viernes, 6 de febrero de 2015

VIVIR EN CONSCIENCIA

Puedes vivir la vida como si estuvieses hipnotizado (así es como vive el noventa y nueve por ciento de la gente) o puedes vivir con intensidad, con conciencia.

Si vives con consciencia maduras; si no, simplemente te haces viejo. Y hacerse viejo no es volverse sabio. Si cuando eras joven eras un idiota, cuando seas viejo sólo serás un viejo idiota, y nada más. No te vuelves sabio simplemente por envejecer. Incluso puedes llegar a ser más idiota, porque puedes convertir tus hábitos en algo mecánico, robótico.

Se puede vivir la vida de dos maneras. Si vives inconscientemente, simplemente mueres; si vives conscientemente lograrás tener cada vez más vida. Llegará la muerte, pero sólo a la persona que ha envejecido y nunca a una persona madura. Una persona madura nunca muere, porque estará aprendiendo incluso a través de la muerte. La muerte se convierte en una experiencia para vivirla intensamente, observarla, permitirla.


El hombre maduro nunca muere. De hecho, la muerte lucha y se hace añicos, se suicida contra la roca de la madurez. La muerte muere, pero no el hombre maduro. Éste es el mensaje de los que están despiertos: que eres inmortal. Ellos lo han conocido, han vivido su muerte. Han observado y han descubierto que te puede rodear, pero te mantienes al margen, estás a mucha distancia. La muerte ocurre a tu alrededor pero no te ocurre a ti

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