La cualidad de la
humildad es necesaria para la maestría y le permite a su humanidad ascender a
su divinidad. Es siendo humildes que permiten que la voz de su alma guíe su
viaje de vida y permiten la conexión con la Fuente que es necesaria para ir
más allá de la tercera dimensión. Sin embargo, éste es un principio tan mal
entendido y ustedes sienten que si son humildes, entonces tienen que reconocer
su imperfección e indignidad, negar su poder y esperar una guía en lugar de
avanzar por medio de la intención. El ego limita la expresión de la humildad,
a la que percibe como el paso final en su destrucción. Para el ego, ser
humilde es que se le niegue su poder.
La humildad que
está centrada en el ego se convierte en humillación, en donde al ego se lo
limita o elimina. El ego es un componente necesario de su totalidad en cuerpo,
mente, emociones y espíritu. No es posible limitar a uno de sus aspectos y
seguir siendo enteros. El ego necesita participar en su viaje de vida, pero en
equilibrio con el espíritu y no por delante ni por detrás de él. Si al ego
no se le da su voz, éste va a desafiar a la humildad y hacerse arrogante. Es
posible ser a la vez humilde y poderoso, cuando la humildad emana del
reconocimiento del alma de la divinidad interior.
Cuando
el ego está en su energía de arrogancia, trata de dominar y controlar. En
este aspecto actúa desde su poder en lugar de estar en su poder. Toma el mando
y se vuelve exigente, en lugar de estar en el flujo y regir dentro de la
intención que está equilibrada con el espíritu. La definición del ego de ‘humildad’ es ser rebajado, marginado, limitado y humillado. Es el
miedo del ego de ser separado de su identidad lo que le permite insistir en ser
la voz y presencia principal en su realidad. Y al reconocer y aceptar su poder,
le dan al ego una voz igual en el despliegue de su camino de vida, que esté
equilibrada con el espíritu y en plena asociación divina de ego/espíritu.
Entonces la humildad puede aplicarse y el ego entiende que al ser humilde se
entrega al espíritu.
Los humildes son los
más poderosos entre ustedes. Ellos no temen perder poder, no son arrogantes ni
controladores, no necesitan dominar porque su ego está equilibrado con el
espíritu. El maestro acepta la humildad dentro del contexto de recibir orientación
del espíritu, buscar la iluminación y entregar la voluntad humana a la
Voluntad divina.
Ser humilde afirma
su poder y transforma su camino conforme abrazan el potencial ilimitado de sus
aspectos más elevados. Cuando saben que su mayor poder emana de la humildad,
de ser humildes y rendirse a la voluntad divina, su camino de vida se despliega
para expresar ideas y potencial que el ego ni siquiera puede empezar a
imaginar. Sean humildes, entréguense a la Voluntad divina, permitan que el ego
encuentre paz en el espíritu y su humildad les ayudará a crear la poderosa
realidad, abundantes bendiciones, amor y alegría que es el regalo de su alma a
ustedes.
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