lunes, 19 de enero de 2015

CONÓCETE Y ACEPTATE

  Una necesidad o un objetivo de cualquier persona es conocerse y aceptarse uno mismo. Para ello es preciso mirar hacia dentro con realismo, calma y sin miedo. El saber quién es y cómo es uno facilita el camino y lo hace más gratificante. Para sentirnos bien es importantísimo conocer nuestra forma de ser y de actuar, también nuestros puntos positivos como los negativos y estar motivados para aumentar ese conocimiento, pero no de manera obsesiva.
 Es muy importante quererse uno mismo, lo has escuchado muchas veces y lo sabemos desde la infancia pero… ¿de verdad lo haces?, ¿de verdad te aceptas a ti mismo o te preocupas más por complacer y agradar a los demás?, ¿tienes claros tus gustos, tus preferencias, tus principios…? 
Se escucha demasiado que debemos tener éxito, ser un buen ingeniero, un buen arquitecto, un buen lo que sea para ganar mucho dinero. Se vive entonces con la presión excesiva de ser más y mejor que los demás, destacar sobre los otros. Sacar las mejores notas, tener las mejores cosas. Al final, lo que a uno le hace infeliz es darse cuenta de haberse olvidado de quién es en realidad. Y entonces, empieza a surgir esa rabia y resentimiento por no haber podido ser quien eres en realidad.
 Pero eso puede cambiar desde este momento, en el momento en el que uno se plantea ser exactamente quien uno es, ni más ni menos, y sentirse muy orgulloso de la persona que es, porque si hay algo que mejorar se mejora. Recuerda que no se puede cambiar nada que antes no ha sido aceptado.
Todos somos diferentes, todos somos especiales. Cada uno tiene su forma de ser y de entender las cosas, esto viene condicionado por el desarrollo de tu vida desde el día en que naces; infancia, adolescencia, familia, gente que va formando parte de tu vida, incluso gente con la que solo coincides una vez, todo esto y muchas cosas más crearán tu personalidad. 
Hay tanta variedad de personalidades como personas existen en el mundo, puedes tener características similares pero nunca serás igual a otra. El empeño de algunas personas por imitar a otras no es nada bueno, para ser feliz y aceptarte debes ser tú mismo, ser natural, sentirte bien con lo que hagas, no dejarte llevar por la manipulación de la gente, los medios, etc.
Generalmente hay dos tipos de personalidad, aunque como ya hemos dicho la variedad es infinita (tantas como personas).
  - Personalidad fuerte; son aquellas personas que tienen muy claros sus preferencias, sus principios, sus objetivos en la vida, estas personas son difíciles de manipular porque saben lo que quieren. Estas personas pueden con casi todo.

  - Personalidad débil; son aquellas personas que no se paran a reflexionar sobre lo que de verdad les gusta, cambian continuamente de ideas, de principios y son fácilmente manipulables, no tienen claro lo que quieren y se dejan llevar, su único fin es gustar a todo el mundo, y esto, aparte de estúpido es imposible.

 Puede ser mejor que la base de tu personalidad sea fuerte, pero aunque en muchas ocasiones no sea así no por eso eres peor persona, es simplemente que tus vivencias han influido de esa forma. Crea tu base e incluso si tu personalidad es fuerte recuerda que seguirás cambiando durante toda la vida, y que siempre puedes mejorar y aprender cosas de los demás.
Desecha las cosas malas, la envidia, el egoísmo, el egocentrismo, no te dejes llevar por criticas destructivas que provienen de  personas manipuladoras, negativas y vacías, te sentirás mejor contigo mismo si haces las cosas correctamente y si tratas bien a los demás, sigue aprendiendo de las experiencias de tu vida, todo lo bueno y lo malo que pasa en ella tiene algún motivo aunque no lo puedas entender, quédate con lo mejor de cada una.

 Una buena actitud ante tu pasado es aceptarlo plenamente. Si no tienes una plena aceptación de tu pasado vivirás el presente con malestar y te llevará a frustrarte, deprimirte, hundirte, o simplemente a estar de mal humor y con unos estados de ánimo difíciles de controlar; por lo que es esencial ‘pasar página’. Recuerda que cuando nos aceptamos tal y como somos todas las pautas negativas se disuelven y todo nos empieza a ir mejor. Ninguna pauta negativa nos puede afectar si nos aceptamos. Conócete, escúchate, y si algo no te gusta cámbialo, solo tú puedes hacerlo pero sobre todo quiérete y acéptate, serás una persona más positiva y la gente querrá estar a tu lado.

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