Amado humano:
Detén tu inquietud, tu actividad que solo se enfoca en el mundo exterior. ¡Tu atención está fuertemente dirigida hacia el exterior, por lo que estás perdiendo tu propósito!
Con la antorcha de luz, desciende a tu propia profundidad interior, ahí es donde se encuentran los tesoros, esperando a ser recuperados.
Durante este maravilloso viaje de descubrimiento, déjate guiar por la antorcha de luz que tienes en tu alma.
¡La envidia y los celos están esperando tu luz, la arrogancia y el odio están esperando tu luz!
Escondido en lo profundo de ti se encuentra el tesoro de la conciencia, y solo puedes recuperarlo si estás listo para darlo todo con ganas de dominar todos los desafíos que vienen con este viaje.
¡Este tesoro es, de hecho, tu propia alma sagrada, eterna e ilesa!
Inocente y divina, descansa dentro de ti, esperando que la notes de nuevo. Para eso es necesario que elimines todo lo que te ha estado alejando de tu alma durante eones.
Lo divino puede revelarse cuando tu alma es receptiva, el amor puede satisfacerte cuando tu corazón está lleno de compasión, la luz puede brillar a través de ti cuando tu espíritu está listo para las curaciones que lo acompañan.
La gran enfermedad de la humanidad
La mayor enfermedad de la Tierra es que los humanos buscan afuera, en lugar de encontrar las respuestas en su interior.
¿Realmente deseas vivir más vidas en el ciclo de la muerte y la reencarnación? ¿Realmente deseas continuar caminando en círculos en lugar de caminar por el camino de la conciencia?
¡No te asustes más! Sé valiente, valiente y más valiente. Sin el coraje de enfrentar la propia historia personal no hay desarrollo espiritual.
Incluso si mil Budas y mil Jesús vinieran a la tierra, no tendría ningún efecto en aquellos que eligen permanecer distantes y alienados de sí mismos.
La voluntad humana es grande cuando se trata de crear el éxito externo, pero pequeño es el deseo interno de convertirse en un maestro.
Grande es el deseo humano de extraer el tiempo de lo efímero, pero pequeña es la voluntad de abrirse al espíritu eterno e imperecedero.
También la necesidad humana de fingir es grande, pero pequeño es el deseo de convertirse y ser.
Elimina los bloqueos
Por eso: ¡deja de actuar así!
Vete a la quietud, vuelve tus pasos hacia ti mismo y dedícate por completo a este viaje interior, hasta que hayas llegado a ese punto y hasta que este mundo no tenga nada más que ofrecerte, porque has alcanzado la autoconciencia.
Enfócate en este viaje interior, porque mucho de lo que encuentras a tu paso es puramente ilusión.
¡Elimina todos esos bloqueos que se acumularon en tu corazón!
Protegido en el amor de Dios, llevado por los ángeles de Dios y guiado por la luz de Dios, dominarás todas y cada una de las situaciones. Acepta este desafío, porque vida tras vida, naces para aceptarlo, hasta que un día estés listo para afrontarlo.
Al final hay libertad y triunfo sobre la muerte. Al final, renaces y este mundo no es más que una ilusión.
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