10. Sistema Inmunológico
El cuerpo físico pertenece a la tercera dimensión y está regido por 48 leyes universales, siendo la más fuerte la ley de gravedad.
La salud, vitalidad, vigor, belleza, inteligencia, talentos, longevidad, familia, herencia, etc., del cuerpo físico son determinados por la ley de karma y darma de existencias anteriores; y estos capitales de vida son depositados en los tres cerebros (intelectual, motriz y emocional).
El cuerpo físico renueva todas sus células cada siete años.
Los cristianos primitivos le llaman: Primer cuerpo de pecado por su origen (carne que viene de Adán) y por ser el vehículo de nuestras acciones en el mal y por el mal (manifestación del ego).
Debemos comprender que el cuerpo físico tridimensional existe para nosotros, no nosotros para el cuerpo, el cuerpo es nuestro para usarlo, no somos nosotros de él para que nos use. El cuerpo es un instrumento que debe ser refinado, mejorado, educado, modelado de tal modo y hecho de tales constituyentes que sea en el plano físico el medio más adecuado para los fines superiores y trascendentales del ser humano. Recuerda: ¿Quién mira a través de tus ojos?
En un sentido, el cuerpo físico es una especie de escuela modelo o laboratorio de experimentación para enseñarnos a trabajar correctamente en los otros cuerpos superiores internos, conozcamos o no su existencia. Contamos con la memoria celular.
El cuerpo físico no miente. Es muy confiable. Si nos percatamos de nuestras sensaciones corporales estas nos guían e indican lo que estamos necesitando física y psicológicamente. Desarrollemos primero la conciencia corporal.
Percatémonos de lo que está necesitando nuestro cuerpo físico continuamente.
Agudizando los cinco sentidos físicos, percibiendo las sensaciones corporales y respirando profundo, esto nos ayuda a despertar conciencia en el aquí y ahora, de momento en momento.
Seamos apreciativos y agradecidos de nuestro cuerpo físico. Aprendamos a vivir más relajados físicamente a través de anclarnos en la respiración natural y normal. No necesitamos vivir tensionados, contraídos, contracturado, con posturas incomodas, forzadas y sin respirar bien.
Comienza con el cuerpo físico. Luego, todas las demás etapas se abrirán para ti. Apenas comiences a trabajar con el primer cuerpo, tendrás destellos del segundo. Así es que hay que comenzar con el físico. Toma conciencia de él en todo momento y no sólo en su aspecto exterior. También puedes tomar conciencia de él desde su interior. Puedo tomar conciencia de mi mano tal como la veo desde fuera, pero también tengo una sensación interna de ella. Cuando cierro los ojos no veo mi mano, pero aún está presente una sensación interna de que algo está ahí. Así, no tomen conciencia de su cuerpo como si lo vieran desde afuera. Esto no podrá llevarlos adentro. Mientras que la sensación interna es bien diferente.
Cuando sientas el cuerpo desde adentro, sabrás por primera vez lo que es estar dentro del cuerpo. Cuando te limitas a verlo desde afuera, no puedes conocer sus secretos. Conoces sólo los límites externos, el aspecto que tu cuerpo ofrece a los demás. Si lo veo de esa forma, lo veo como lo ven los demás, pero no he sabido cómo es para mí. Puedes ver mi mano desde afuera, y yo también. Esto es objetivo. Puedes compartir tu conocimiento de esto conmigo. Sin embargo, mi mano, mirada de esa forma, no es conocida desde el interior. Se ha transformado en propiedad pública. Puedes conocerla tan bien como yo mismo.
Sólo en el momento en que la veo desde adentro llega a ser mía en una forma que no se puede compartir. No puedes conocerla; no puedes saber cómo la siento desde adentro. Solamente yo puedo saberlo. El cuerpo que conocemos no es nuestro cuerpo. Es el cuerpo que todo el mundo conoce en forma objetiva, el cuerpo que un médico puede conocer en un laboratorio. No es el cuerpo que es. Sólo un conocimiento privado y personal puede llevarte a tu interior; el conocimiento público no puede hacerlo. Por esto la fisiología y la psicología, que son observaciones desde el exterior, no han conducido a un conocimiento de nuestros cuerpos internos. Sólo saben acerca del cuerpo físico.
Han surgido tantas disyuntivas debido a esto. Alguien puede sentirse hermoso desde su interior, pero podemos obligarlo a creer que es feo. Si todos nos hemos puesto de acuerdo en eso, él también tendrá que estar de acuerdo. Sin embargo, nadie se siente feo en su interior. La sensación interna es siempre de hermosura. Este sentimiento exterior no es, en realidad, sentimiento alguno. Es sólo una moda, un criterio impuesto desde afuera. Una persona que es hermosa dentro de una sociedad determinada puede ser fea dentro de otra; una persona que es hermosa en un período determinado de la historia puede no serlo en otra época. Sin embargo, el sentimiento más íntimo siempre se refiere a belleza; así, si no hubiese un criterio exterior, la fealdad no existiría. Tenemos una imagen fija de la belleza: la que todo el mundo comparte. Por esto existe la fealdad y la belleza; de otro modo, estos conceptos no existirían. Si todos quedáramos ciegos, nadie sería feo. Todos serian hermosos.
Así, la primera etapa consiste en sentir el cuerpo desde adentro. Desde adentro, sentirán al cuerpo diferente en diferentes situaciones. Cuando te encuentras enamorado, experimentas una sensación interna específica; cuando experimentas odio, sentimiento interno es diferente. Si le preguntas a Buda, te responderá "El amor es belleza", porque su sentimiento interno le dice que cuando él ama, se vuelve hermoso. Cuando hay odio, ira, celos, algo ocurre internamente que te hace sentirte feo. Así es que te sentirás diferente en diferentes situaciones, en diferentes momentos, en diferentes estados mentales.
Cuando te sientes holgazán, tendrás una sensación distinta que cuando te sientes activo. Cuando te sientes soñoliento, hay una diferencia. Estas diferencias deben ser distinguidas cuidadosamente. Sólo entonces podrás familiarizarte con la vida interna de tu cuerpo. Entonces, conoces la historia interna, la geografía interna de ti mismo en la niñez, en la juventud, en la vejez.
Apenas tomas conciencia totalmente del cuerpo desde adentro, surge automáticamente a la vista el segundo cuerpo. Este segundo cuerpo, será ahora conocido desde el exterior. Si conoces el primer cuerpo desde adentro, tomarás conciencia del segundo cuerpo desde el exterior. Desde afuera del primer cuerpo, nunca puedes conocer el segundo; pero desde su interior podrás ver el exterior del segundo cuerpo. Todos los cuerpos tienen dos dimensiones: la externa y la interna. Del mismo modo como una pared tiene dos lados -una cara mira hacia fuera y la otra hacia adentro- todos los cuerpos tienen un límite, una muralla. Cuando llegas a conocer al primer cuerpo desde adentro, tomas conciencia del segundo desde afuera.
- CUERPO ETERICO - VITAL.
El cuerpo físico tiene un fondo vital orgánico: La condensación bio-thermo-electro-magnética. Cada átomo del cuerpo vital penetra dentro de cada átomo del cuerpo físico, y lo hace vibrar y centellear. Es realmente una especie de doble orgánico, si por ejemplo un brazo de ese doble vital se sale del brazo físico, sentimos que el brazo se nos duerme, pero al volver ese brazo etérico a entrar dentro del brazo físico, al penetrar cada átomo del cuerpo vital dentro de cada átomo del cuerpo físico, se produce una vibración, la vibración esa que siente uno cuando se le duerme el brazo y quiere uno despertarlo; una especie de hormigueo, por así decirlo.
Pues bien, si se le sacara definitivamente el cuerpo vital a una persona y no se le volviese a traer moriría. Así que resulta interesante esto del cuerpo vital.
Sin embargo, tal cuerpo no es más que la sección superior del cuerpo físico, es dijéramos la parte tetradimensional del cuerpo físico. Pertenece a la cuarta dimensión. Los vedantinos consideran al cuerpo físico y al cuerpo vital como un todo, como una unidad. Todo ser vivo posee este cuerpo etérico (animales, plantas, minerales).
El cuerpo vital tiene más realidad que el cuerpo físico, pues es el mismo durante toda la vida, no cambia; mientras que el cuerpo físico renueva todas sus células cada siete años.
Es de color azul-humo, azul-llama; sobrepasa en una pulgada de espesor fuera del cuerpo físico, en una persona sana y de menor intensidad en un enfermo.
Se alimenta de sol, aire puro, agua, ejercicio, naturaleza, dormir a sus horas y un correcto respirar.
Se debilita con los vicios de alcohol, tabaco, trasnochadas, encierro, confinamiento y por las explosiones energéticas causadas por el ego; baja de intensidad inmediatamente después de comer y después de un acto sexual. Cuando el cuerpo vital se debilita, viene la enfermedad del cuerpo físico.
Los torbellinos o remolinos energéticos del cuerpo vital coinciden con los clásicos puntos de la antigua acupuntura.
El cuerpo etérico es el puente que une el cuerpo astral con el cuerpo físico, por medio del cual se comunican las más sutiles energías y mandatos del hombre espiritual a los delicados centros nerviosos del cuerpo físico. Especialmente la función instintiva.
Otra de las funciones importantes del cuerpo etérico, es absorber prana, la fuerza vital que emana del sol o vitalidad y la distribuye al físico, de manera que está íntimamente relacionado con la salud física y contiene centros de fuerza propios llamados plexos, cada uno de los cuales tiene una función determinada. Así mismo, otra función importante es que recarga al cuerpo físico durante las horas de descanso, mientras duerme y en ausencia de los otros cuerpos internos y del ego.
Se divide verticalmente en dos hemisferios: Derecho-positivo e izquierdo-negativo. Se puede comprobar, colocándose de pie bajo el sol; extendiendo los dos brazos en cruz y con la palma de la mano derecha hacia arriba y la izquierda con la palma hacia abajo. Se notará que la derecha se calienta y la izquierda se enfría.
Así mismo, encontramos personas magnéticas y otras magnetizadoras. El magnetismo animal, como le llamó Franz Antón Mesmer, se comunica por los ojos (la mirada), el soplo (el beso) y las yemas de los dedos de las manos (pases magnéticos).
El cuerpo etérico está compuesto de cuatro éteres: Éter químico (todos los procesos bioquímicos orgánicos), éter de vida (procesos de reproducción), éter luminoso (funciones de la voluntad y la imaginación) y éter reflector (percepciones sensoriales y extrasensoriales). Cada uno tiene sus funciones particulares.
Las enfermedades que se originan en el cuerpo vital no duelen, no producen dolor, ejemplos: Diabetes, colesterol alto, triglicéridos, etc.
El asiento del cuerpo etérico está en el bazo del cuerpo físico; en el bazo los glóbulos blancos se transforman en glóbulos rojos.
El cuerpo físico y el cuerpo etérico, ambos se destruyen en el proceso de la desencarnación o muerte física.
- CUERPO ASTRAL-EMOCIONAL.
Este cuerpo tiene su propia anatomía y fisiología. Pertenece a la quinta dimensión, el mundo astral. Está regido únicamente por 24 leyes; siendo una de las más fuertes la ley de afinidad vibratoria: Atracción y repulsión. Dejando de estar gobernado por las leyes de gravedad, cohesión, tiempo, espacio, inercia, etc. Generando toda una serie de fenómenos muy particulares.
Se llama mundo astral porque es una región luminosa que tiene luz propia, como los astros. Los colores son mucho más vividos, brillantes, luminosos, centellantes, vibrantes. La materia palpita, vibra, se mueve, gelatinosa, elástica, plástica, sin inercia.
El cuerpo astral irradia el aura luminosa de colores centellantes que se extiende alrededor del cuerpo físico tanto como abarcan nuestros dos brazos abiertos en cruz y reflejan colores que corresponden a nuestros sentimientos, emociones, pasiones, virtudes, miedos, deseos, alegrías, tristezas, apegos, etc. Ej. Amarillos-inteligencia-orgullos, violetas-espiritualidad, azules- religiosidad-mística, rojos-ira-violencia, gris-tristezas-depresión, verdes-esperanza-desesperación. Se estudia como el aura astral o aura magnética y explica muchos fenómenos, como, por ejemplo, cuando nos ponemos ciertas ropas de colores que sentimos que no nos asientan bien o no nos sentimos cómodos con esos colores, aunque la prenda nos parezca bonita en la vitrina del almacén, la explicación es que inconcientemente percibimos que no combinan con los colores de nuestra aura astral.
El cuerpo astral es el vehículo por medio del cual el ser humano expresa sus emociones, sentimientos, deseos, pasiones, alegrías, miedos, apegos; además sirve como medio de transmisión entre el cerebro físico y la mente, la cual actúa en un vehículo superior.
El astral está compuesto de materia mucho más fina y sutil que la física y vital. Su base en el cuerpo físico está en el sistema nervioso gran simpático y está muy relacionado con el plexo solar.
No todos los seres humanos son conscientes de la existencia del cuerpo astral y mucho menos son capaces de regularlo y actuar en él a plena conciencia. En la inmensa mayoría de las personas, el cuerpo astral es apenas una masa amorfa, deforme, vago y vaporoso debido a que sus movimientos y actividades no están todavía bajo el dominio del hombre real, o sea, del Real Ser Intimo.
Durante las horas de sueño del cuerpo físico, el ser humano falto de desarrollo interior vive una existencia vaga y soñolienta y al despertar en su cuerpo físico recuerda muy poco o nada de su vida durante el sueño. En cambio, la vida del hombre con un cuerpo astral solar desarrollado, mientras el físico duerme y descansa, es activa, útil, consciente y a voluntad, el recuerdo de la cual se puede traer a la memoria del cerebro físico.
Cada noche que el cuerpo físico descansa nuestra alma envuelta en los cuerpos internos y el ego, (el 3% de esencia libre envuelta en el cuerpo astral, mental, causal y el ego) es arrojada hacia la quinta dimensión, a un océano de luz astral, donde existen flotando recuerdos, deseos, premoniciones, miedos, imágenes del futuro, fragmentos del pasado y que forman nuestros sueños inconscientes, incoherentes, confusos y vagos. Nuestra psiquis atraerá, cada noche, imágenes y acciones afines a nuestro estado interior, en ese océano de luz astral.
Nuestros siete cuerpos permanecen unidos a través de cordón de plata o puente de antakarana, el cual está formado de materia astral, luminosa y de allí su nombre y como tal puede extenderse indefinidamente, pues está más allá de la ley de cohesión.
Los cristianos primitivos le llaman Judas, porque es el cuerpo de deseos. Todo deseo que no podemos realizar en el mundo físico lo hacemos realidad con este cuerpo astral lunar. Dentro de la teogonía cristiana, este cuerpo de deseos siempre traicionará a nuestro Ser Interior Profundo, siempre lo venderá por 30 monedas de plata; es decir, traicionaremos constantemente nuestros anhelos y propósitos espirituales, nos traicionamos a sí mismos por cosas mundanales y triviales, por nuestras bajas pasiones, temores, ambiciones, deseos, apegos, resentimientos, etc. (simbolizados por plata, metal lunar).
Tal como tenemos este cuerpo astral lunar, es nuestro Judas interior particular que traiciona las posibilidades diarias de encarnar a nuestro Ser Esencial. Judas no es un personaje histórico solamente, es una partícula latente dentro de nosotros mismos que debe ser comprendida y decapitada (cada uno de nuestros yoes tiene su propio deseo).
Recordemos que el cuerpo físico no actúa sin motivación, sin la emoción o el sentimiento (afecto, curiosidad, interés, motivación, anhelo, deseo, miedo, ira, venganza, etc.).
La clara comprensión de la estructura y naturaleza del cuerpo astral y las posibilidades y limitaciones del mismo, es esencial, para comprender la vida a la que pasan los seres humanos al desencarnar físicamente.
Los diversos infiernos, cielos y purgatorios que estudian gran número de religiones, se puede comprender tan pronto como se conoce la naturaleza del cuerpo y del mundo astral. Las aves y los cuerpos astrales tienen innata tendencia a surcar el espacio en busca de la luz. (Léase la obra: Juan Salvador Gaviota, Richard Bach).
El despertamiento de las facultades astrales revela un mundo nuevo; en cuanto el ser humano es capaz de entender correctamente el significado de ese mundo nuevo, alcanza una perspectiva más amplia de su propia vida y de toda la naturaleza, y se da cuenta de las posibilidades casi ilimitadas latentes en su propia naturaleza.
Respecto al modo de mejorar al cuerpo astral, asunto que a todos nos interesa, debe tenerse en cuenta que el progreso de este cuerpo depende por una parte de la purificación y desarrollo de la mente. El cuerpo astral es particularmente sensible a las impresiones del pensamiento, pues la materia astral responde más rápidamente que la física a todos los impulsos del mundo mental. Necesitamos evitar las emociones negativas, bajas, fuertes, violentas, terroríficas, aterradoras, etc.
Los sentidos internos del cuerpo astral son los siete chakras básicos.
La práctica del desdoblamiento astral consciente y a voluntad nos desarrolla conciencia de la eternidad de la vida, de la eternidad de nuestras almas, la posibilidad de estudiar a los pies de los maestros iluminados, de conocer por experiencia directa nuestras vidas pasadas, karmas y dones. La gente vive en el mundo de las pasiones animales y goza en los deseos pasionales, porque el vehículo emocional que poseemos es tan sólo un cuerpo lunar animal de deseos bestiales.
- CUERPO MENTAL.
Dentro del astral está la mente y los principios anímicos y espirituales del ser humano. La mente es un cuerpo sutil maravilloso que tiene su ultra-fisiología y ultra-patología en íntima relación con el sistema nervioso cerebro espinal y cerebro.
El pensamiento es una función del cuerpo mental. El encéfalo está gobernado por la mente, pero la mente no está gobernada por el encéfalo. El ser humano puede pensar sin cerebro físico en forma independiente de la materia cerebral. Esto ya está demostrado en los laboratorios científicos donde se logró materializar a entidades desencarnadas.
El cuerpo mental se mueve en la sexta dimensión o mundo de la mente cósmica y está regido únicamente por 12 leyes. Es necesario comprender que, a mayor número de leyes, mayor grado de mecanicidad, dolor, densidad y materialidad; a menor número de leyes, menor grado de mecanicidad y dolor, más libertad.
Este cuerpo es de color amarillo y está envuelto en una sedosa envoltura que lo protege y lo mantiene en línea con el sistema nervioso cerebro-espinal. Esta envoltura es la armadura argentada del cuerpo mental, dicha armadura está recubierta toda de ciertos “conos truncados” llamados “módulos”, los cuales vienen a ser los sentidos del cuerpo mental.
El asiento del cuerpo mental es el cerebro físico. El cerebro físico es un instrumento de la mente, pero no es la mente. Debemos distinguir entre cerebro y mente.
Las funciones del cuerpo mental son variadas, ej. Pensar, idear, imaginar, memorizar, razonar, comparar, asociar, calcular, conceptuar, analizar, deducir, inducir, etc. y además, recibir el conocimiento del propio Ser Interno en forma directa, para no depender más de los sentidos, para poder experimentar la verdad, la Gran Realidad.
El cuerpo mental se representa, en su aspecto positivo, con un cáliz; y en un aspecto negativo y sin desarrollo este cuerpo se representa con un borrico, por ser obsesivo, necio, testarudo, compulsivo, impredecible y terco. Recordemos el pasaje bíblico del Maestro Jesús el Cristo entrando triunfante en Jerusalén, el domingo de ramos, sentado sobre un borrico.
Cuando un ser humano está pensando, cree firmemente que él en sí mismo y por sí mismo está pensando. Debemos darnos cuenta que los múltiples pensamientos que por nuestro entendimiento cruzan tienen su origen en los distintos yoes del ego que llevamos dentro. Absurdo sería pues, identificarnos con tal o cual pensamiento negativo y perjudicial, creyéndolo propiedad particular. Obviamente este o aquel pensamiento negativo proviene de cualquier agregado psicológico que en un momento dado ha utilizado abusivamente nuestra mente. Realmente todavía no tenemos mente individual.
Cada pensamiento negativo tiene su origen en un pensador diferente.
Recordemos que la mente es la guarida del deseo, del miedo y del ego. La meditación es la práctica clásica para disciplinar, armonizar, purificar y sanar nuestro cuerpo mental.
La gente se siente muy orgullosa con su cuerpo mental, porque con él razonamos, discutimos, proyectamos, etc., pero este cuerpo mental es lunar en un ciento por ciento y lo tienen todos los animales en estado residual.
- CUERPO CAUSAL-CUERPO DE LA VOLUNTAD–CAIFAS-AMO-MANAS SUPERIOR:
Cuerpo Causal: Este nombre es debido al hecho de que en este cuerpo residen las causas que se manifiestan como efectos en los cuerpos inferiores (cuerpo mental, astral, etérico y físico); puesto que las experiencias de vidas pasadas acumuladas en el cuerpo causal, son el origen de la actitud general que asumimos hacia la vida, así como las acciones que emprendemos.
En sánscrito el cuerpo causal recibe el nombre de Karana Sharira.
El cuerpo causal es el receptáculo, el depósito en el cual todos los tesoros del ser humano se almacenan para la eternidad y se desarrolla a medida que la naturaleza interior le va suministrando más y más de lo que es propio para su construcción y desarrollo.
El cuerpo causal es aquel en el cual se teje todo lo perdurable y en el que se depositan los gérmenes de todas las cualidades que se transmiten a la vida siguiente.
Este cuerpo de la voluntad está regido por 6 leyes, siendo la más fuerte la ley de causa y efecto, y se mueve dentro de la séptima dimensión o mundo causal.
El mundo causal es el mundo de las causas arquetípicas de todo lo que existe, un mundo divinal donde encontramos la raíz del universo físico con un tremendo realismo y una exactitud matemática, es la región de las causas, fuerzas, vectores, números de todos los fenómenos del mundo físico. Ej. Conocemos cuantos átomos forman un pelo de mi bigote hoy.
En breves palabras podemos decir que el cuerpo causal desempeña dos funciones:
a) Servir de vehículo al Real Ser interior profundo. El cuerpo causal es el aspecto-forma de la individualidad autentica, del Hombre Real.
b) Servir de receptáculo o depósito para la síntesis de las experiencias del ser humano en sus varias existencias.
En el cuerpo causal se entreteje todo cuanto puede perdurar, y en el mismo se conservan los gérmenes de cualidades que el ser humano llevará a la próxima incorporación. De manera que la manifestación interior del ser humano, es decir, la expresión del mismo en sus cuerpos mental, astral y físico, depende en último término del crecimiento y desenvolvimiento del cuerpo causal, de aquel “para el cual nunca suena la hora”.
No existe el ser humano real, hasta tanto el cuerpo causal viene a la existencia. Todo ser individual ha de tener necesariamente un cuerpo causal; en efecto, lo que constituye la individualidad es la posesión de un cuerpo causal.
La inmensa obra realizada durante largos evos antes del nacimiento del cuerpo causal, tiene por objeto y finalidad construir y desarrollar la materia de los planos físico, astral y mental inferior, hasta que lleguen a ser habitación adecuada para el espíritu divino que ha de ocuparlos como autentico hombre.
En su principio el cuerpo causal, o aspecto-forma del hombre real, es una delicada película de la materia más sutil, apenas visible clarividentemente, que marca el principio de la vida individual separada, en el seno de la naturaleza. Esa delicada, casi incolora, película de la materia más sutil es el cuerpo que perdurará durante toda la evolución humana: en él se irán ensartando las encarnaciones sucesivas.
Como hemos dicho, el cuerpo causal es el receptáculo de todo lo duradero, es decir, únicamente lo noble y armonioso y lo que esté de acuerdo con la ley del espíritu; pues todo pensamiento grande y noble, toda emoción pura y elevada, asciende y su esencia entra a formar parte de la sustancia del cuerpo causal. De manera que éste es un verdadero registro –el único registro verdadero- del crecimiento del hombre y de la etapa de evolución que éste haya alcanzado a través de la ley del eterno retorno.
El cuerpo mental, propiamente dicho, sirve de mente concreta; el cuerpo causal, similarmente, es el órgano del pensamiento abstracto y de la voluntad.
Mientras el cuerpo mental recoge y elabora, en el cuerpo causal está el acopio de experiencias, recogidas en todas nuestras vidas pasadas y cosechadas en muchos renacimientos. El cuerpo causal tiene la función discernidora, discriminadora, separadora y distribuidora de las cosas.
Los cuerpos inferiores mental, astral y físico, reciben y tratan con sensaciones, percepciones, la formación y elaboración de ideas (representaciones); pero es función del cuerpo causal distribuirlas, discernir entre ellas, ocupándose de ideas puras, separadas de la presentación concreta de las mismas.
En el cuerpo causal tenemos, por tanto, lo abstracto, no lo concreto, la acción interior pura, ya no confundida por los sentidos, ni en manera alguna entorpecida por el mundo exterior. En él está pura inteligencia, clara visión, inteligencia no agitada por los sentidos, inteligencia tranquila, potente, serena.
En el cuerpo causal está también el poder creador de la meditación, la voluntad, las energías resultantes de la contemplación concentrada. Este es el cuerpo creador del ser humano porque se mueve en el mundo de la divina ideación, la fuerza moldeadora, dirigente, que es el poder creador del cual todo proviene. La voluntad que se expresa queriendo reafirmar al ser íntimo y busca expresarlo, busca su florecimiento y expresión al mundo físico. Desde adentro hacia afuera.
El cuerpo causal es divino porque posee pensamiento positivo, que es kriya-shackti o poder de hacer cosas con la voluntad consciente. La energía emanante del Real Ser, actuando en el cuerpo causal, es la fuerza que domina y moldea todo lo externo a ella. Por otra parte, la energía procedente del Real Ser, actuando en el cuerpo astral, es deseo, la característica del cual es la de ser atraído por objetos externos y la dirección del mismo es regida desde afuera.
El Real Ser actuando en el cuerpo causal es Voluntad, que no acepta decisiones dirigidas desde afuera, sino aquellas iniciadas en el interior, moldeadas en imágenes internas por un proceso de reflexión discernidora y conciencia. De modo que la energía emanante está dirigida en el cuerpo causal desde adentro, mientras que en los cuerpos: mental, astral y físico es atraída desde afuera. Esta es la diferencia esencial entre Voluntad y Deseo. Además, la voluntad es esencialmente una cualidad del Real Ser y no de la personalidad o el ego. Aprendamos a distinguir entre voluntad y deseo concentrado. Voluntad es la fuerza interna que nos impulsa a nuestro pleno desarrollo, que busca nuestro florecimiento, que impulsa el desarrollo de todas nuestras posibilidades internas del Ser y su manifestación al mundo físico. Recién con el cuerpo causal activo dejamos de ser maquinas controladas desde afuera.
Corrientemente en las gentes, el cuerpo causal no está plenamente activo. Es difícil describir cabalmente al cuerpo causal, por cuanto los sentidos correspondientes al mundo causal son del todo diferentes y superiores a los utilizados en la esfera física. Ante la vista del clarividente se presenta como un ovoide, que es en realidad la forma de todos los cuerpos internos que rodean al físico del hombre y se extiende a unas diez pulgadas desde la superficie del cuerpo físico.
En el caso del ser humano primitivo, el cuerpo causal se parece a una burbuja y da la impresión de estar vacío. Es una mera película incolora, al parecer solo lo bastante consistente para mantenerse unido y constituir una entidad reencarnante, pero nada más. Aunque pleno de materia mental, no está activa, manteniéndose incolora y transparente. A medida que el hombre se desarrolla, esta materia entra gradualmente en actividad, gracias a vibraciones que le llegan de los cuerpos inferiores (mental, astral y físico). Esto se produce muy lentamente, por cuanto las actividades del ser humano en las primeras etapas de su evolución no son del carácter que puedan expresarse en materia tan refinada como la del cuerpo causal.
Pero, cuando el ser humano ya es capaz de pensar en abstracto, o de sentir emociones altruistas, la materia de dicho cuerpo es incitada a responder. Las vibraciones así despertadas se manifiestan en el cuerpo causal en colores; de tal modo que, en vez de ser una burbuja transparente, se convierte gradualmente en una esfera llena de materia de los más bellos y delicados matices, en un objeto de belleza inconcebible.
Aunque en el curso de sus existencias el ser humano introduce en sus vehículos internos cualidades indeseables y del todo inadecuadas para su vida espiritual, tales como la irritabilidad, el orgullo, la codicia, la lujuria, etc., ninguna de éstas puede expresarse en el cuerpo causal; aquí solo encontramos las raíces mismas del ego (las cintas telehoginoras).
Todos los diversos cuerpos del ser humano han de ser considerados como envolturas o vehículos que permiten al Real Ser actuar en alguna región determinada del universo. Del mismo modo que una persona utiliza un automóvil para viajar en la tierra, una embarcación en el mar y un avión en el aire, y siempre es la misma persona, así el Real Ser utiliza sus diversos cuerpos, cada uno con su fin correspondiente, pero siempre es él mismo, cualquiera que sea el cuerpo que utilice en un momento dado.
La voluntad consciente autentica es crear nuevas circunstancias, transcender la mecanicidad, superar la ley de recurrencia, romper la inconciencia de momento en momento, modificar reacciones automáticas y estereotipadas, esto es Hacer conscientemente. Es dejar de ser víctimas de las circunstancias. Ser dueño de sí mismo. Solo quién tiene encarnado al Real Ser puede Hacer realmente. Lo único que nosotros podemos hacer ahora, en nuestro estado actual, es tratar de vivir en recuerdo de si, en autoconciencia, de instante en instante, para generar nuevas circunstancias, para trascender la ley de recurrencia y cambiar el futuro, aquí y ahora.
Todo “nos sucede”. La gente no puede “hacer” nada. Desde el tiempo en que nacemos hasta el tiempo en que desencarnamos suceden, suceden y suceden cosas, como cuando nos llueve, truena o relampaguea, y pensamos que estamos haciendo. Las cosas suceden por sí mismas. Este es nuestro estado natural en la vida. Esta es una de nuestras máximas ilusiones. Uno solo puede hacer las cosas de la misma manera que las ha hecho siempre, mecánica e inconscientemente. Esto no es “Hacer”.
“Hacer” comienza muy a menudo con “no hacer”. Antes que puedan hacer algo que no pueden hacer, deberán de No Hacer muchas cosas que solían hacer antes. ¿Qué significa que no podemos hacer? ¿Cómo puedo entender esto? Tratando de hacer lo que nunca hicieron antes o haciendo las mismas cosas de otro modo diferente. Entonces verán si pueden hacer o no. No podemos hacer porque estamos dormidos ¿Las personas dormidas cómo pueden hacer? El dormido tiene la ilusión de hacer. Es necesario despertar. Cuando uno está despierto puede “Hacer”. Hacer es mágico. Sólo son posibles los actos nacidos de la voluntad consciente cuando nos hemos dado el lujo de despertar y de crear y desarrollar para nuestro uso particular un cuerpo causal.
En el mundo de las causas naturales comprendí la necesidad de aprender a obedecer al Padre interno así en la Tierra como en los cielos.
Esos Hombres Causales se desenvuelven maravillosamente, cada uno bajo la dirección de su Dios Interno.
Sólo el Hombre Causal ha logrado definitivamente la inmortalidad; esa clase de seres están más allá del bien y del mal.
La voluntad solar consciente sólo sabe hacer la voluntad del Padre íntimo, así en los cielos como en la tierra. “Padre mío, si es posible pasa de mi este cáliz, más no se haga mi voluntad sino la tuya”. “Señor, hágase tu voluntad así en la tierra como en los cielos”.
El paño de la Verónica y el Divino Rostro con la cabeza coronada de espinas representa el cuerpo de la voluntad consciente, dentro del evangelio crístico.
El ser humano actual todavía no tiene cultivados ni desarrollados estos cuatro cuerpos internos, tenemos el germen, la posibilidad de crearlos plenamente, pero necesitamos trabajar en el nacer en los mundos superiores de consciencia. Poseer estos cuatro cuerpos inferiores es condición básica necesaria para convertirnos en Hombres auténticos, en todo el sentido de la palabra. Es un verdadero lujo poseer estos vehículos internos desarrollados.
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