Aprende a ser como el universo, escuchando y
reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios. Porque siendo como
un espejo sin emociones aprendemos a hablar de otra manera. Con el poder mental
tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones
personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente
permite una comunicación sincera y fluida. No te des mucha importancia, y sé
humilde, pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te
vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e
ilusiones.
Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta
manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila
volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable como el Tao. No
compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre, que nos da lo
que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, a percibir sus
virtudes, a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea
conflictos inevitablemente.
Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz
interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros. No te
comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar conciencia
profunda de la situación, te vas a crear complicaciones La gente no tiene
confianza en aquellos que muy fácilmente dicen "sí", porque saben que
ese famoso "sí" no es sólido y le falta valor.
Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que
se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti
mismo y la sabiduría. Si realmente hay algo que no sabes, o no tienes la
respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy
incómodo para el ego porque le gusta saber todo, siempre tener razón y siempre
dar su opinión muy personal. En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace
creer que sabe. Evita el hecho de juzgar y de criticar, el Tao es imparcial y
sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la
dualidad. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu
opinión muy personal y es una pérdida de energía, es puro ruido. Juzgar es una
manera de esconder sus propias debilidades.
El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra.
Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo
que todavía no has resulto de ti mismo Deja que cada quien resuelva sus propios
problemas y concentra tu energía en tu propia vida.
Tao Te Ching —
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