domingo, 22 de febrero de 2015

EDADES DEL ALMA

Cuando una persona muere el alma abandona el cuerpo y emprende el camino de regreso a un nuevo comienzo, a un nuevo nivel. Examina si ha cumplido los objetivos generales que se marcó antes de encarnar y si es así ascenderá a un nuevo nivel…evolucionará, se hará mayor, alcanzará más conocimientos y para lograrlo se propondrá nuevos retos. Es el ser quien escoge los objetivos que quiere lograr y es libre para cambiar. Pero el ser no es el ego, recuerda…
Si el ser siente que no ha conquistado esos objetivos y quiere lograrlo dispondrá nuevas estrategias para enfrentar esos objetivos y puede ser asistido tanto en la elaboración como en la ejecución de las mismas.

Pasemos a relatar cada una de las edades que experimenta el alma. Si hacemos una analogía con las etapas de la vida humana, obtenemos que el alma puede estar en alguna de estas edades aunque lo normal es que manifieste distintas edades según en qué aspecto nos enfoquemos. 

El Nacimiento del Alma
El fragmento recién nacido es bruto, grosero,  sin experiencia y lucha por sobrevivir en el plano físico. Es brusco con el prójimo, carece de empatía y tiene la mente muy cerrada. Son inflexibles y muy supersticiosos.  Como es un alma nueva, sus necesidades son de vivir experiencias crudas e intensas. Como desgracias, enfermedades, batallas, ser oprimidos, inundaciones, y catástrofes naturales.Se comportan instintivamente mucho más que racionalmente y normalmente carecen de conciencia. Debe enseñársele lo que es correcto y lo que no lo es.  

 El nivel evolutivo del planeta impide la llegada de almas recién nacidas, no habrá experiencias aquí para ellas.

La Niñez del Alma
Un poco más evolucionada, necesita de las rutinas, para sentirse segura. Funcionan como un reloj. La hora de comer, de dormir, de trabajar, de leer, de salir….todo muy estructurado en un horario que siguen firmemente.
Les encantan las reglas impuestas por sus superiores. Son muy devotas porque les atrae la tradición y los rituales pues eso les da mucha seguridad.
Estas almas tienden a ser muy firmes en sus creencias y si alguien los trata de confundir reaccionan enfadándose a veces pueden incluso ser violentos. Pueden pelear y hasta matar por defender su creencia. Protegen las tradiciones de sus civilizaciones y se resisten al cambio.

Están llenos de conflictos internos que derivan de acometer las normas sin pensar por ellos mismos.

Tienden a ser obsesivos, controladores y le tienen terror a lo desconocido. Muy sugestionables son presa fácil de cualquier comecocos. Estas personas buscan la protección de almas más avanzadas. Les gusta estar sujetos a autoridades que les indiquen qué hacer y cómo actuar.

Pueden ser muy violentos y abusar fácilmente de otros. Este mal comportamiento es una manera muy cruel de aprender a sobrevivir en este mundo. Pero es como empiezan a crear su karma.

La Juventud
El alma joven está lista para ser independiente y tiene la habilidad para luchar por todo lo que quiere conquistar en la vida.

Pelea por obtener posiciones de poder y prestigio o ser famoso o una figura pública.

Su meta es la competencia, querer ganarle a todos los que se le pongan por delante, buscan prestigio, riqueza y poder a cualquier precio. Necesitan probarse continuamente.

Están muy identificados con su físico y sienten mucho miedo de envejecer y de la muerte. Tienen ansiedad por acumular experiencias, creen que no van a regresar y por eso quieren logran ser ricos y famosos durante su vida pensando que la vida solo se vive una vez.

El alma joven se preocupa por resolver sus crisis y busca ayuda profesional si lo cree necesario.

Son muy superficiales pero les interesa muchísimo vivir en ambientes puros, limpios y ordenados. Todo lo que es bello y estético les atrae.

La madurez
Esta alma ha logrado reconocimiento, prestigio y poder sin embargo se siente insatisfecha  y vacía. Se pregunta quién es y porque está en este mundo. La personalidad del alma madura sufre de máximo estrés, tiene episodios de ansiedad y  algunas veces pueden conducirla al suicidio.

El alma madura no quiere socializarse, al contrario, tiende a aislarse y desea que los demás la dejen en paz porque sus vidas son muy intensas a nivel interno.

Igual que el alma niña desea tener una casa, el alma joven desea tener una mansión, pero el alma madura desea una casa que pueda construir ella misma, con su buen hacer, a su gusto, en su lugar favorito y donde pueda disfrutar de paz y serenidad. Esta alma desarrolla su habilidad artística al máximo. Estas almas eligen normalmente compañeros que duran toda su vida.

La vejez
El alma vieja aprende las lecciones pendientes del alma madura en cuanto a relaciones sentimentales y personales con los demás.

El alma vieja se percibe a sí misma como parte del universo y no como un individuo aislado. Cuando ve a otro ser humano se ve a sí misma.

Es fácil llevarse bien con un alma vieja pero pocas veces esta alma hace cosas que no desea hacer.

La principal meta de un alma vieja es lograr una satisfacción interna sin crear más karma.

Prefiere trabajar en su negocio propio, con sus propios horarios, sus propias reglas y le da a su trabajo un significado espiritual.

Es un alma muy discreta y le gustan pasatiempos como la jardinería, la elaboración de objetos, los animales, enseñar a los demás y dar consejos.
Muchas almas viejas son terapeutas y se deleitan estando rodeadas de la naturaleza.


Las almas viejas y las maduras tienen más problemas de autoestima que las almas jóvenes pues son más conscientes de ellas mismas y de los defectos de la personalidad que eligieron tener.

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