"En ciertas reencarnaciones, nos dividimos. Así
como los cristales y las estrellas, así como las células y las plantas, también
nuestras almas se dividen... así como nos dividimos, también nos
reencontramos.Y este reencuentro se llama Amor.
En cada vida tenemos una misteriosa obligación de
reencontrar, por lo menos, una de esas Otras Partes.
- Y cómo puedo saber que es mi Otra Parte? ...
- Corriendo riesgos ... Corriendo el riesgo del
fracaso, de las decepciones, de las desilusiones, pero nunca dejando de
buscar el Amor. Quien no desista de la búsqueda, vencerá.
- Podemos encontrar más de una Otra Parte en cada
vida?
- Sí ... Y cuando esto sucede el corazón queda
dividido y el resultado es dolor y sufrimiento. Sí, podemos encontrar tres o
cuatro Otras Partes, porque somos muchos y estamos muy dispersos".
"La esencia de la Creación es una sola. ... se
llama Amor. El Amor es la fuerza que nos reúne otra vez, para condensar la
experiencia esparcida en muchas vidas, en muchos lugares del mundo.
Somos responsables por la Tierra entera, porque no
sabemos dónde están las Otras Partes que fuimos desde el comienzo de los
tiempos; si ellas estuvieran bien, también seremos felices.
Si estuvieran mal, sufriremos, aunque
inconscientemente, una parcela de ese dolor. Pero, sobre todo, somos
responsables por reunir nuevamente, por lo menos una vez en cada encarnación, a
la Otra Parte que con seguridad se cruzará en nuestro camino. Aunque sea por
unos instantes siquiera; porque esos instantes traen un Amor tan intenso que
justifica el resto de nuestros días".
BRIDA
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