El perdón , es la
llave mágica que todos debemos encontrar para sanar cualquier tipo de relación.
El perdón es una expresión de amor hacia nosotros mismos y los demás. Perdonar
es" aceptar" las cosas como son, no implica que tiene que gustarte lo
que estás viviendo, es liberarte de sentimientos de odio, rencor, envidia,
liberándote de ellos, liberas a los demás, no los retienes en tu mente, dejas
libre a esa persona que te ha herido.
El perdón es
realmente un acto de amor a nosotros mismos, y a mi entender, algo que nos
cuesta mucho poner en práctica. Cuando decides no perdonar, lo único que haces
es estancarte en emociones negarivas. La falta de perdón te ata a la otra
persona o a la situación que no puedes olvidar y una y otra vez vuelves a
recordar y traes al presente tu dolor. Esto te desvastará mucho más a ti que a
la otra persona, porque cargar con esos sentimientos donde quieras que vayas y
con quien quieras que estés.
Si necesitas
perdonar a otros, empieza por perdonarte a ti mismo. La vida es muy simple.
Recibimos lo que hemos dado. Somos responsables de todas las experiencias de
nuestra maravillosa vida, de las experiencias buenas y de las malas. Todos los
pensamientos que tenemos van creando nuestro futuro, cada uno va creando su
propia experiencia con las cosas que piensa y que dice.
Cada vez que
decidas no perdonar , recuerda que el resentimiento es como tragar una
cucharadita de veneno diaria, se va acumulando y nos daña. Lo que tenemos que
aprender es, entender que "TODO EL MUNDO" hace lo mejor que es capaz
de hacer en cada momento. Con el entendimiento, la consciencia y el
conocimiento que tiene, cada uno llega hasta donde puede. Generalmente, cuando
uno maltrata a alguien, ha sido maltratado de niño. Cuanto mayor es la
violencia, mayor es el dolor íntimo que guarda en su interior. Esto no
significa que estemos justificando las malas actitudes para con los demás, sin
embargo para nuestro crecimiento espìritual, debemos "comprender" que
esas personas sufren.
Deja de pensar en
lo que te ha sucedido en el pasado con alguien. Libera esa imágen de tu mente,
dejandola ir, te liberas tú y liberas de rencor a los demás. El pasado no tiene
que tener poder sobre nosotros. No promuevas la bronca, el rencor, porque todo
lo que enviamos al mundo, regresa a nosotros inevitablemente.
Cuando te ames a ti
mismo lo suficiente como para poder elevarte por encima de la situación que te
generó dolor, entonces la comprensión y el perdón te resultarán fáciles.
Debemos liberarnos
de las preocupaciones cotidianas, de ciertas creencias negativas sobre nosotros
mismos y de otras personas. La liberación tiene que ver con el PERDÓN.
Aprender a perdonarnos a nosotros por posibles equivocaciones, y fundamentalmente,
poder perdonar a los demás.
Cuando no sabemos
perdonar, sentimos una carga pesada sobre nuestra espalda, muy difícil de
llevar. Para vibrar mas alto tenemos que
liberarnos de este pesado equipaje mental y emocional que cargamos
cotidianamente. Me refiero a
sentimientos como la culpa, la envidia, el resentimiento, el dolor, necesidad
de dominio, depresión, apatía, celos, etc.
La liberación es
una limpieza espiritual.
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