FEBRERO 4 .... Día
mundial del cáncer.
El cáncer es una de
las principales enfermedades de este tiempo. Se desarrollan células anormales cancerosas y, al no
reaccionar el sistema inmunitario frente a estas células, proliferan
rápidamente.
Los
seres humanos frecuentemente tienen células pre-cancerosas en el organismo
pero el sistema inmunitario, es decir el sistema de defensa natural de nuestro
cuerpo, se encarga de ellas antes de que se vuelvan cancerosas. Es porque
dichas células se desarrollan de manera incontrolada e
incesante que pueden dañar el funcionamiento de un órgano o de un tejido,
pudiendo así afectar partes vitales del organismo. Cuando estas células
invaden ciertas partes del cuerpo, se habla de cáncer generalizado.
El
cáncer está principalmente ligado a emociones
inhibidas, profundo resentimiento y
a veces muy viejo, con relación a algo o una situación que me perturba aún
hoy y frente a la cual nunca me atreví a
expresar mis sentimientos profundos. Aun cuando el cáncer puede declararse rápidamente después
de un divorcio difícil, una pérdida de empleo la pérdida de un ser querido,
etc., habitualmente es el resultado de
varios años de conflicto interior, culpabilidad, heridas,
penas, rencores,
odio, confusión
y tensión. Vivo desesperación, rechazo
de mí.
Lo que
sucede al exterior de mí sólo es el reflejo de lo que sucede en el interior,
el ser humano siendo representado por la célula y el medio de vida o la
sociedad, por los tejidos.
Con mucha
frecuencia, si estoy afectada de cáncer, soy una persona que ama, servicial,
muy atenta y bondadosa para mi entorno, sumamente sensible, sembrando amor y
felicidad alrededor mío.
Durante
todo este tiempo, mis emociones personales están rechazadas en lo más hondo
de mí mismo. Durante todo este tiempo, mis emociones personales están
inhibidas en lo más hondo de mí. Me conforto y me engaño encontrando
satisfacción en el exterior en vez del interior de mí mismo ya que tengo una débil estima de mí. Entonces, me cuido de todo el mundo, dejo de lado mis necesidades personales. Ya que parece que la vida ya no me traiga nada, capítulo y
carezco de las ganas de vivir. ¡De qué sirve luchar! Si vivo muchas emociones fuertes, de odio, culpabilidad,
rechazo, estaré en muy fuerte reacción
(igual como la célula); incluso me sentiré responsable de los problemas y
sufrimientos de los demás y querré auto – destruirme.
“Estoy
resentida para con la vida”, “es demasiado injusta”. Juego a la “Víctima” de
la Vida y me vuelvo pronto “Víctima” del cáncer. Suele ser el “odio” hacía
alguien o una situación que me “roerá el interior” y que hará que se auto -
destruyan las células. Este odio está profundamente hundido en el interior de
mi ser y frecuentemente no tengo consciencia de que existe. Está hundido
detrás de mi máscara de “buena persona”. Mi cuerpo se desintegra lentamente
porque mi alma se desintegra también: necesito colmar mis deseos no
satisfechos en vez de únicamente complacer a los demás.
Debo
concederme alegrías, “pequeños dulces”. Cumulé resentimiento, conflictos
interiores, culpabilidad, auto – rechazo hacía mí porque siempre actué en
función de los demás y no en función de lo que quiero. La paciencia ejemplar
y presente en mí se acompaña frecuentemente de una débil estima de sí.
Evito darme amor y aprecio porque creo que no lo merezco. Mi voluntad de vivir
se vuelve casi nula. Me siento inútil. “¿De qué sirve vivir?” Es mi modo de
acabar con la vida. Me autodestruyo y es aquí un suicidio disfrazado. Tengo la sensación de haber “fallado” mi
vida y veo ésta como un fracaso. La parte del cuerpo afectada me da
explicaciones sobre la naturaleza de mi(s) problema(s): esto indica cuales son
los esquemas mentales o actitudes que debo yo adoptar para hacer que
desaparezca la enfermedad.
Debo volver
a tomar contacto con mi “yo “ interior y aceptarme tal como soy, con mis cualidades, mis defectos, mis fuerzas y
mis debilidades. Acepto dejar
caer las viejas actitudes y costumbres morales. La aceptación de mi enfermedad es esencial para que pueda luego
“luchar”. ¿Si yo rehuso aceptar mi
enfermedad, cómo puedo curar? Abro mi corazón y tomo consciencia de todo lo que la vida puede traerme
y de en qué medida formo parte de ella. Recibiendo un tratamiento en
curación natural, masaje o cualquier otra técnica con la cual me siento a
gusto, tendrá el efecto de una armonización que me permitirá abrir mi
consciencia a todas las maravillas de la vida y la belleza que me rodean, y
fortalecerá así mi sistema inmunitario.
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